Capítulo 4| ¿Será Correcto?

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Desperté en mi cama con un dolor de cabeza, mover el rostro era algo difícil

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Desperté en mi cama con un dolor de cabeza, mover el rostro era algo difícil.

Me levante de la cama y camine directo al baño, al verme en el espejo no pude reconocer mi rostro, tenía moretones y ojeras, labios resecos y el cabello opaco y sin brillo. Esta situación no puede seguir así, he estado pensando en algo durante mucho tiempo; no sé si les vaya a doler a mis padres mi ausencia pero a este punto de mi vida no me interesa más nadie que sea yo y mi bienestar.

Me lavo la cara y me apresuro a tomar un baño rápido. Al salir de la ducha arreglo rápidamente mi habitación y mi cabello, bajo las escaleras para desayunar, mis padres están sentados en el comedor. Toman café como un día normal como si nada pasara.

— Buenos días padre — camino hacía ellos, deslizándome suavemente por la silla para quedar sentada

— Buenos días corazón espero que tuvieras buen despertara gracias a dios —  habló mi madre con su cotidiana hipocresía.

Deslizando la taza de café por su dedos hasta llegar a la mesa para posteriormente tomar mi desayuno y pasarlo hasta quedar al frente de mi cara.

— Come Dulcenia... tenemos que irnos ahora para una junta de la iglesia posiblemente lleguemos muy tarde, tienes prohibido salir y si nos enteramos de algo te irá muy mal.

Acto seguido se levantan y se dirigen hacia la salida sin voltear a verme

•••

Me quedo mirando al plato que tengo al frente, se me ha quitado el hambre por completo pero, tengo que comer si quiero ejecutar mi plan tengo que tener las energías para hacerlo.

hace tiempo he querido irme de mi casa pero ¿A dónde? ¿Con quién? ¿Con que dinero? empezaría de nuevo, podré sacar una carrera universitaria de algo que siempre he querido estudiar como el ballet clásico, he añorado bailar tan hermoso como estás mujeres en la televisión.

Sobre el dinero creo que no tendré que preocuparme mucho Karla y las chicas me dan dinero de vez en cuanto para que me compre lo que yo quiera, pero ese es el detalle, no sé lo que quiero, no sé qué me gusta más allá del ballet, no lo sé. He vivido toda vida con lo que rigen mis padres, tratando de sobrevivir por ende tengo guardado una gran cantidad, de lo que si estoy segura que quiero ahora es irme de aquí, lejos pero a la vez cerca, así nadie va a sospechar en donde esto ya que pensaran que me iré a otro continente; ¡ja, ilusos!

Salgo rápidamente de mis pensamientos, recojo toda la mesa y me dispongo a ejecutar mi plan, mientras subo las escaleras pienso ¿en dónde pondrían mis padres mis papeles? Al llegar a la habitación de ellos me dispongo a revisar todo, empiezo desde las mesitas de noche, hasta los cajones de la peinadora, el ropero y el closet.

— Me lleva, no sé dónde demonios pueden estar unos simples papeles — refunfuño sentada en la cama.

Hasta que se me ocurre revisar debajo de ella y justamente encuentro no solo mis papeles sino el de mis padres también ¿Por qué van a dejar los papeles debajo de la cama? reviso para ver si están completos y...si están, por un momento pensé lo peor y eso si iba hacer deprimirme.

Balas y Rosas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora