No Mientas Sobre Lo Que Sientes.

Capítulo 40

Las palabras que tanto quería escuchar.

Llamé y llamé a Jean tanto como pude, pero no me contestaba, por lo que lo busqué en todas partes, tampoco lo encontré. Hasta que recordé el lugar donde nos reconciliamos. Deseaba en lo más profundo de mi corazón que no se haya ido.

Cuando me estacioné, vi su auto y miré al rededor para ver dónde estaba y lo vi. Recargado en la barda, de brazos cruzados. Corrí hacia Jean y al estar frente a él, me miró y sus ojos se abrieron, está muy sorprendido.
- Samuel. ¿Qué haces aquí? - Fue lo que pregunto al verme
- Pensé que te habías ido para siempre
- Estaba a punto de irme, pero dime ¿No se supone que deberías estar en tu boda?
- No pude hacerlo, no pude. Escapé de la boda
- ¿Y viniste hasta aquí? ¿Por qué?
- Porque te amo
- ...¿Eh? ¿Qué dijiste? - Su boca se abrió ligeramente y sus ojos se abrieron en su totalidad
- Te amo Jean
- Samuel...
- Lo siento si tardé demasiado tiempo en decirte, tenía miedo de que algo malo pasara si lo decía tan pronto, pero me di cuenta que las cosas empeoraron al no decirte y lo siento. No estaba tan seguro de que te amaba, es la primera vez que me siento así por alguien, así que tuve pánico y no sabía lo hacía, creía que estaba haciendo lo correcto, pero me equivoqué.
- No se que decirte
- Quiero irme contigo, quiero estar contigo, no quiero volver a separarme de ti, por favor. Dame una última oportunidad para demostrarte que te amo tanto como tú me amas a mi
- ¿De verdad vas a estar por el resto de tu vida conmigo?
- Si, te amo y lo único que quiero es estar contigo, no quiero volver a estar sin ti. La pasé terrible cuando nos separamos, por favor Jean no me dejes otra vez
- No lo haré, jamás voy a dejarte. Te amo Samuel y aunque te tomó mucho tiempo aceptarlo, sabía que vendrías a buscarme
- ¿Qué? ¿Lo sabías?
- Tuve la ligera esperanza de que escaparías de la boda y vendrías a buscarme aquí a la playa donde nos reconciliamos. Así que vine a esperar, te lo dije, yo te iba a esperar hasta que por fin admitieras que me amabas. Y ahora que lo hiciste, vamos a escapar e irnos juntos a vivir
- Está bien
- Te amo
- Y yo a ti

Nos besamos como nunca antes nos habíamos besado, mis brazos rodeando su cuello, junto con su nunca para profundizar más el beso, sus manos rodeando mi cintura.

Aunque yo esté con el traje de mi boda, Jean está vestido como la primera vez que lo vi. Lo amo tanto.

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A los pocos meses todo fue felicidad.

Samuel y yo nos fuimos juntos al otro lado de la ciudad, donde estaba mi trabajo y mi nuevo hogar. No volvió a la casa de sus padres, más que por sus cosas y para decirles que se iba conmigo. Kelly obviamente estaba furiosa, pero igual no hizo nada.

Los chicos me regañaron y me felicitaron por las acciones que hice, pero igual me apoyaron.

Samuel buscó trabajo de su carrera, lo consiguió a las pocas semanas de empezar a vivir conmigo y yo comencé a trabajar en la empresa de mi tía. Claro que al principio fue difícil, porque pasábamos todo el día en el trabajo y en las noches estábamos juntos. Platicando durante largas horas, cenando la comida que preparábamos, ayudándonos en nuestros trabajos y por supuesto, un día de descanso de nuestros trabajos, nos la pasamos revolcándonos.

Nuestros padres no nos vinieron a buscar después de que nos fuimos. Solamente Jesse y la hermana de Samuel, eran las únicas que se preocupaban por nosotros. Así que prácticamente todo se arregló.

Pasamos por muchas cosas, pero al final, valió la pena, ahora estábamos juntos. Todo es felicidad. He pensado en proponerle matrimonio a Samuel, pero siento que es demasiado para eso. Además hemos estado muy ocupados como para eso, pero tal vez un anillo pueda significar mucho.

Así que el día de nuestro aniversario, le preparé una cena especial. Cuando llegó Samuel, se llenó de ternura y amor. Me besó y después nos pusimos a comer
- ¿Alguna razón por la cuál estemos cenando?
- Es nuestro aniversario, ¿Lo olvidaste?
- Nunca lo olvidaría, es una fecha especial para mí, la recuerdo muy bien
- Por eso te tengo un regalo
- ¿En serio?
- Si - Me levanté de mi asiento, fui al suyo, estando frente a él, me arrodillé, saque la caja del anillo, la abrí y sus ojos casi le salían lágrimas - Es un anillo de promesa, significa que yo te prometo que no importa que pase entre tú y yo. Te voy a amar por el resto de mi vida, así haya personas que traten de separarnos, yo no voy a dejar que te alejes de mí. Te voy a amar como nunca antes he amado a alguien. Te amo Samuel
- ¿Por qué siempre tus palabras románticas me hacen llorar? Igual no importa. Yo te amo Jean y yo te prometo que pase lo que pase, no voy a dejar de hacerlo. Te amo y siempre te lo diré cada día para que no lo olvides.

Sonreímos y luego nos pusimos los anillos, luego de eso Samuel tomó mi cara, rodeándola con sus manos para luego besarnos con amor. Yo me levanté y lo cargué, colocando una mano en medio de sus rodillas y en otra en su pecho hasta la habitación. Ahí lo acosté en la cama y comenzamos a desvestirnos mientras nos repartimos besos y caricias que de pronto subieron de tono.

Hicimos el amor, casi toda la noche, había extrañado tanto que era tener al amor de mi vida junto a mi en una cama, sentir sus labios, sus manos y su voz haciendo eco en la habitación y en mis oídos diciéndome cuánto me amaba.

No hay duda, yo amo tanto a Samuel. Cuando acabamos, nos acostamos, abrazados uno al otro, mirándonos fijamente mientras recobrabamos el aliento. Yo le dije a Samuel antes de que nos quedaremos dormidos

- Te amo Samuel

Él me sonrió dulcemente y luego se acercó a besarme muy lentamente, saboreando mis labios con mi lengua para luego decirme lo que tanto había anhelado escuchar desde que lo conocí, hasta la fecha que se cumplen tres años

- Te amo Jean

Cerró sus ojos y se acurrucó en mi pecho, abrazando mi cintura. Yo le di un beso en su frente y luego de acariciarle el cabello un rato me dormí abrazado a su cuerpo. Desde que llegamos al departamento hasta hoy, ha sido lo mejor que me ha pasado.

Fin