알고 10: Paseo 알고

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Ambos salieron de casa cuando dio la tarde, sin ningún criado que los acompañara, ya que lo preferían.

Había un parque cerca de donde quedaba su casa, por lo que Jisung pensó en ir a dar un paseo a este desde que llegó. Y ahora lo disfrutaría más, siendo acompañado por el omega.

Se sentía a gusto con la compañía de Felix, su Lobo le pedía pasar tiempo con él constantemente, por lo que cedía un poco antes esas peticiones.

El parque no estaba muy lleno, algo que agradeció. Felix lo miraba todo con curiosidad, ya que en Australia hacía demasiado calor como para salir a aquellas horas a la calle.

Apenas conocía Corea, y sentía mucha curiosidad por visitar algunos lugares. Pero fue sacado de sus pensamientos al escuchar una voz.

- Que lindo eres.- comentó un hombre que pasó por su lado, mirándolo de más. Se sintió incómodo y desconcertado por un momento.

Sabía que un omega no marcado, llamaba la atención de los alfas, pero no estaba solo, estaba acompañado por otro alfa, que justamente era su esposo.

Sin saber muy bien que hacer, simplemente agachó la cabeza.

- ¿Cómo te llamas, lindo?- volvió a preguntar aquel hombre al cual no conocía.

Jisung, ya cansado por la actitud arrogante de ese tipo, se giró a verlo, con cara de pocos amigos.

- Si puedes, búscate a un omega que no esté casado, y si puede ser, que tenga la misma edad que tú, anciano.- soltó con enojo.

El hombre pareció sorprendido con esas palabras, y se marchó antes de que el castaño se enfadara más.

Felix no dijo nada, ya que se encontraba totalmente sorprendió. Su Lobo gritaba y saltaba al haber sido defendido por su alfa, su corazón iba a mil por hora.

- ¿Estás bien?- pregunto el castaño hacia el omega.

Felix asintió un poco.- S-Si, gracias.

Continuaron el paseo en silencio. Felix jugaba con sus manos de forma nerviosa, sin saber muy bien que hacer o decir.

Jisung había notado que el omega tenía tendencia a jugar con sus manos, y temía que por un momento se pudiera hacer daño, por lo que, inseguro, agarró una de sus manos, entrelazando sus dedos para que Felix no pudiera hacerse daño.

El rubio lo miró sorprendido, sintiendo su corazón acelerado.

- No te hagas daño.- murmuró el mayor, refiriéndose a jugar con sus manos.- ¿Te molesta que te tome de la mano?- pregunto esta vez.

Felix negó. Quería mantenerse así todo el tiempo del mundo. La mano de Jisung era muy cálida, haciendo que su cuerpo se relajara ante el tacto.

Jisung también se sentía a gusto con ello, por lo que se permitió sonreír un poco, siguiendo con su paseo.

Pasaron tres veces por la misma zona, ya que realmente no querían irse, pero se estaba empezando a hacer tarde.

Cuando se dirigieron a la salida, aún tomados de las manos, fueron parados por una voz frente a ellos. Jisung se estremeció al ver allí a una de las muchas omegas que lo perseguían por el instituto, Mijo.

- ¡Jisung oppa!- dijo ella, acercándose y notando la presencia de Felix, quien se encontraba un poco escondido detrás del castaño.

Mijo notó sus manos juntas, y sonrió.- ¿El es su omega, oppa?- pregunto con curiosidad.

Jisung suspiro, dándole caricias a la mano de Felix para que se tranquilizara.- Si, el es Felix.- lo presentó. Mijo no la caía mal, era amable, pero no estaba interesado en ella.

Felix hizo una leve reverencia con la cabeza hacia la otra omega. Sentía los ojos de la chica recorrerle todo el cuerpo, y eso lo incomodaba.

- ¡Hacen muy buena pareja, oppa!- dijo ella, alegre.- Si se cansa de él, avíseme.- y se marchó.

Jisung se quedó desconcertado con ese comentario y no pudo evitar fruncir el ceño, y aparentar su mano restante en un puño.

Felix noto el enojo en el castaño por su olor, y con algo de miedo, puso su mano sobre el agarre que ambos tenían, para llamar la atención del castaño.

- No se enoje, alfa.- murmuró, logrando ver como Jisung dejaba de fruncir su ceño para mirarle.- No me molestó el comentario...- mintió.

Jisung suspiro, parándose frente a él de forma correcta, para poder verse bien a los ojos.- No me importa si te molesto o no, no quiero que te falten al respeto.- le dijo, apretando el agarre que ambos tenían, para poder transmitirle apoyo.

Felix se sonrojó, pero asintió.

Volvieron a retomar su camino hacia casa, aún tomados de las manos, y sin la intención de soltarse.





























알고

I don't know // JilixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora