Capítulo 1

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-Lárgate de aquí monstruo… no queremos que le hagas daño a los demás niños … sucio animal…- la matrona del orfanato lanzó al pequeño rubio a la calle…insultándolo… antes de irse pudo sentir una patada en sus costillas… el pequeño sabía que en la calle corría peligro… la aldea lo odiaba… si se daban cuenta lo matarían… inmediatamente corrió entre callejones… hasta salir del área urbana entrando al bosque… el niño olvidó cómo era hablar con la gente, al inició trataba de comunicarse, pero fallaba enormemente al querer que los demás lo aceptaran… lo único que recibía eran insultos y golpes… ni una sola vez… alguien se detuvo a ayudarlo o auxiliarlo… 

El pequeño comía de los desechos que encontraba en la basura del orfanato…. dormía en el suelo de la habitación enorme, era una habitación mixta, dormía con una simple manta mullida,  dónde todos los demás niños dormían en agradables futones y con mantas cálidas, pasaba noches de frío que ya no le afectaban… había terminado por acostumbrarse a esa vida… sabía que el mundo lo despreciaba y era cuestión de tiempo para ser echado del lugar, ese día había llegado…

Corrió tan adentro en el bosque que terminó por darse cuenta que estaba perdido… bajó su cabeza triste… tenía ganas de llorar pero no le salían más lágrimas… cuando era pequeño lloraba diario y constantemente, la gente se enojaba aún más y los golpes aumentaban…. lloró hasta que un día sus lágrimas se terminaron, simplemente ni una sola lágrima más salió… podía verse en el espejo del baño que rara vez usaba, no tenía permitido bañarse… sólo hacer sus necesidades, dónde aprovechaba para limpiarse con poca agua y papel rápidamente… su cabello era largo y descuidado… estaba lleno de nudos y suciedad… sus ojos antes azules ahora eran un gris pálido, que le daban una apariencia muerta… era exageradamente delgado… su cuerpo estaba desnutrido, podían verse los huesos de sus costillas y hombros, las mejillas que debían estar gorditas como en los demás niños, en él lucían sumidas y huesudas…

El pequeño sabía que un día próximo moriría de inanición… no sabía cazar, ni cocinar… lamentó su miserable vida con apenas seis años…giró su cabeza a ambos lados y continuó su camino… nunca había estado en ese lado del bosque… continuó caminando sin detenerse… 

Estaba tratando de orientarse cuando escuchó un río cerca… corrió hasta que el bosque se convirtió en piedras blancas junto a un acantilado, podía verlo desde abajo,  era alto y escalofriante, había una cascada con un río cristalino… se acercó a él, con miedo y con mano temblorosa tocó el agua, temía caer y morir… cuando tocó el agua sonrió ligero, estaba tibia… con sus dos manitas sacó agua y comenzó a beber, nunca había tomado agua tan limpia o que no fuera de tubería… se sentía tan refrescante… cuando acabó de tomar agua levantó su carita buscando un lugar donde refugiarse… hasta que observó algo que llamó su atención, se acercó a un pequeño agujero en la pared de piedra del acantilado, era perfecto para cubrirse del aire y de la noche… se acercó y con sus manitas  sacó las ramas y piedras que se encontraban adentró… entró en el pequeño agujero, se recostó colocando sus manitas bajo su cabeza de lado, quedándose dormido… estaba agotado física y emocionalmente…. No sabía que iba a hacer pero prefería morir en ese lugar que regresar a la aldea…

Me regresarán mi vida... (Itanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora