Las personas mágicas existen. Aparecen de la nada.
Son aquellas que saben ganarse la confianza rápido y de forma inesperada. De pronto un día llegan a tu vida, empiezan a hablar de todo, de alegrías, daños, experiencias, penas y heridas.
Cuando te d...
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Abrí los ojos después de una larga noche, sentía mi cuerpo muy pesado, a mis lados estaba Lian y Francia. Ambos completamente desnudos, el sol brillaba tanto que estaba por la ventana haciendo que el cabello de Lian se viera más claro. Traté de levantarme pero un dolor agudo me pegó justo en esa parte. Caigo en cuenta de todas las veces que lo hicimos en la noche y en la madrugada. Técnicamente no dormimos y ahora me encuentro tan cansada, después de un buen rato me doy cuenta que realmente no asistiré hoy a la universidad.
Me levanto con toda la pesadez del mundo, una vez fuera de la cama contemplo los cuerpos desnudos de mis grandes amores, y me sorprendo la cantidad de rasguños, moretones y mordidas que habitan en ellos ¿Yo hice eso?
Lian tiene toda la espalda rasguñada inclusive, algunos se asoman en los brazos. Francia tiene moretones en las piernas... Mierda, realmente no sé que nos pasó anoche.
Cada vez que intentaba dormir Lian me despertaba con unas fuertes embestidas. El recuerdo es hasta chistoso ya que me levanté nuevamente y estuve haciéndole un oral a Lian mientras que otra mano masturbaba a Francia.
Literalmente les traía muchas ganas, si ellos quedaron así, ¿Cómo estaré yo? A pasos dolorosos llego al baño y enciendo la luz, contemplo mi reflejo y sin duda alguna esto se salió de control. Tengo moretones en el cuello, en los senos, mordidas en los brazos; cuando bajo la mirada a mis piernas, mis muslos están rasguñados, con moretones y mordidas.
¡Carajos! ¿Que demonios estaban pensando?
Realmente en nada más que experimentar sexualmente con Lian y Francia, tomo mi cepillo de dientes y comienzo a limpiar mi boca, apesar del desastre del cual me encuentro en este momento, me siento feliz, estoy realmente contenta, no me arrepiento de nada.
Si hace un año me hubieran contado que iba a estar en Rusia, con dos personas que me aman y yo los amo de vuelta, sin duda alguna no les hubiera creído. A pesar de toda la mierda por el cual pasamos, me siento agradecida porque ahora tengo un lugar en donde llamar hogar, y no, no me refiero al departamento. Las personas que amamos hacen el hogar.
No importa a donde vayamos, siempre y cuando estemos juntos.
Alzo la mirada y observo a Lian detrás de mí, le sonrió y volteo para abrazarlo y besarlo con mucho amor.
El beso se intensifica pero paramos, no tendremos sexo, al menos no ahora ya que mis paredes vaginales protestan por tanto trabajo.
— Buenos días.
— Buenos días — responde con una sonrisa ladeada y pasa directamente a orinar.