Capítulo 37

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Graduación.

Al despertar, lo primero que ví al abrir los ojos fue a Samuel, dormido profundamente, con una expresión de tranquilidad, esa facción en su rostro es la que más me gusta ver de Samuel, lo observé mucho más tiempo hasta que despertó a la media hora. Al abrir sus ojos, me miró y me sonrió de manera tan dulce, tal como lo recordaba, le acaricié el rostro, volvió a cerrarlos ante la caricia, delineé sus labios rojos e hinchados de tanto besarnos. Sin duda, esta es una escena tan hermosa que jamás me cansaría de ver.
- Buenos días - Hablé primero
- Buenos días
- ¿Cómo te sientes?
- De maravilla ¿Y tú?
- Como nunca
- Gracias por lo de anoche, jamás había dormido tan profundamente
- No hay de que, ¿Quieres que te preparé algo de desayunar?
- Si, quiero pan francés, ¿Puedes?
- En seguida

Le di un beso en su frente, me levanté de la cama, fui al baño a bañarme y después a la cocina para prepararle el desayuno.

Estando en la mesa, desayunando, platicamos sobre la graduación
- Samuel
- Dime
- ¿Tienes planes para la graduación?
- ¿Osea tener un traje?
- Ajá si
- Un traje no tengo, pero sinceramente no tengo muchas ganas de ir al baile
- ¿Por qué no?
- No sé, ¿Tú vas a ir?
- Si, deberías ir, será divertido
- Bueno, lo voy a pensar
- Okey

Semanas más tarde, fui a varias tiendas a comprarme un traje color rojo con negro, ideal para mí.

Terminé todo lo que tenía en la escuela, exámenes, tareas, proyectos, etcétera. Aprobé todas las materias y prepararé también todo para irme luego de la fiesta de graduación. Nos tomaron la fotografía grupal e individual, con nuestra toga y birrete de color dorado con azul marino. Muchos de nosotros nos estábamos tomando fotos, algunos recibieron regalos.

Después de las fotos, nos fuimos de fiesta, al bar "El Gorro Negro". Luces de color amarillo, una pista de baile enorme junto con el karaoke disponible, mesas llenas de recuerdos, con manteles blancos, está vez fue otro bartender que atendió la barra, Andrés y Héctor estaban en la graduación, vestidos de trajes elegantes, cada uno de nosotros venía con sus parejas. Los compañeros estaban llegando y acomodándose en sus asientos, de la nada también vi a Samuel, vestido con un traje color azul claro, ese color le queda muy bien. Me sonrió y después se sentó junto con sus demás compañeros, no había mucha distancia entre nuestras mesas, intercambiamos miradas cada cierto tiempo.

Cuando todos estaban en sus asientos, llegó la comida y las bebidas, junto con el entrenamiento, que por supuesto fue la estrella del bar elegante, pareja de Héctor. Adrián Velázquez. Era obvio que estaría aquí como cantante, es una estrella. Estando el ambiente tan relajado, como siempre es en una graduación, le mandé mensaje a Samuel, quién obviamente no tardó mucho en responder, parecía que esperaba mi mensaje.
- Hola, ¿Te estás divirtiendo?
- Hola, sabes que no me gustan las fiestas, pero estás aquí, eso hace que pueda soportar esto
- ¿Estando yo puedes soportar lo que sea?
- Algo así, depende de la situación
- ¿Quieres ir a mi auto a tener un momento de respiro?
- ¿Un respiro? No creo que sea lo único que haremos en tu auto
- ¿Quieres hacer otras cosas?
- No, no quiero que nadie vea lo que estamos haciendo
- Nos hemos besado y tocando como una pareja ante toda la escuela, ¿Qué diferencia hay entre si nos ven teniendo sexo? Muchos de nuestros compañeros están teniendo sexo
- Eso no justifica que debamos también
- Me extrañas mucho, eso puedo verlo
- No es cierto
- Ah, ¿No?
- Claro que no y de ser así, ¿Cómo sabes con exactitud que te extraño?
- ¿En serio quieres que te lo diga?
- Si, me da curiosidad
- Está bien, te lo diré, pero si te pones duro, estaré en mi auto esperándote
- Lo dudo mucho
- Yo se que no lo vas a admitir, te cuesta mucho trabajo admitirlo, es como si lastimaras tu orgullo - Me levanté de mi asiento y les dije que estaré afuera fumando, claro que es una mentira porque yo no fumó, estando recargado en mi auto seguí escribiendo
- Jean, sabes que odio admitir cosas que claramente no son ciertas
- Eso dices, pero yo sé que te mueres por tenerme de nuevo en tu cama, deseas tanto como yo, estar juntos en ella, sin ropa, acariciando cada centímetro de nuestro cuerpo, besando cada lugar que nos gusta tanto, dejar marca, tatuada en nuestra piel, escuchar nuestras voces, gimiendo y jadeando por ese placer carnal que solo tú y yo nos provocamos uno al otro con tan solo una mirada, una caricia e incluso un beso...
- ¿Cómo haces eso? - Me Interrumpió
- ¿Qué cosa?
- Conoces con exactitud que es lo que más deseo sin siquiera decirte. Me conoces demasiado bien, aunque estuvimos separados, solo provocó...que tú y yo queramos más uno del otro
- Te lo dije, Samuel. Yo sé con exactitud quién eres, te conozco tanto en cuerpo como en persona
- Estando en tu auto, ¿Podemos solo hacer una cosa?
- ¿Y qué quieres hacer?
- Quiero besarte hasta que me dejes sin aire
- ¿Solamente quieres eso?
- Si
- ¿No quieres otra cosa?
- ¿Cómo qué?
- Mi entre pierna en tus manos o dentro de ti o en tu boca
- Jean...si sigues así...voy a ponerme duro
- Ven a mi auto, me haré responsable
- Vamos a ensuciar la ropa
- Tendremos cuidado de que no pase
- ¿Por qué contigo siempre acepto las cosas malas?
- No son malas, son normales entre parejas o bueno, entre dos personas que quieren tener sexo
- Si fuéramos una pareja, lo haría todo el tiempo contigo
- ¿Podrás resistirlo?
- Claro que sí
- Habría que hacer una prueba
- Algún día
- Mientras tanto, ven a mi auto y te besaré todo lo que quieras
- Dame cinco minutos
- Te espero aquí en el estacionamiento

No pasaron ni cinco minutos, cuando Samuel llegó a mi auto, yo le sonreí, alcé un poco su mentón, tomándolo gentilmente, besándolo, hasta que sus manos rodearon mi cintura. Después del beso, me sonrió.
- Samuel
- ¿Si?
- ¿Quieres bailar conmigo?
- Nos verán de manera extraña si bailamos
- Eso lo dudo
- Pero aún así
- Solo una canción, ¿Puedes?
- Está bien, pero ya está que no haya nadie
- Bueno

Estuvimos platicando un rato y después nos besamos hasta que empezó el baile. Muchos estaban bailando canciones lentas y románticas. Hubo una en especial que le dedicaron a Héctor, una antigua, pero igual de romántica. En ella Héctor y Adrián empezaron a bailar, de ahí le siguió Oscar con Alejandro, después Andrés con Omar, que por alguna razón, vino a su graduación pese a que es un chico de preparatoria, aunque ya es mayor, también se puso a bailar Jonhy con Francisco, pensé que no se pondrían a bailar. Sin preguntarle nada a Samuel, solo tomé su mano, lo lleve a bailar, poniendo mi mano en su cintura, junto con la otra mano en el aire a la altura del hombro, Samuel recargó su mejilla en mi hombro.

Muchos de los que estaban, no dijeron nada, de hecho nos admiraban de alguna forma, tomando fotos y brindando por el equipo de basketball con sus parejas.

No imaginé que la graduación sería de esta manera, estoy feliz de bailar con Samuel, aunque sea una canción.

No Mientas Sobre Lo Que Sientes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora