Las personas mágicas existen. Aparecen de la nada.
Son aquellas que saben ganarse la confianza rápido y de forma inesperada. De pronto un día llegan a tu vida, empiezan a hablar de todo, de alegrías, daños, experiencias, penas y heridas.
Cuando te d...
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Comenzaba a sentir la misma sensación de calentura en mi vagina.
— Por favor paremos, no quiero que nuestra primera vez juntas sea en un auto — su declaración hizo que mi mejillas se sonrojaran, asentí con la cabeza y me senté en el asiento copiloto.
— Lian dice que nos vemos en mi casa, seguro que te querrá ver con esos chupetones en el cuello.
Lian... ¡Como lo olvidé! ¿Pensará que soy una cualquiera? No, ¿verdad? Ahora me sentía un poco avergonzada, se supone que me gusta Lian pero... Francia también me gusta mucho.
— ¿Podemos ir por un helado antes? ¿Por favor?
Francia me ve con una expresión que no sabría describir.
— Claro mi amor, lo que quieras.
Ella es tan. . . Tan ella, simplemente magnífica, amo como me trata, amo como sonríe. Pero luego está Lian, no puedo estar con uno sin que me duela el otro, y no quiero ser lo suficientemente egoísta como para hacerlos pasar por mis malas decisiones.
— ¿Pasa algo? — pregunta Francia con la cara en forma de duda.
— No, ¿sabés que me he dado cuenta de ti?
— No, ¿Que?
— Tus dientes son muy afilados, tienen la punta muy definida, parece un cocodrilo.
— Vaya... ¿Gracias? Los cocodrilos son geniales, matan gente y esas cosas... Además son ágiles en el agua, les encanta estar allí. Como yo...
— ¿Como tú? ¿Eres nadadora?
Me quedo observando la ventana con los ojos muy abiertos, las mejillas sonrojadas y mis pezones duros, cruzo los brazos para que no se noten, puedo escuchar su risa, me lanza una mirada lasciva y se limita a manejar, mientras tanto yo me pongo a pensar en Cordelios y Jezabel, a decir verdad no he sabido nada de ellos desde la última vez que nos vimos y eso que tenemos un grupo por el móvil, saco mi teléfono cuando siento que me ha llegado un mensaje.
Cordelios: ¿Podemos vernos hoy? Dulcenia: No puedo, mejor mañana.
No espero y vuelvo a guardarlo, siento que algo malo va a pasar, la última vez no quedamos en buenos términos a pesar de haberse disculpado.
— ¿Pasa algo? — pregunta Francia inquisitiva.
— Si, un amigo está empezado a actuar raro, bueno el siempre ha sido raro pero ahora está como un poco más de lo habitual.
