Tu y yo en la cama.
Pasaron unas cuantas semanas. Samuel y yo seguimos igual que antes. Solo que cada vez, trato de ir más allá que solo besarnos. Siempre están interrumpiendo. Honestamente ya me cansé de esperar. No le puedo decir que ya quiero llevarlo a la cama porque voy a parecer
un loco pervertido. No quiero que crea eso de mi… aunque muy en el fondo, estoy casi seguro que cuando Samuel me conoció eso fue lo que pensó de mí y ahora que los dos nos
hemos tocado, besado y demás, es claro que Samuel ya tiene otra opinión sobre mi. Pero aún así es preocupante.
Me dijo que quiere tener sexo conmigo, pero cada vez que estamos a punto de llegar al siguiente nivel, somos interrumpidos. Yo trato de tener paciencia con Samuel pero a veces siento que se me acaba de un momento a otro. Mi cabeza explotará si seguimos haciendo esto.
- Su orden está lista señor - Me dice una señorita en la entrega de comida rápida
- Gracias.
Le pagué, tomé mi comida, fui a mi auto y comencé a comer mientras escuchaba música. Pedí una hamburguesa con papas y un refresco. A mitad de la comida, me llamo Samuel, yo le contesté.
- ¿Hola?
- ¿Te interrumpo?
- No, ¿Pasa algo?
- Quería decirte que el videojuego va muy bien. Si Fernando cumple con los requerimientos que le pedimos, lo tendremos casi listo.
- ¿Le dieron otra oportunidad?
- Fue Francisco quien se la dio, si por mí fuera no se la hubiera dado
- Te creo ¿Cómo se va a llamar el videojuego?
- Aún no tenemos un nombre. Se lo daremos cuando los detalles principales estén listos. Una vez hecho eso, lo demás vendrá después
- ¿Y de qué va tratar?
- Un juego de acción en donde tienes que escapar de una prisión mediante acertijos matemáticos
- ¿No crees que es muy difícil?
- No para quien le guste las matemáticas
- ¿A quién se le ocurrió la idea?
- A Francisco y a mí. Fernando solo apoya y aprueba nuestra idea
- Pienso que deberían cambiar la idea del videojuego
- ¿Por qué?
- No todo el mundo sabe descifrar acertijos y menos si son matemáticos
- ¿No te gusta?
- Me gusta que hay que escapar de una prisión, pero no de esa manera.
- ¿Eso fue un sí o un no?
- Fue un...¿Si y no?
- ¿Me estás preguntando o me estás respondiendo?
- No me gusta mucho tu idea
- Lastima - 'Cambia de tema mientras te diriges a su casa'
- ¿Qué estabas haciendo antes de llamarme?
- Tarea
- ¿Necesitas ayuda?
- No, gracias
- ¿Qué otra cosa hiciste a parte de la tarea?
- Nada ¿Qué otra cosa crees que haría?
- No sé, tal vez tocarte mientras ves mis fotos - Se quedó en silencio un momento - ¿Lo hiciste antes de llamarme?
- Si lo hice no deberías saberlo
- Me encantaría verte tocándote cuando ves mis fotos. Me preguntó que harías si me tuvieras en tu cama estado semi desnudo - Se quedó callado - ¿Eso quieres?
- No voy a responder a eso
- Apuesto que lo imaginaste ¿Cierto? Yo estando en tu cama, estando en boxers, de seguro harías muchas conmigo estando así ¿Verdad? - Se lo dije de manera seductora.
- No sigas hablando
- ¿Te excita mi voz cuando hablo de manera erótica?
- Deja de hablar - Su voz está agitada
- Quieres que esté en tu cama, así me podrías tocar todo lo que tú quieras y podrías estar arriba de mi, montándome con locura.
- Jean - Está jadeando mi nombre 'Que bueno que ya estoy en las escaleras de su edificio'
- Me estarías llamando de esa forma en la cama cuando estés a punto de llegar al clímax.
- Ah - Salió un gemido de su boca, estando en el teléfono
- Deseas que en lugar de tu mano, fuera la mía, tocándote como a ti te gusta. Rápido y apretado mientras te beso los labios, chupo tus labios, tu lengua y tu cuello.
- Ah ah ah haaaah Jean
Dime ¿Me deseas? ¿Me quieres en tu cama? - Estoy en su puerta, me alegra haber traído lubricante y protección
- Ah ah si...si… te deseo en mi cama justo ahora...ah ah haaaah Jean
- Eso quería escuchar Samuel - Toque su puerta tres veces
- ¿Qué demonios? - Preguntó y yo sonreí
- ¿Qué sucede? - Fingí preocupación al decirle eso
- Alguien toca mi puerta
- Ve a abrir, puede que sea importante
- ¿Puedo colgar?
- Si, adelante
Colgó la llamada, yo guardé mi celular, esperé que abriera y cuando lo hizo jadeó de sorpresa. Me vio con la boca abierta. Yo me acerqué lentamente hacia delante, rodeé su
cara con mis manos y le dije
- Sorpresa
Samuel rodeo sus brazos alrededor de mi cuello volviéndome a besar. Puse mis manos en su cintura, empujé a Samuel contra la pared y lo besé.
Después lo cargué y lo llevé directamente sobre la cama, estando arriba de Samuel, comencé a lamerle y chuparle el cuello, para luego apretar sus caderas y deslizar mis
manos en sus muslos. Una de mis manos la deslice sobre su ingle
- Ah
Un gemido salió de su boca, esto prueba que Samuel está tan excitado como yo lo estoy. Le desabroché los pantalones y se los quité junto con el boxer para encontrarme con su
miembro erecto. Miré su miembro, tome aire, me agache y comencé a chuparle su pene.
- Ah ah ah
Este sabor salado y extraño no me detuvo, al contrario lo chupe con más intensidad.
- Ahhhhhhhhh
Lamidas, mordidas, chupadas, mi lengua haciendo círculos en la punta, hace que Samuel se estremezca, gima de placer, su mano jalándome el cabello y gritando mi nombre provocó un orgasmo en Samuel, sentí ese líquido que golpeó mi garganta con fuerza y me trague su semen.
Miré a Samuel quien estaba cubriendo sus ojos con su brazo, me acerqué a su cara, le quité el brazo y lo besé. Nuestros labios húmedos se pegaron por un rato y luego los
separamos dejando un hilo de saliva entre ellos.
Nos quitamos la ropa tirándola al suelo. Tomé de mi chamarra una caja de condones y un lubricante, lo arrojé a la cama. Tomé el lubricante y apliqué una cantidad generosa sobre
mis dedos. Miré a los ojos a Samuel mientras metía poco a poco mis dedos dentro de él, los moví lentamente para no lastimarlo, así podría también encontrar un punto dulce. Su interior está rígido y estrecho. Lo estoy tocando tan descaradamente que provoco muchas sensaciones
en Samuel que jamás había visto. Pasaron unos minutos, sentí que realmente ya estaba Samuel para lo siguiente. Espero no lastimarlo. Saque mis dedos, extendí su trasero con
ambas manos y metí mi pene poco a poco en su entrada.
- Ugh ah ah haaaah
Samuel se estremeció con el ceño fruncido. Puse la mitad dentro, pero no me moví de inmediato, esperé un rato para no lastimarlo, así que empujé mi pene poco a poco. Samuel
abrazó mi cuerpo caliente, fue entonces que empecé a mover la cintura. Lentamente al principio, mientras se acostumbraba a esta sensación placentera.
- ¡Ah!
Cerró sus ojos con fuerza y giró la cabeza a un lado. Yo le agarré su mejilla para verlo detalladamente. Vi un rostro atractivo y guapo, me sentí afortunado de que nadie más que
yo pudiera ver está hermosa expresión. Lo besé dulcemente para luego comenzar a aumentar la intensidad de las embestidas que le daba a Samuel. Creo que estoy un poco fuera de control.
Las manos de Samuel acariciaban mi espalda, a veces sus brazos me estrangulaban el cuello. Descubrí que su cuerpo es muy sensible, que temblaba y reaccionaba cada vez que
daba a un lugar en especifico que lo hacía volver loco de placer y que sus gemidos salen de manera erótica.
- Aahhh, uhhh, mmm, ahh...
- Sa...muel...ahh
- Oh, ah... haha...haaaah...
- ¿Estás bien?
Le pregunté mientras colgué una pierna sobre mi hombro y sostenía sus caderas en el aire.
Un gemido fuerte salió de su boca, luego Samuel agarró mi cuello y comenzó a mover sus caderas de arriba a abajo.
Pronto se sacudió agarrando el ritmo en el movimiento. Esta sensación es tan placentera como erótica.
Estamos a punto de llegar al clímax, por lo que le di a Samuel más profundo y rápido. Estoy
perdiendo completamente la compostura, estoy dejándome llevar por el instinto.
- Uhhhhhhh... ¡Ah, ah, ah! Jean…
- ¡Ah! ¡Aah! Ah haaaah...Samuel...
- ¡Se siente muy bien!
Gritó Samuel entre gemidos y jadeos, con un movimiento mucho más rápido. Hasta que con una voz llena de placer, un gemido fue gritado por la boca de Samuel. Este placer
que sentí fue tan excitante, sentimos un calor intenso en todo nuestro
cuerpo.
Al recuperar nuestras respiraciones, nuestros labios se juntaron. Al separar los labios, nos miramos y Samuel hablo
- Jean
- Dime
- Quiero más
- ¿Más qué?
- Quiero que lo hagas otra vez
- ¿Otra ronda?
- Si, por favor
Lo volví a besar dulcemente para luego sacar mi pene de su interior. Me quité el condón, me puse otro, lo volteé y levanté sus caderas. Abracé su espalda desde atrás frotándome en su trasero y le dije al oído con voz erótica:
- Está noche será larga para ambos.
Tuvimos sexo casi toda la noche. Fue hasta las cuatro que nos detuvimos y nos fuimos a dormir desnudos, abrazándonos fuertemente.
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No Mientas Sobre Lo Que Sientes.
Roman pour AdolescentsJean tiene una vida complicada, al tener que vivir con su media hermana y su hermanastra; que al parecer las dos lo odian, especialmente la hermanastra. Un día en la escuela, conoce a Samuel, a primera vista se enamoró de él, así que hará todo lo p...