Día de Enero | 𝘥𝘳𝘢𝘮𝘪𝘰𝘯𝘦

18. deseo

Saboreo el pastel de la boda mirando como Draco la veía, cada movimiento que hacía teniéndolo enfrente de ella. Sentados en su sillón, una hermosa vista hacia Londres ya era momento de aclarar sus sentimientos y ver que podía suceder porque Hermione está más que abierta a seguir con esto, por los obvios motivos de que le gusta demasiado el mago. 

—Me cuesta creer que te tengo al lado mío comiendo pedazos destrozados de pastel de la boda de Ron—Se rió la bruja mirando su plato casi vacío—Es algo loco. 

—Si, es verdad pero no me molesta para nada—Draco se limpió la boca con una servilleta. 

—A mí tampoco. 

Se miraron sonriendo esperando que uno diga algo más....uno de ellos aclaró la garganta dando un sorbo del vino. 

—Granger, si quieres podemos comenzar algo más que tan solo una amistad—Fue diciendo el rubio provocando unos parpadeos en la castaña—Mis sentimientos por ti están más que claros, me gustaste de...en realidad no se. Solamente me di cuenta que te quería en mi vida. 

—Yo tampoco sé en qué momento comencé a sentir algo más por ti pero quiero seguir con esto contigo—sonrió Hermione. 

El pecho de Draco se subió soltando un suspiro suave dejando el plato en la mesa sin ningún rastro de pastel ocultando su sonrisa en esa boca que la bruja la encuentra perfecta para besar. Sacudió la cabeza pensando que tenía muchas ganas de besarlo como en la boda. 

—Entonces, Granger...¿Quieres salir conmigo y ver si podemos llegar a algo más? 

—Claro que sí, Malfoy. 

La mirada de Draco se posó en ella, con un brillo de malicia. 

—Significa que puedo darte un beso o ¿no? 

Hermione agarró los platos que están en la mesa pequeña del living, lo miro socarrona sonriendo. 

—Claro que sí—Y se levantó para ir a la cocina. 

Fue hacia la cocina con los platos en las manos, deseosa de ese mago, deseosa de que la besara y deseosa de conocer más de él. Dejó las cosas en el lavaplatos para limpiarlas ya en la mañana. Se dio media vuelta dando solo dos pasos observando que Draco la siguió quedando en la entrada de la cocina y sin más la agarró impactando su boca contra la de ella. 

Sorprendida le respondió acercando su cuerpo hacia al Slytherin sintiendo la felicidad dentro de ella por que él está besándola de una manera para nada romántica sino hambrienta. Una hambre que la bruja también tenía y que la contuvo por un tiempo. 

—Granger—se separó un poco con la voz ronca—Será mejor parar....estamos recién entrando en una relación amorosa y no quiero ir apresurados. 

Hermione no quería que se detuviera. 

—No quiero que pares, Draco—Le dio un beso mientras le agarra una mano—Pero también entiendo que nos estamos conociendo. 

—No escuche lo último, solo oí que no quieres pare y yo obedezco. 

Le dio un pequeño beso succionando su labio inferior sintiendo chispas por su piel. 

—Yo te sigo—Le dijo el hombre y la soltó. 

La bruja dio media vuelta yendo hacia al pasillo que da a su habitación percibiendo los ojos grises que están detrás de ella mirando cada parte de su cuerpo mientras llegan a su común objetivo y con una mano abrió la puerta para entrar a un escenario pasional. Dando una media vuelta chocando con Draco se besaron sin decir ninguna palabra tampoco era necesario.