Las personas mágicas existen. Aparecen de la nada.
Son aquellas que saben ganarse la confianza rápido y de forma inesperada. De pronto un día llegan a tu vida, empiezan a hablar de todo, de alegrías, daños, experiencias, penas y heridas.
Cuando te d...
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Ya había pasado varios días desde que hable con Lian y Francia, la mano aún seguía doliendo pero es porque no me he recuperado del todo, puesto que tenía que tomar reposo y las pastillas. Ni me acuerdo en donde las dejé, para ser sincera estoy más enfocada en practicar todo el tiempo ballet, al parecer la profesora se ha enfocado en mí por ser la nueva.
En cierta forma me gusta tener la atención solo para mí, pero digamos que ella es la excepción, su atención no es bonita. En todo este tiempo Lian y Francia, está última se ha vuelto últimamente una compañía torturosa, el deseo y la atracción se ha vuelto complicado para mí.
Ellos han estado pegados a mi, compartimos todo lo que podemos juntos. De llevarme a la universidad hasta comprarme ropa interior. Si, como vieron, le comenté a Lucien que quería ropa interior nueva y que iba al centro comercial, pero se negó totalmente a dejarme ir sola después de lo que pasó en el bosque. Así que le dijo a Lian que me comprara ropa interior... Digamos que Lian y Francia no podían así que mandaron a unos soldados a comprarme las bragas.
Cuando me entregaron las bolsas mi cara no podía demostrar tanta vergüenza. Al parecer ellos también estaba avergonzados ya que ni me miraron, lo cual agradecí.
Terminé mi tarea, para mañana tengo un gran examen importante, de hecho, es tan importante que la misma profesora me dijo directamente "no apruebas el examen y te vas" en pocas palabras está buscando cualquier excusa para sacarme de la universidad, cosa que no se lo voy a poner fácil.
— Dulce, Francia está aquí — habla Lucien con un delantal azul — No me dijiste que era tu novia.
— ¡Que no es mi novia! — suelto un grito de frustración ya cansada de repetir estás mismas palabras.
— Lo que digas cielo, sal y follen mucho.
— Lucien por amor a Dios.
Salgo de la habitación y me dirijo hacía Francia, a decir verdad está demasiado linda hoy, tiene el cabello recogido en una coleta alta, está uniformada de militar, no se le ve el rango, tengo un orgasmo visual con esta mujer.
— ¿Te gusta lo que ves? — responde con una sonrisa ladeada haciendo que me sonroje.
— La verdad es que si — no se lo voy a negar — Bien, ¿a donde vamos?
— Hoy iremos a un lugar, te va a encantar, Lian piensa que es una buena idea y yo no puedo pasar por encima de mi superior, asi que aunque no estoy a favor, no puedo contradecirlo
Asiento con la cabeza, me despido de Lucien y nos vamos.
Subimos a su auto color negro, por dentro también negro, a decir verdad creo que su color favorito es el verde, sin duda alguna.