—Así que fuiste a visitar a Draco a su casa—Dijo Harry molestando a Hermione.
La bruja dejó sus papeles en el escritorio de su mejor amigo para mirarlo con los ojos entre cerrados y se preguntó porque Ginny tiene tan buena relación con Harry que se cuentan todo lo que hace el uno y el otro. Aclaró la garganta Hermione ignorando la cara de su mejor amigo.
—Si, tenía que hablar algunos asuntos con él.
—¿Que asuntos? ¿Están saliendo?—Preguntó sin algún pudor el hombre de lentes y Hermione se atragantó con su café.
—¿Qué? Claro que no......son asuntos privados—Contestó ella limpiando el escritorio donde salpicó gotas de su desayuno—Y no tengo el derecho de hablar de eso.
—Pero a mi esposa le puedes decir que ahora cuidarás al hijo de Malfoy—Expresó Harry con toque de diversión en sus palabras apoyado en la muralla.
—Entonces para que preguntas si ya sabes—Dijo la bruja negando con la cabeza—No hablaré del tema y menos contigo que igual después Ginny te va a decir.
Harry dejó de conversar del asunto de Draco por lo negada en hablar sobre el tema, además ya dio confirmado que Ginny le contó sobre su visita a la casa del rubio. Cambiaron de tema sobre las últimas problemáticas de los presos del ejército mortifagos que algunos saldrán libres por que tuvieron cargos leves al finalizar la segunda guerra mundial y la gente no quiere que los liberen; la opinión de Hermione es dejarlo libres, no obstante, en vigilancia en todo momento hasta ver que cambiaron para bien o un analicé psicológico a esos magos y brujas.
—Sigo insistiendo que al momento de estar libres estén vigilados todo el tiempo y también....—Hermione no pudo terminar ya que una voz escuchó que haces unos días la oyó.
—Harry ¿Para qué me llamaste?—Preguntó Draco por detrás de ella.
Sin pararse de la silla Hermione volteó un poco su cuerpo para ver al rubio parado en la puerta de la oficina de Harry, le sonrió por cortesía y él solo hizo un gesto con la mano a modo de saludo. La mujer miró a su mejor amigo que tiene un brillo divertido mirando intercalado a Draco y después a ella; le recordó a Ginny hace unos días atrás cuando hablaron del tema.
—Mejor vengo después—Dijo Draco.
—No quédate, ya me iba de la oficina—Hermione se levantó agarrando todas sus cosas—Después seguimos hablando, Harry.
Paso por el lado de Draco sintiendo el típico perfume que él a ocupado y a olor café. La miro de reojo hasta que ella despareció de la oficina de jefe de aurores que es la de Harry y la bruja camino a su departamento pensando en cómo su mejor amigo entabló una amistad con el Slytherin.
Sin darse cuenta choca contra alguien y lista para disculparse por que lo que quedaba de su café se cayó al piso ensuciando los zapatos de la otra persona y levantó mirada viendo a un hombre que hace tiempo no veía y es Valentino, un mago italiano que hace dos atrás tuvieron un fugaz romance en vacaciones de verano y nunca pensó en volver a verlo.
—Hermione que gusto de verte.
—Disculpa Valentino iba distraída—Hermione lo miro avergonzada y él le sonrió—Y ¿Qué haces aquí, en Londres? Me sorprende verte aquí....en este ministerio.
—Mi ministerio mando algunos compañeros y a mí para ver el caso de los mortifagos italianos que saldrán en liberación—Contestó en ingles sin dejar su acento italiano.
—Es un ajetreo todo lo de la liberaciones—Bufó ella, con magia limpió el piso y zapatos de Valentino por el café—Que bueno es verte, hace mucho tiempo que no nos veíamos—Comentó Hermione sin borrar su bella sonrisa.
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Día de Enero | 𝘥𝘳𝘢𝘮𝘪𝘰𝘯𝘦
Fanfiction[ᴅʀᴀᴍɪᴏɴᴇ] La vida de Draco se oscureció con la pronta muerte de su esposa, Astoria. Al momento de dar luz a su hijo. La vida de Hermione es alegre y tranquila. Trabajando en el ministerio. Y por una torpe distracción de la bruja hará que la vid...