Capítulo 20

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Cumpleaños.

Antes no tenía complicaciones al dar regalos en fiestas, reuniones, cumpleaños o San Valentín. Pero ahora que se acerca el cumpleaños de Samuel, no tengo idea de que darle.
Debe de ser un regalo que jamás olvide y que supere lo que Kelly le dará, por supuesto si sabe la fecha de su cumpleaños, lo cual lo dudo, pero por si se entera. Kelly y yo competiremos por quien le dará el mejor regalo del mundo a Samuel y yo debo ganar. Así que piensa Jean. ¿Qué regalo le puedes dar a Samuel?
- ¿El sexo tal vez? - Fue lo que dijo Andrés interrumpiendo mis pensamientos.
- ¿Qué?
- Sabía que no me estabas prestando atención
- Lo siento, ¿Qué me decías?
- Va a ver una fiesta de disfraces el mes que viene aquí en el bar, todos los estudiantes de nuestra escuela están invitados, siempre y cuando sean de nuestra escuela y estén con un disfraz. Yo te estaba preguntando que si ya tenías un disfraz para la fiesta o al menos tienes idea - Me preguntó Andrés
- Ah, bueno yo...no tengo todavía un disfraz, pero quisiera vestirme de pirata o no sé, todavía no tengo idea de que quiero disfrazarme. Tengo mil cosas en la cabeza que tengo por resolver
- ¿Cómo cuáles? - Me preguntó Oscar
- No se que regalarle a Samuel por su cumpleaños
- ¿Qué tal chocolates? - Preguntó Héctor
- Piensa que son un exceso de azúcar
- ¿Dulces?
- No les encuentra mucho sabor
- ¿Gomitas?
- Esas le gustan, pero las azucaradas o enchiladas no le gustan
- ¿Qué tal un frasco lleno de gomitas? No es mala idea
- Si, puedo regalarle eso, pero no es suficiente, tiene que haber otra cosa
- Yo pienso que deberías preparar una cita romántica, dile que lo sientes, se besan apasionadamente y después a la cama, ¿Fácil, no? - Dijo Jonhy
- Dudo que eso pase. Y siento que una cita es muy común por un cumpleaños
- Piensa en algo que a Samuel le guste más que otra cosa, ¿Hay algo que Samuel desea?
- ¿Algo que desee? Creo que no hay nada
- ¿A ti desnudo? - Preguntó Oscar
- Le encanta verme sin ropa, se le cae la saliva de la boca cuando estoy en la cama arriba o abajo de él y siempre tiene en sus ojos esa mirada de lujuria
- ¿Qué tal si compras un pastel, entras a su casa, te quitas la ropa, excepto los boxers, te acuestas en su cama, te pones crema del pastel en todo tu cuerpo, luego esperas a que él llegué y tendrán sexo? - Propuesta de Oscar
- Lo voy a intentar
- Buena suerte con ello
- Salud
Chocamos las copas. Había olvidado que estábamos en el bar. Supongo que la propuesta de Oscar no es tan mala idea, solo debo saber que sabor de pastel es el favorito de Samuel. Ya tengo la llave, así que solo debo planearlo bien.

Samuel me dijo que lo viera en la biblioteca, pero al llegar al lugar donde siempre se sienta, no estaba. Así que fui a buscarlo en los pasillos en donde podría estar. Lo encontré en la sección de tecnología, estaba leyendo un libro. Me acerque lentamente hacia él, lo abrace
por sorpresa en la espalda, rodeando con mis brazos su cintura y recargando mi mentón en su hombro
- Soy yo
- Hola
- ¿Te asusté?
- No
- ¿Qué era lo que me ibas a decir?
- Hoy voy a ir a tu casa a trabajar con el videojuego
- Esta bien - 'Terminando el vídeo, haremos toda clase de juegos en la cama'
- Pero va a venir Francisco - 'Carajo'
- Está bien
- ¿No estás molesto?
- No
- Bien
- ¿Eso es todo?
- Si, nada más
- Por cierto
- ¿Qué?
- Dime, ¿Cuándo estás en la biblioteca tú piensas en lo que dije el otro día?
- ¿Qué cosa?
- "Yo nunca nunca he tenido sexo en una biblioteca". Fue lo que dije pero tú no me creíste
- Nunca he pensado en eso
- ¿Estás seguro?
- Totalmente
- ¿Y no quieres intentarlo?
- Estamos en la escuela y está prohibido
- ¿Pero quisieras?
- No - 'Yo se que si'
- ¿Al menos me dejas besarte?
- Solo está vez
- Como digas
Volteó su cuerpo a verme directamente a los ojos, se acercó a mis labios, nos besamos
apasionadamente. El sonido de nuestros labios se hacía cada vez más fuerte.
Separamos nuestros labios dejando un hilo de saliva entre ellos, nos miramos a los ojos y luego Samuel habló primero
- ¿Por qué eres tan bueno en esto?
- Porque cuando lo hago, pierdes el control
- Eres malo
- Y a ti eso te encanta
Lo besé de nuevo, Samuel rodeó sus brazos a mi cuello, yo recargué una de mis manos en el estante y la otra en su cintura.

Al día siguiente, Franck, Samuel y yo nos sentamos en el escritorio trabajando. No me molesta que Franck haya venido, me molesta que esté en medio de Samuel y yo. Cómo si tuviera suficiente presión.
- Creo que eso es todo, ¿Lo que queda se lo dejarías a Alejandro? - Me preguntó Francisco mirándome
- Si, yo le digo - Le respondí
- Okey - Sonó el celular de Samuel, se levantó y se fue a otra parte a contestar - Jean
- Dime
- ¿Puedo hacerte una pregunta?
- Si, adelante
- ¿Tú y Samuel están saliendo?
- ¿Por qué lo preguntas?
- Porque ayer los vi besándose en la biblioteca
- No lo sé. La verdad es complicado decir que él y yo estamos saliendo porque yo le dije lo que sentía y él solo se quedó callado, no me ha dado una respuesta todavía
- Samuel es una persona complicada, muy cerrada y también muy callada, no dice lo que siente
- Lo sé, pero igual voy a esperar el día que me diga lo que siente
- Suerte con ello
Samuel volvió de su llamada, seguimos trabajando. Después se fue Francisco, dejándonos solos. Pero después me pidió que lo llevara a casa, así que estamos en mi auto, rumbo a casa. Aproveché para preguntarle
- Samuel
- ¿Si?
- ¿Cuál es tu sabor favorito de un pastel?
- Cheescake de Oreo
- Creí que no te gustaba el chocolate
- No me como una barra de chocolate, pero si una galleta o un pastel, siempre y cuando no tenga chocolate a exageración
- Entiendo
- ¿Por qué me lo preguntas?
- Curiosidad
- ¿El tuyo cuál es?
- Chocolate con frutos rojos
- Bien
- ¿Harás algo en la noche el día primero de octubre?
- No. Solo lo normal, ir a la escuela, trabajo, casa y a dormir
- Genial
Antes de que se bajara del auto, nos dimos un beso largo, luego, entró a su casa avergonzado.

Hoy primero de octubre, es el cumpleaños de Samuel. Aparté en una pastelería su pastel favorito. En la escuela lo felicitaron unos compañeros. Después de la escuela, fui a la pastelería y luego fui a su casa.

Al llegar ahí, abrí la puerta, todavía no llega. Así que, tomé una cuchara de la cocina, entré a su habitación, puse el pastel cerca de la cama, me quité la ropa, unté crema en todo mi cuerpo, me acosté en la cama, y esperé a Samuel. Falta una hora para que llegue, puedo esperar.

Escuché la puerta de su casa, Samuel entró a la habitación, encendió la luz y al verme en su cama, semi desnudo, con crema de pastel de su sabor favorito, con una galleta en la
boca se quedó con la boca abierta.
- Feliz cumpleaños Samuel. Te compre un pastel, ¿Tú no quieres probarlo?

Tenía razón Oscar. Esto es lo que más le encanta a Samuel.

No Mientas Sobre Lo Que Sientes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora