Las personas mágicas existen. Aparecen de la nada.
Son aquellas que saben ganarse la confianza rápido y de forma inesperada. De pronto un día llegan a tu vida, empiezan a hablar de todo, de alegrías, daños, experiencias, penas y heridas.
Cuando te d...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Siento mi cuerpo más pesado de lo normal, me duelen la extremidades, y tengo frío mucho diría, trato de moverme pero a mi lado hay un cuerpo, del cual reconozco inmediatamente. Lucien se remueve entre las sábanas cuando siente que estoy despierta.
Se va despertando poco a poco hasta que su vista me enfoca, haciendo que se levante de golpe.
—Dulcenia, casi me matas de un infarto —debió entender mi confusión ya que trata de explicarme pero luce tan nervioso que no se le entiende más allá de balbuceos —es decir, inconciente por tres días.
Tres días Tres días Tres días ¿¡TRES DÍAS!?
— Lucien, explicate de una buena vez que no entiendo un carajo.
— te dormiste y pensamos que pues estabas cansada, te llevamos a la cama; Lian durmió contigo para estar pendiente de ti, pero al día siguiente no despertaste y ya sabes cómo es el... Se asustó, me desmayé, fuimos al doctor y nos dijeron que era normal pero si pasaban más de tres días y no despiertas pues te tendrían que hospitalizar pero veo que ya despertaste ¡Gracias a Lucifer! Llamaré a los muchachos, se fueron a comprarte medicinas. El doctor dijo que seguro te quedarías dormida otra vez pero esta vez sí no era nada.
Nunca había escuchado que cuando una persona tenía gripe perdía el conocimiento por tanto tiempo, pero bueno si lo dijo el doctor.
—Cuando termines de bañarte etc, te viste abrigada, no sabes el susto que pase al pensar que ya habías pasado a la otra vida — y con esto se marcha de la habitación dejándome sola con mis pensamientos, aún me sigue doliendo el cuerpo y apesar de que he estado inconciente por tanto tiempo me sigo sintiendo sin energía.
•••
Voy bajando hacia la sala principal, cuando observo por la ventana que el día está soleado pero también está nublado y frío, es díficil de explicar: hay sol pero el ambiente está frío y nublado, este clima está como los géminis... Bipolares.
Lucien está sentado desayunando y cuando percata mi presencia; abre sus brazos para recibirme. Lo cual gustosa voy hacia el, recuerdo que ya no hablo mucho con Karla así que me separo de el para desayunar y tratar de contactarla.
—Lucien, ¿Qué sabes de las chicas?
—Mmm, no mucho, la verdad es que desde hace unos días deje de hablar con Miranda, me tenía muy preocupado pero más me tenías preocupado tu.
—No entiendo porque te preocupas más por mi, que no soy tu hermana de sangre que por Miranda que ella si lo es.
—Dulcenia, contigo es distinto, hemos convivido mucho más, no se trata de quién es tu hermano y quien no, sino con quién más te sientes cómodo, con quién te sientes más en confianza, no siento esa conexión que tienen los hermanos con Miranda pero contigo si, porque me siento más en confianza; se que puedo contar contigo para lo que sea, cosa que con Miranda no puedo. Estoy agradecido con ella por haberme sacado de allí, pero solo eso. La sangre es solo eso, sangre —toma aire y luego a mirarme como si le costara hablar —no puedo siquiera decirle a Miranda que me gustan los hombres, y el hecho de que no la sienta como hermana no quiere decir que quiero verla mal, creo que... No sé, yo solo quiero verla bien y fuera de ese mundo, porque siento que ella está metida en algo en donde ni siquiera Dios la salva.