Francia.
Despertar con Dulcenia debería considerarse una obra divina. Aún dormía y el sol asomándose por pequeños reflejos de la ventana hacía verla como un ángel. Lian se había levantado antes, hoy volvería a la base central para hablar con el Coronel, me quedé ya que mi presencia no es necesaria. No se cuánto tiempo se quedaría allá; hoy tengo planeado un día, hoy es mi cumpleaños, nadie lo sabe solo Lían.
Y apesar de querer celebrarlo siempre llega un recuerdo que arruina el día.
Flashback
El viento soplaba tan fuerte de noche en Moscú. Hacía tanto frío que ya no podía sentir mis dedos en mi propia casa. Rusia se caracteriza por ser muy fría pero hoy el ambiente estaba... Deprimente y no entiendo porque. Sentía que algo malo iba a ocurrir pero no le tome importancia.
Mis padres hoy están de mal humor, al parecer no se acordaron de que hoy es mi cumpleaños y eso me pone mal, saber que tu familia olvidó tu cumpleaños. Sin embargo lo entiendo, están muy ocupado ahora.
Iba bajando las escaleras cuando la luz se apagó. Al encenderse de golpe toda mi familia estaba allí, reunidos con un pastel que dice feliz cumpleaños... Atónita los veo.
— ¡Feliz cumpleaños! — gritan todos. Los veo y uno puedo evitar sonreír de felicidad pura, no me lo esperaba realmente.
—¡Gracias! ¡No saben cuánto les agradezco!
Cantamos cumpleaños y pasamos una noche increíble, comentamos que lo hacían por sorpresa, que mi primo Sebastián lo pensó en todo, el hecho me hace sentir un poco culpable, yo no lo trataba muy bien ya que no me sentía segura estando a su lado. Siempre sentí repulsión hacía el, no se porque pero no lo quería cerca ... Hasta ahora.
Fue tan placentera la noche que no recordaba haber sonreído tanto ni siquiera con mi novia María. Seguía con la sensación de alerta pero trate de olvidarla hasta que todos nos fuimos a dormir.
Mi primo Sebastián se quedó junto con su pareja Anna, la chica era muy agradable pero sinceramente había algo en ella que tampoco caía bien pero nuevamente lo ignoré. Al cerrar mi cuarto me cambié justo para dormir.
No pasaron ni cuarenta minutos cuando Sebastián entró.
— ¿Que pasa? —pregunté soñolienta pero con el corazón latiendome tan fuerte que podía escucharse.
El semblante de Sebastián paso de ser agradable a un rostro completamente de terror.
— pasa que por tu jodida culpa Anna ya no quiere estar conmigo.
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Balas y Rosas ©
ActionLas personas mágicas existen. Aparecen de la nada. Son aquellas que saben ganarse la confianza rápido y de forma inesperada. De pronto un día llegan a tu vida, empiezan a hablar de todo, de alegrías, daños, experiencias, penas y heridas. Cuando te d...