Las personas mágicas existen. Aparecen de la nada.
Son aquellas que saben ganarse la confianza rápido y de forma inesperada. De pronto un día llegan a tu vida, empiezan a hablar de todo, de alegrías, daños, experiencias, penas y heridas.
Cuando te d...
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Resentimiento y rendición es lo que puedo sentir en este momento. Francia tiene razón, la vida no es justa, pero eso no justifica perder el control y dañar a otros porque solamente las cosas no te salen como quieres. En todo el tiempo que he estado con Lian y Francia jamás llegue a gritarles, ni mucho menos exigirles, todo lo que ellos me han dado ha sido porque ellos así lo han querido. No tengo si quiera derecho de exigirles nada a ellos, más bien me siento en deuda. Sin embargo que mi sentimiento de deuda no se intensifique al punto de aguantar lo que ellos quieran. No.
—Dulcenia. ¿Podemos hablar? —me sorprende Nick algo molesto, nunca lo había visto tan... Molesto.
—claro.
Acepto seguirlo hasta una habitación que no conocía en esta casa. Nick se sienta en una silla, parece que es un sótano... O ático ya que el lugar está todo polvoriento y viejo. Me siento algo alejada del polvo aunque no hay por donde escapar de el.
—No me lo pediste, pero te lo voy a dar porque en todo este tiempo que he convivido contigo te tengo un cariño y no solo por ser la hermana de mi pareja. Eres tenaz, persistente y esto lo que pasó te ha afectado tanto que haz olvidado tu verdadero yo. Tómate el tiempo que quieras para recuperarte, para sanar pero que eso no te tome toda la vida, te lo digo porque te quiero y no quiero verte consumirse por el dolor y el odio. Usa eso a tu favor para salir adelante, saliste de un país tú sola, arriesgaste todo para salir de la casa de tus padres ¿Que te detiene ahora?
—No lo sé —bajo la cabeza.
—Y no sabrás hasta mucho tiempo después, haz hecho todo lo posible por salir adelante, no eres una víctima. Eres una sobreviviente, saliste de muchas cosas adelante, no te permitas depender de nadie para eso, tú puedes sola y siempre haz podido sola. Ni siquiera de mi hermano porque déjame decirte que aunque Lian o Francia no te dejen sola, no puedes aferrarte a ellos toda la vida. Pelea, lucha, yo sé que tu puedes. Siempre haz podido y siempre podrás.
—Gracias Nick, no tengo palabras para expresar lo que siento.
—No lo haga, yo sé muy bien lo que eres. No se qué pasó el tiempo que tuviste con ellos, y se que eso te rompe jodidamente. Pero Dulcenia, tu eres más que eso.
Para en ese momento ya estaba llorando otra vez
—Limpia tus lágrimas y nunca bajes la cabeza, nadie es mejor que tú, nadie puede contigo y nadie podrá. Grabatelo a fuego. Y aunque la gente te señale y te eche la culpa tu mantendrás la cabeza en alto porque eres una guerrera.
No puedo expresar los sentimientos que siento ahora, lo abrazo, tan fuerte como si mi vida dependiera de ello.
—ahora sí enana, vamos a comer porque muero de hambre y Lucien quema siempre la comida.
