No Mientas Sobre Lo Que Sientes.

Capítulo 39

La carta de despedida en la boda.

Antes de que me fuera a la casa de Samuel, fuí a la mía, me bañé, me cambié de ropa y fui a su casa.

Al llegar allá, toque su puerta, la abrió y al verme, se sorprendió mucho, tanto que abrió un poco la boca
- Jean, ¿Qué haces aquí?
- ¿Podemos hablar?
- Está bien

Me dejó entrar a su casa, estando en la sala, no me senté y mejor lo miré de frente, sacando la invitación
- ¿De qué quieres hablar?
- De esto - Le di la invitación, la tomó y abrió sus ojos muy grandes
- Jean. Lo puedo explicar
- ¿Fue por todo lo que dije ayer estando ebrio que lo hiciste?
- Claro que no, me molestó que dijeras todo eso de mi, es cierto. Pero sabía que estabas ebrio y que lo que decías no era verdad, pero sobre esto, lo hago para protegerte
- ¿Entonces es cierto? Te casarás con ella y a mí me dejarás. Debí saberlo
- Lo hago porque temo que te pase algo. Acepté para que nada te pasara, iba a lastimarte
- Me cuesta mucho creerte, no puedo
- Jean
- Lo mejor es que me vaya
- ¿A dónde irás?
- Adiós Samuel

No le dije más, solo me salí de su casa y me fui a la mía a llorar una vez más.

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24 de mayo. Es el día de la boda de Kelly y Samuel. Había deseado muchas veces que este día no pasara, pero empiezo a creer que todo lo que deseo en lo más profundo de mi corazón, jamás se cumplirá.

Por alguna extraña razón, Jesse me obligó a ir a la casa de mi padre, me había dicho a mi mismo que jamás volvería. Así que estoy en la sala, de brazos cruzados y molesto
- Gracias por venir - Me dijo Jesse, vestida tan elegante, con un vestido color lila y un saco blanco. En pocos minutos irá a la boda con Kelly, esto me repugna
- ¿Para que me citaste aquí?
- Ya te graduaste y quiero saber que vas a hacer, de ahora en adelante
- ¿Te lo pidió mi padre?
- Claro que no
- Me iré al otro lado de la ciudad
- ¿Cuándo?
- Hoy
- ¿Y después?
- Si te lo digo, mi padre hará todo lo posible para que no se cumpla mi sueño
- Jean, eso no es cierto
- Me tengo que ir

Me levanté del sillón, caminé hacia la puerta, pero en cuanto llegué a mi auto el padre de Kelly me detuvo
- Jean
- ¿Qué quieres?
- ¿A dónde irás?
- No te importa
- ¿Sabes? Quisiera que vinieras conmigo a la boda de Kelly
- ¿Para qué?
- Ella quiere que vayas - Colmó mi paciencia, y grité, mirándolo muy molesto
- ¡Por supuesto que quiere que vaya a su boda! ¡Porque ella se va a casar con el amor de mi vida! ¡Eso quiere que vea! ¡¿Por qué otra razón querría que fuera?!
- Jean, antes de que te vayas, ¿Hay algo que pueda hacer por ti?
- ¿Y después dejarás que me vaya?
- Si - Saqué de mi chamarra una carta y se la di
- Dásela a Samuel
- Bien

Me subí a mi auto y... estaba dispuesto a ir directamente a mi nueva vida, pero antes, fui a la playa, al menos a admirar la vista una última vez.

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Miro a través de la ventana de la casa de mis padres como todos los invitados llegan al jardín. Sabía que Jean no me iba a creer que me casaba con Kelly para protegerlo. Era obvio, mis padres me obligaron a casarme o si no jamás te volvería a ver. Temí por sus palabras, pero ahora que él se irá de aquí y jamás nos volveremos a ver, no tiene tanto sentido la amenaza. Pero el sentimiento es horrible. Me había enamorado tanto de él que ahora lo voy a perder para siempre. ¿Por qué no puedo ser valiente como él?

Salí de mi agonía cuando tocaron la puerta, era el padre de Kelly
- Hola, señor - Mi voz sonaba tan apagada
- Hola Samuel
- ¿Desea algo?
- Vine a entregarte esto - Sacó una carta de su saco
- ¿Qué es esto? - Tomé la carta
- Me pidió Jean que te la diera
- ¿Jean? ¿Todavía no se va?
- Lo último que me dijo fue que te la diera y después se subió a su auto
- ¿No dijo a dónde iría?
- No - Se dio la vuelta y antes de irse me preguntó al verme - ¿Tú lo amas, verdad?
- ¿Qué?
- ¿Tú lo amas? ¿Amas a Jean?
- Si, lo amo
- ¿Y por qué no le dijiste a tus padres que lo amabas?
- No me creyeron
- ¿Les presentarse a Jean?
- No, pero igual no lo aceptaron porque es hermanastro de Kelly
- ¿Pero él te ama a ti, no?
- Si, me ama
- ¿Alguna vez se lo dijiste?
- ...No, nunca pude, tenía miedo
- ¿De qué?
- De qué algo malo pasara, pero ahora veo que si se lo hubiera dicho, nada de esto pasaría
- ¿Sabes por qué la mamá de Kelly nos dejó?
- No, ¿Por qué?
- Porque yo jamás le dije que la quería, hice casi lo mismo que tú. Me decía todo el tiempo que me amaba, pero yo no, así que se cansó y cuando nació Kelly a los tres meses nos dejó.
- ¿Los abandonó por qué usted nunca le dijo que la amaba?
- Si. Luego conocí a la mamá de Jean, a ella si le decía que la quería, pero ella no y poco tiempo después ella se fue y entonces comprendí lo que sentía mi ex esposa. Así que te aconsejo que si en verdad amas a Jean, se lo digas, antes de que sea ya muy muy tarde
- Claro

Salió de la habitación y me dejó solo, faltaban pocos minutos para la boda, así que guardé la carta y bajé al altar. Saludé a todos con una sonrisa, estando frente al altar, me puse a leer la carta. Aunque sabía que faltaban minutos para que Kelly viniera.

Hola Samuel. Soy Jean

Sé que estás a punto de casarte, y que escribirte una carta no es lo apropiado en este momento, pero no veo otro modo de decirte todo esto.

Lo siento mucho. Perdón por haberme enamorado de ti, perdón por haberme metido a la fuerza a tu vida, lamento que hayas tenido que soportarme, lamento que al conocerme tuvieras que pasar por tanto dolor, lo siento por insistir tanto en que me dijeras algo que claramente no sentías, pese a todas las demás palabras, la que yo quería escuchar tenía un gran significado, pero estaba descartado en nosotros dos.

Así que lo siento. Yo no quería que todo esto pasara, quería que estuviéramos juntos, pero ahora me doy cuenta de que eso es imposible.

Somos diferentes y yo te amo a ti, pero tú no a mí y aunque si lo sintieras, me quedó claro que no lo dirás, no importa que pase, no me lo dirás, aún si me voy a ir para siempre, no lo harás. Eso me quedó claro cuando vi la invitación.

No es fácil sobrevivir a basé de sueños, no es que no quiera estar contigo, pero no puedo estar si tú no sientes lo mismo que yo.

Aún si eso significa que estarás mejor cuando me vaya, que todo va a seguir como si nada, y aunque me duela aceptar la realidad de que te amo, no estamos destinados a estar juntos.

Así que, me despido de ti. Adiós Samuel, te amo mucho, pero no estás destinado a estar conmigo. Adiós y espero en verdad que seas feliz, aún si no es conmigo.

Adiós Samuel...

Jean.

Guarde la carta, con una fuerte tristeza, recibí a Kelly en el altar, tratando de ocultar mis ganas de llorar. Empezó la boda, pero no estaba prestando atención.

Cuando llegó el momento de los anillos, estaba temblando mucho al ponerle el anillo y en la parte final, cuando el padre dijo que si aceptaba casarme, me quedé callado.

Recordé todos los momentos que pasé con Jean, yo no podía dejarlo ir, no puedo dejar que se vaya. Debo ir a buscarlo y decirle que lo amo.

Así que me separé de las manos de Kelly y dije

- No puedo, no puedo casarme contigo, yo amo a Jean, no a ti.

Después salí corriendo de la casa en camino al auto de mi mamá que tenía las llaves ocultas y fui tras Jean.