Capítulo 34

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Reconciliación.

Estuve pensando las cosas a detalle y tomé la decisión de hablar con Samuel, al fin. Así que aquí me encuentro, en el lugar donde mi mamá me trajo un día, antes de morir. Una playa cerrada, la reja tiene candados de varios colores, aquí solo puedes arrojar llaves, tirar basura y es una multa muy alta que pagar. Lo llamé en la mañana y le pedí que nos viéramos hoy en la tarde, espero que venga, es tiempo de que yo hable con él, no puedo odiarlo toda la vida y tampoco quiero estar sin él.

Pasó una hora y llegó Samuel en un taxi, vestido con colores oscuros. Sin gorra, debo admitir que se ve mejor de lo que recordaba. ¿Hace cuánto que no hablamos? ¿Uno o dos meses?

Caminó hasta mi, recargando sus manos en la reja, mirando el paisaje

- Hola - Le dije después de un momento de silencio. Recargando mi cuerpo en la barda, con las manos en la reja, mirándolo fijamente
- Hola - Respondió sin mirarme - ¿Por qué me citaste aquí? Creí que ya no querías hablar conmigo
- Durante el tiempo que estábamos separados, pensé en las cosas que habían pasado entre tú y yo. Me porté como un niño y no te escuché, lo siento por eso, se que tal vez no lo harás, pero quisiera escuchar todo lo que quieras decirme, por favor
- Yo...me sentí de lo peor cuando te lastimé, no debí hacerlo, lo reconozco, cometí un error. Lo siento mucho - Su voz, pareciera que está a punto de llorar - Quería hablar contigo, para decirte que fuí un tonto al dejar que Kelly me besara, que no debí hacerlo y que debí darle más importancia a la promesa que te hice, pero dejé que todo se viniera abajo y no pude dormir durante semanas. Tenía pesadillas todo el tiempo, no lograba concentrarme en la escuela. Odiaba sentirme así, jamás lo había experimentado - Tragó saliva y continuó - Entendía perfectamente que no deseabas verme, te había traicionado muy fuerte y no querías perdonarme, yo lo entendí, así que decidí dejar de insistir y espere a que la situación se calmara un poco. Hasta que te vi con él - Se estaba aguantado las lágrimas - Yo...me sentí muy mal, me quedé en shock muchos días, tratando de comprender porque lo habías hecho - Comenzó a llorar, bajando un poco su cabeza y aparentando el agarre de sus manos. Yo bajé la mirada, nunca lo había visto llorar de esa forma, así que me sentí terrible al verlo. Habló de nuevo con un hilo de voz - Intenté borrar esa escena de mi mente, pero se repetía una y otra vez, tuve peores pesadillas, no dormía en toda la noche, empecé a bajar de calificaciones. Todo en vida iba mal, fue ahí cuando supe cómo te sentiste, me lo estabas cobrando. Querías que entendiera, de la peor manera como te sentías por lo que yo te hice. No sé si debería agradecerte u odiarte
- Lo siento. Pero yo sufría cada día desde que me enamoré de ti. Yo me la pasé deseando que al fin dejarás de ser ese niño perfecto que tus padres quieren que seas y que al fin estés libre de hacer lo que se te da la gana
- Hablé con mis padres. Yo les expliqué todo, pero no sé lo tomaron muy bien
- Era obvio, su único hijo es gay y está... - Me detuve, iba a decir que está enamorado de mi, pero no es cierto
- Dilo, di lo que ibas a decir
- Con todo esto, no sé si realmente me quieras todavía. Tú siempre te has negado a aceptar que me amas y ahora con lo que te hice, yo no estoy seguro de que todavía sientas algo por mi. Lo entendería si me dijeras que no
- Por un momento dudé de ti, dudé de que tal vez ya no me querías, pero aún así, tenía la ligera esperanza de que todavía me quisieras, que me amabas lo suficiente para perdonarme
- Cuando estaba con él, yo pensaba en ti, deseaba que fueras tu, te extrañaba mucho. Quería sentir una vez más tu cuerpo junto al mío, tenía tantas ganas de volver a abrazarte, besarte, respirar tu olor, sentir tu presencia, que tus manos tocaran mi cuerpo. No soporto estar sin ti
- Mi cama donde tantas veces dormimos juntos, se quedó impregnado tu olor. Recordaba tus manos, tus labios, lengua y aliento, recorriendo cada centímetro de mi cuerpo provocando sensaciones de placer y satisfacción. Mi cuerpo te recordaba muy fuerte.
- Yo en verdad lo siento mucho Samuel - Lo miré y quería tomarle la mano, pero me detuve - Lamento todo lo que te hice pasar, siento mucho no haberte escuchado desde el principio, perdóname - Volteó a verme, sus ojos están rojos y su rostro tiene una expresión triste y desolada
- Jean, yo te hice daño y me lo cobraste, debería ser yo quien te suplicará perdón y que me dieras una oportunidad, pero sinceramente no me la merezco
- Pero te arrepientes y quieres tratar de arreglarlo, eso me basta para que poco a poco te perdone
- Después de todo lo que ha pasado, ¿Quieres perdonarme?
- No al 100% pero si poco a poco
- No vamos a tener la misma relación que teníamos antes, ¿Cierto?
- Ya lo veremos con el tiempo, no hay que apresurar las cosas
- Está bien, gracias
- No me lo agradezcas

Volteé a ver el paisaje, estando de frente. Espero que esta vez sea diferente, no creo poder soportar otra traición de Samuel. Mis amigos me preguntarán porqué volví con él, pero si en verdad está vez será diferente, entonces quisiera estar a su lado.

Después de un rato de silencio habló Samuel
- Jean
- ¿Mh?
- ¿Me dejas abrazarte? Por favor - Me esperaba escuchar otra cosa, aunque solo es un abrazo, no hace daño a nadie
- Está bien - Así que acepte, extendí un poco mi brazo derecho, mirándolo con una leve sonrisa
- Solo será un poco

Se acercó a mí lentamente, colocando sus brazos alrededor de mi cintura, poniendo su cabeza en mi pecho, cerca de mi corazón. Con mi brazo acaricié su cabeza y parte de su espalda.

Había olvidado cómo se sentía que me abrazara, aparentando mi cuerpo como si temiera que escapara, respirando profundamente mi aroma junto con mi perfume, escuchando su respiración.

Algo que adoro de Samuel, es que me abrace fuerte. Extrañaba tanto esto.

No Mientas Sobre Lo Que Sientes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora