Fiesta de disfraces.
Sinceramente, dudo que vaya a la fiesta del bar, él las odia, pero quisiera que fuera conmigo, aunque sea una hora tomando unos tragos mientras se burla de los demás por sus disfraces que para él son ridículos.
Si acepta ir, ¿No tendría también que llevar un disfraz? Si le digo, me va a decir algo como "Yo no tengo porque ir a una fiesta, tú sabes que las odio y además no tengo la intención de
ponerme un ridículo disfraz durante varias horas. Prefiero quedarme en casa jugando videojuegos en lugar de ir contigo a una fiesta en el bar a verme como idiota a lado tuyo"
Bueno, lo último dudo que lo diga, pero puede que me diga algo diferente. No importa que le diga o haga, Samuel no es de cambiar de opinión, dice algo y ese algo se cumple y no hay vuelta de hoja. Así que convencer a Samuel de querer ir conmigo disfrazado a una fiesta en
el bar por Halloween, me va a tomar mucho más tiempo de lo que creí.
Un rato después llegó Francisco, luciendo como un nerd que al mismo tiempo parece alguien común. Algo que muy pocos logran, al menos los nerds. Lo cité en la cafetería que
está cerca de la escuela, así que ahora que aceptó y llegó, espero que pueda ayudarme.
- Hola Jean
- Hola Franck
- ¿De qué querías hablar conmigo?
- Bueno, la verdad espero que puedas ayudarme con esto. Estoy un poco desesperado.
- ¿Qué pasó?
- Tú conoces a Samuel mejor que nadie - 'Lo cuál me molesta en cierta parte, porque desearía conocerlo como tú' - Por eso quiero hacerte una pregunta
- Okey
- ¿Cómo convenzo a Samuel de ir conmigo a la fiesta de disfraces que habrá en el bar?
- ¿Ah?
- Ayúdame, por favor
- Jean. Honestamente nunca le he pedido a Samuel que venga a una fiesta, siempre se niega
- Lo sé, pero debe haber algo que debería hacerlo cambiar de opinión, ¿No?
- Supongo que el único método para que Samuel asista a una fiesta, es que tú le rueges
- ¿Rogar?
- Así es
- Yo no le ruego a nadie
- No veo otra opción
- ¿Con rogarle funcionará?
- ¿Por qué crees que ha asistido a cada fiesta familiar? Su hermana le rogó para que fuera y funcionó
- ¿Y eso es todo?
- Si
- ¿Por cuánto tiempo?
- No sé, hasta que te diga que si
- Bueno, gracias Francisco
- De nada
Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que le rogué a alguien. Además de que no funcionó. Piensa otra cosa Jean. ¡Lo tengo!
Le pedí a Samuel que me acompañara a una tienda de disfraces, aceptó de mala gana. La tienda es grande y está llena de distintos disfraces, vampiros, lobos, brujas, diablas, monstruos, etc.
Me he disfrazado de todos esos en secundaria y preparatoria. Así que en esta ocasión, buscaré uno diferente, como un pirata, si no hay me voy a vestir de brujo o de diablo.
Encontré el atuendo perfecto, era el disfraz adecuado para mi, de mi talla y el último. Lo tomé. Estando en la caja para que envolvieran el traje, miré a Samuel, quien me veía con
mala cara, entonces, le pregunté
- ¿Qué ocurre?
- ¿Tú te vas a disfrazar de pirata?
- Si, ¿Por qué?
- Pienso que te verás bien
- ¿Cuál es el tuyo?
- ¿Qué?
- ¿Cuál es tu disfraz?
- No tengo ninguno
- Compra uno
- ¿Y por qué debería?
- Porque tú y yo iremos a una fiesta de disfraces
- ¿Disculpa?
- Tu y yo iremos a una fiesta
- ¿Quién demonios te dijo que yo voy a ir?
- Tu me lo dijiste
- Claro que no, mentiroso
- Samuel, por favor, ven conmigo a la fiesta
- Por supuesto que no, tu sabes que odio las fiestas
- Quédate conmigo una hora y luego te regreso a tu casa
- No, olvídalo
- Por favor - 'Tres súplicas y después le haré una oferta que tal vez no la pueda rechazar'
- No
- Por favor, Samuel - 'Las personas al rededor se nos quedan viendo, y las entiendo, un chico rogándole a otro chico es un poco extraño'
- No
- Por favor
- ¿Hasta cuándo vas a dejar de pedírmelo? - ‘Las personas me verán peor cuando diga esto'
- Voy a ser tu esclavo durante un mes si aceptas venir conmigo a la fiesta por una hora
- ¿Qué dijiste?
- Si aceptas venir conmigo a la fiesta por una hora, yo seré tu esclavo durante un mes entero
- ¿Por una hora?
- Si, es lo único que te pido, una hora
- ¿Por un mes?
- Así es
- Está bien
- ¿Eh?
- Voy a ir contigo, pero solo una hora
- Trato hecho.
Me dieron el disfraz y salimos de la tienda, las personas me miraron más extraño de lo que ya me veían.
Al estar en mi auto, hablamos más cómodamente
- Para la fiesta tienes que llevar un disfraz
- ¿Obligatoriamente?
- Si, o si no no te dejarán entrar
- Está bien
- ¿Dónde quieres que vayamos a comprar tu disfraz?
- Yo ya tengo uno
- Está bien, pasaré por ti a las nueve
El día de la fiesta me vestí con mi disfraz. Luego fui a la casa de Samuel, lo llamé para avisarle que estaba afuera de su casa, así que lo estuve esperando. Pasó cinco minutos y
luego lo vi enfrente de mi, vestido de traje con un sombrero.
- ¿Tu disfraz es de un detective de los 40’s?
- Así es, ¿Por qué?
- No, por nada. Te ves bien, encaja contigo perfectamente
- ¿En serio?
- Si, el traje color negro, corbata azul marino, camisa blanca, pantalones negros, zapatos de esa época, saco grande color café claro y un sombrero típico de esa época. Realmente encaja contigo
- Gracias, igual tu te ves bien
- Gracias.
Llegamos a la fiesta, entramos al bar, el ambiente estaba entretenido. Muchos disfrazados, bailando, tomando bebidas, yo le tomé la mano a Samuel, quien la apretó con fuerza,
parecía nervioso.
Buscamos una mesa, nos sentamos y pedí unos tragos. Los meseros estaban con sus trajes y con maquillaje de calavera y un sombrero.
Mientras tomaba los tragos, varios compañeros me saludaban, miraban con confusión a Samuel sentado junto a mi, pero no le dieron importancia, tomaban un trago y luego se iban.
Por supuesto que mis mejores amigos no se quedaron atrás. Ellos vinieron y se sentaron conmigo y con Samuel. Por suerte estaba Francisco, así Samuel no se sentiría tan mal.
Comenzamos a platicar y tomar tragos, criticando el disfraz de cada uno de nosotros. Casi todo el tiempo, Samuel tenía la boca cerrada, de momento hablaba con los chicos y con Francisco.
Al pasar la hora cumplida de condena de Samuel, me di cuenta de que estaba un poco ebrio. Creo que se tomó veinte vasos de tequila, pero se los tomó muy rápido, tal vez por
eso es que está así.
Yo todavía no estaba ebrio, llevo cinco vasos de tequila, tengo una buena tolerancia al alcohol.
Así que es hora de irnos, no quiero ver qué hará Samuel estando en estado de ebriedad.
Les prometí a los chicos que volvería a beber con ellos otro día hasta amanecer para que me dejaran ir, pero ese no fue el problema. El problema fue Samuel quien no paraba de maldecirme. De la mesa al estacionamiento, balbuceaba cosas sin sentido.
Cuando llegamos a mi auto, nos recargamos en la parte de la ventana del copiloto, acorrale a Samuel con mis manos de cada lado de su cuerpo, es de noche y no estaban pasando
personas. Me miró tomando mi cara con su mano y acariciando mi mejilla, y mientras lo miraba los ojos, me dijo:
- Eres tan jodidamente atractivo, no importa lo que vistas, todo te queda bien y cuando tengo sexo contigo, tienes una expresión muy erótica. Eso me gusta mucho de ti
La misma mano que antes estaba en mi mejilla, pasó a mi cuello y me jalo para besarme con deseo.No puedo creer que esto está pasando.
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No Mientas Sobre Lo Que Sientes.
Genç KurguJean tiene una vida complicada, al tener que vivir con su media hermana y su hermanastra; que al parecer las dos lo odian, especialmente la hermanastra. Un día en la escuela, conoce a Samuel, a primera vista se enamoró de él, así que hará todo lo p...