7. dudas

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Tomó de su café mientras veía los nuevos documentos que le habían llegado y el lunes llegó con torbellino por todo lo sucedido con los mortifagos y los reclamos de los magos y brujas que no vuelvan a salir de azkaban nunca más entonces Harry no sabe que hacer al aspecto siendo el jefe de los Aurores caen todo en sus hombros y con eso el caos ha hecho demorar sus resultados del trabajo de ella.

Además, todo el día de ayer se quedó pensando en la noche con la cena de Valentino y con las miraditas que tuvo con el papá de Scorpius que la dejaron complicada porque hace un buen de tiempo no sentía eso extraño en el estómago y no sabe con exactitud en volver a experimentar esos tipos de sentimientos.

—Hermione ¿Escuchaste lo que dije?—Preguntó con voz suave Luna.

La castaña levantó la cabeza viendo a su amiga desde hace años atrás.

—No, disculpa estaba pensando en Harry y lo de los mortifagos—Mintió a medias Hermione dejando el café en el mesón—¿Que me decías?

—Que hace unos días atrás hablé con los centauros y me charlaron de que no es bueno que suelten a los mortifagos. Dicen que volverán a traer problemas.

—¿Por eso han estado tan intranquilos?—Luna asintió con la cabeza y Hermione suspiró cansada—Quizás traigan problemas o no y sigo insistiendo que hay mantenerlos en vigilancia extrema.

—Lo sé Mione pero acuérdate que los centauros son más que una criatura, ellos pueden ver el futuro con las estrellas—Expresó la rubia dando un sorbo a su té.

En eso tiene toda la razón Luna ya que en su primer año cuando fueron castigados con su Harry, Ron y....Draco. Los mandaron a ir al bosque prohibido donde tuvieron que separarse y Harry se encontró con un centauro avisando que algo extraño iba a pasar por sus investigaciones mirando las estrellas y tuvo toda la razón así que Hermione no se le olvidará los comentarios preocupados de los centauros.

—¿Vas a ir el fin de semana a la fiesta?—Preguntó Luna guardando sus cosas en la bolsa que tiene demasiados colores con decoraciones extrañas.

—¿Qué fiesta?—Le preguntó la castaña frunciendo el ceño.

—El cumpleaños de Anya. Te tuvo que haber llegado la invitación.

—¿Tan rápido pasó los días?—Parpadeo Hermione viendo que ya está terminando enero y se acordó de la montonera de papales y cartas que le han llegado—Yo creo que sí pero no he revisado.

—Menos mal que te dije o sino los nargles se pueden llevar la invitación.

Hermione se río asintiendo con la cabeza.

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Draco salió cansando de la última reunión de aurores angustioso de salgan esos mortifagos y quieran quizás vengarse de su familia debido que su padre estuvo con el equipo de aurores buscando al ejército de Voldemort dando por acertado en varios lugares donde estaban ocultos provocando que sus compañeros le tengan un odio. Y no quiere que su familia peligre ya ha pasado bastante desde que esos tiempos oscuros que les costó salir.

Se dirigió a su oficina esquivando algunos magos sintiendo demasiado sueño por los llantos de Scorpius en la noche e madrugada. Abrió la puerta de la oficina viendo a Theo sentado en una de las sillas que está leyendo el periódico "El Profeta" y Draco carraspeo llamando la atención su amigo.

—¿Qué haces aquí, en mi oficina?—Preguntó el rubio.

—Vengo a buscarte para fuéramos almorzar juntos y mi esposa—Contestó el castaño haciendo bufar al otro mago.

—No quiero, voy almorzar aquí.

Theo dejó el periódico en el mesón indignado negando con la cabeza y se paró de la silla.

Día de Enero | 𝘥𝘳𝘢𝘮𝘪𝘰𝘯𝘦 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora