Las personas mágicas existen. Aparecen de la nada.
Son aquellas que saben ganarse la confianza rápido y de forma inesperada. De pronto un día llegan a tu vida, empiezan a hablar de todo, de alegrías, daños, experiencias, penas y heridas.
Cuando te d...
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Han pasado al rededor de tres años desde que se fueron de mi vida. Coloco las flores cuidadosamente en sus tumbas. El dolor sigue latente en mi vida, recordar cómo se fueron aún sigue doliendo sobre todo... Él.
¿Si quiera le gustan las rosas? En el tiempo que estuvieron conmigo en vida no mencionaron los gustos por las flores.
— ¡Dulcenia! Ya nos tenemos que ir — Grita Francia haciéndome darme cuenta del tiempo que tenemos aquí.
Con todo el dolor de mi alma me separo de las tres tumbas con los nombres grabados en piedra, cada vez que leo esos nombres un dolor nuevo se instala en mi corazón.
A pasos ligeros camino a donde Francia, los años sin duda no pasaron por ella. Sigue viéndose igual de hermosa que cuando la conocí en la librería donde trabajaba. Acarició suavemente su brazo, justo en donde tiene una cicatriz de aquella Bala.
— Déjalo estar, ¿Si? Es hora de volver a casa.
Asiento y caminamos hacia el auto. El viaje es silencioso, pero un silencio cómodo, en donde cada una de mantiene en sus pensamientos. Una vez que llevamos observo la casa en donde nos quedamos, hace tres años decidimos irnos de Rusia. Hemos viajado tanto por varios países huyendo de personas que nos hacían daño. Pero ahora es diferente, nos mudamos para Alaska, más específico en un pueblo, alejado.
Me gradué en la universidad como bailarina profesional de ballet clásico y desde allí, no he vuelto a saber más de Andy, es como si la tierra lo tragara, ahora doy clases en una institución privada de aquí. Amo mi trabajo sin duda alguna, también bailo en algunos teatros.
Entramos en la cabaña, sin pensar en nada más, subo corriendo a la habitación quitándome toda la ropa y metiéndome a la ducha, siempre hago el mismo procedimiento después de visitar el cementerio. Mis padres me enseñaron que una vez lleguemos de un funeral o un entierro nos bañemos para quitarlos los pecados del difunto. Supongo que... Algunas cosas no se olvidan.
Salgo del baño y me visto, en el espejo observo mi reflejo, me corté el cabello no hace mucho, dejándome algunos reflejos blanco. Inconscientemente recuerdo a Lucien y cuando fuimos por primera vez hacerme un cambio de imagen. Una lágrima traicionera abandona mis ojos, rápidamente la limpio. Si el no hubiera muerto ¿Perdonaría su traición?
Si, sin duda alguna, he aprendido a soltar y a perdonar, como hemos estado yendo al psicólogo, recordar a las personas desde el rencor no sana el alma. ¡Y cuánta razón tiene! Antes no podía si quiera pensar en Cordelios sin querer volverlo a matar. Así que decidí soltar todo aquello que me ataba al pasado. También he aprendido a soltar todo el rencor que llevaba por mis padres; sentía tanto odio en mi corazón por ellos y por todo lo relacionado a la iglesia que no me di de cuenta del daño que me hacía. Los hermanos Nilo tenían una idea muy retorcida del amor, pensaban que amar era sinónimo de dolor, no los culpó porque por unos años de mi vida pensaba así, pero tampoco justifico sus actos. Ambos si sentían atracción uno del otro; cuando le comenté al psicólogo que los hermanos Nilo en realidad eran esposo, su cara fue totalmente de impresión.
Mis padres, Cordelios, Jezabel, Lucien y Nick. Este último es un tema un poco delicado para Lian. No hemos vuelto hablar con sus padres después de todo esto. Y por último pero no menos importante, Karla, mi querida Karla. Ella y las demás chicas salieron de ese mundo por lo que sé, es que están trabajando en distintos países sin embargo siguen siendo amigas, sigo hablando con Karla a pesar de todo, ella es la que se ha mantenido junto a mí por tanto tiempo.
Aurora y yo nos hemos vuelto muy cercanas me comentó que pronto se va a casar y que tengo... No, debo ir, o de lo contrario me tomará de los cabellos y me llevará a la fuerza. O bueno, eso es lo que dice por mensaje.
Me enfoco en lo bueno que estos dieron en mi vida, aunque en los hermanos Nilo no exista nada bueno, prefiero no pensar mucho en ellos.
Salgo de la habitación y bajo a donde se encuentra Francia, da la casualidad de que encontrarme a Lian.
— ¡Llegaste temprano! — grito para luego correr y abrazarlo fuertemente.
— Si, hoy tengo el día Libre. — responde con su sonrisa ladeada.
— ¿Ah sí? ¿Y quien te dio el día libre? — pregunto.
— Pues yo mismo, Soy Coronel, tengo permito ausentarme los días que quiera y hoy casualmente quiero pasarla contigo y con la estúpida de Francia.
La recién nombrada le da un golpe en la cabeza juguetonamente, Lian fue ascendido a Coronel después de haber salido de ese edificio, se lanzó por la ventana. Y cuando fui a buscarlo el ya estaba en el piso; Francia sabía que Lian iba a lanzarse por la ventana, no dijo nada porque yo estaba tan desesperada por encontrarlo que le no medí mis palabras ni mis actos. Cuando nos encontramos en el hospital sentí que mi alma regresaba al cuerpo, Francia ya había salido de peligro. En cambio Lian... Tuvieron que amputarle la pierna derecha, estando amarrado el tubo se cayó encima de él, quemando toda la piel y con el, los músculos. No pude evitar imaginar el dolor que debió sentir.
Después de la operación, Lian fue ascendido y con el, Francia, fue ascendía a Primer capitán Ahora ella tiene un compañero nuevo que detesta con toda su alma. Fueron trasladado a la base central del Alaska y aquí estamos.
Los tres, sanos y salvos. Ya no hay dolor, ya no hay rencor solo el recuerdo de lo que alguna vez pasamos. ¡Finalmente he conseguido mi final feliz! No negaré que nos costó salir del hoyo en donde nos metieron. Los hermanos Nilo, ahora son solo un recuerdo doloroso de nuestras vidas. Hemos decidido perdonar todo lo que hemos hecho en el pasado y volver a empezar.
Lian se levanta con sumo cuidado ya que ahora tiene una prótesis, busca entre los cajones de la sala una pequeña cajita. La saca y me la entrega.
Siento como ambos están nerviosos.
— ábrelo.
Asiento y abro la cajita, en ella hay un hermoso anillo en forma de bala con algunas rosas rojas talladas en diamantes. Observo el contenido y me quedo petrificada.
— Imaginamos que no querrías tener algo que tuviera una bala o si quiera una rosa, no hemos tenido muy buena relación con ellas, sin embargo, a nosotros nos gustaría cambiar eso... ¿Que dices Dulcenia? ¿Te gustaría ser nuestra esposa y cambiar el significado?
Pegó un grito al cielo y me lanzo en sus brazos, los beso repetidas veces en sus rostros mientras digo que si.
— ¡Si! ¡Acepto!
El brillo de felicidad que abundan en sus ojos no tiene precio, supongo que debimos pasar por todo esto para llegar a este momento.
Sin duda alguna, Ellos cambiaron la relación que mantenía entre las balas y las rosas.
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