12. cena familiar

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Los brazos cariñosos de la mujer lo recibieron respondiendo de casi la misma manera oyendo por lejos ruiditos y se separó de ella recibiendo un beso en la mejilla. Narcissa se veía feliz de tener a su único hijo en la casa, ya que Draco hacia lo posible por no ir y los motivos son claramente del pasado, cuando Voldemort gobernó en la Mansión Malfoy recuerda el ruido que hacía esa serpiente en el suelo. Lo bueno es que su madre cambió el comedor y los otros lados quedaron cerrados.

—Que bueno que llegaste, hijo mío.

—Si, me demore un poco porque hay demasiado trabajo. 

Su madre poso su mano en el brazo de él y lo guio hacia el comedor.

—No importa. La comida ya está lista así que vamos a cenar.

Caminaron pasando por un pasillo decorado de pinturas y reliquias llegando a la nueva sala, no es tan grande como la anterior, pero es más acogedora y un buen mirador hacia los pavos reales albinos que hay en el patio trasero. Draco observó a su padre con los brazos ocupados, tiene a Scorpius ahí durmiendo plácidamente. Trago saliva en ver a Lucius siendo cariñoso, desde que Scorpius llegó a sus vidas hubo un gran cambio en su padre hasta en su misma madre.

—Padre que gusto de verte—Saludo Draco acercándose a hacia ellos—Veo que Scor está cómodo contigo.

—Este muchacho me adora—Comentó Lucius sonriendo egocéntrico y Narcissa se río—¿De qué ríes, mujer? Solo digo la verdad.

—Como tu digas, esposo mío—Dijo la mujer para luego conversar con una elfa doméstica. Que por cierto está bien cuidada—Vamos a la mesa, los platos ya van a estar puestos.

Lucius sin borrar esa sonrisa dejó a su único nieto en la cuna que ellos mismo compraron debido a que querían todo lo necesario para su nieto. Draco agradecía de que fueron tan buenos con él y más su padre porque cuando él fue un niño nunca fue tan cariñoso sino más bien preocupado de su apariencia y crianza de prejuicios.

Se sentaron los tres en esa gran mesa y los platos aparecieron por medio de magia de las elfas. Su madre les agradeció como el rubio menor también; Lucius se quedó callado sin hacer ningún gesto de desagrado o asco. Va para buen camino.

Cada uno fue comiendo a su tiempo y de reojo veían al bebé esperando que siguiera durmiendo. Lucius se veía con más atención en su hijo y Draco lo notaba, se veía que le quería decir algo y no sabía cómo tocar el tema por lo que espero que hablara mientras Narcissa charlaba sobre la nueva habitación que le hicieron a Scorpius.

—Draco—Y por fin su padre habló por parte de él se quedó con una ceja alzada—Vaugh llegó molesto aquí farfullando de que Hermione Granger cuida a Scorpius ¿eso es verdad?

Narcissa se quedó callada, la miró por unos segundos imaginando de que ella ya se lo había informado, sin embargo, al parecer no fue así. Draco no sabe cómo se tomará la respuesta, igual no le importo mucho.

—Si, es la verdad—Contestó sin ninguna expresión—Granger ya hace un mes viene ayudando.

—¿Ya un mes? Como pasa volando el tiempo—Comentó Narcissa

—Y ¿Cuándo nos dirías? Es nuestro nieto—Lucius mascullo dejando los servicios en la mesa. Narcissa suspiro expectante.

—No veía por qué hacerlo—Se encogió de hombros omitiendo de que madre ya sabe—Fue una decisión que tome yo mismo siendo consciente de que Astoria antes de morir me pidió que buscara alguien que creía que podía ser buena o bueno cuidando a Scorpius.

—Pero-

—¿Te afecta que sea Granger?—Draco interrumpió a su padre, ya a la defensiva—Porque Vaugh lanzó estúpidos comentarios de que era una sangre sucia.

Día de Enero | 𝘥𝘳𝘢𝘮𝘪𝘰𝘯𝘦 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora