3. ayuda

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Le dio un trago de su vaso mientras mira a través de la ventana dando al patio de la casa, recordando momentos de su esposa caminando por ahí con siempre una sonrisa que lo contagia todos y una de repente tristeza le llegaba en recordar que Astoria ya no estaba en el mundo de los vivos. Draco se alejó del ventanal dejando esos recuerdos bien guardados en su mente, no queriendo recordar a su fallecida mujer.

En si Astoria nunca la amo como tal sino la veía más como una mejor amiga, una buena compañera que comenzó una amistad a finales del último de Hogwarts, después formalizó un noviazgo y por los comentarios de presión de sus padres decidieron casarse trayendo a este mundo un lindo bebé y con esa situación se murió la muchacha. Finalmente, le dolió demasiado a Draco, se enojó con todo el mundo y se alejó sin salir nunca de su casa hasta que un día su madre preocupada lo fue a visitar y lo ayudó a salir adelante.

Dejo el vaso de licor en su escritorio cuando escuchó el llanto de su bebé y se fue apresurado a la habitación del recién nacido viendo que está buscando comida adentro de la cuna así que hizo con rapidez la leche con magia. Lo tomó en sus brazos y le dio del biberón dejando que llorará; suspiró agotado pensando lo difícil que es ser padre y con la reciente pérdida de su esposa.

Miró a Scorpius tomando a gusto la leche haciendo algunos ruidos que le daba ternura a Draco y a los minutos se quedó por completo dormido con la boca en el biberón por lo que el rubio mayor lo dejo con delicadeza en la cuna dejándolo bien abrigado antes le dio unas palmadas en la espalda y se alejó de la habitación con pasos sigilosos para no despertar al bebé.

Bajó las escaleras llegando al primer piso y se sentó en el sillón tomando con sus manos El Profeta ignorando que su camiseta negra tiene una mancha leve de leche mientras pasaba las hojas buscando algo interesante, pero todo se veía normal en las últimas noticias excepto que sus "antiguos amigos" saldrán algunos de Azkaban; eso lo preocupado. Y desde el silencio el timbre de la casa decoró el lugar llamado la atención de Draco.

Se acercó a la puerta con las cejas arrugadas pensando en quien lo vendría a visitar y no tenía ningún candidato en exacto igualmente abrió la puerta con lentitud encontrando al frente de él a una bruja de cabello castaño ondulado que Draco bien conocía desde años atrás.

—Granger ¿Qué haces aquí? ¿Como obtuviste mi dirección?—Preguntó el rubio sin moverse.

—Tu dirección me la dio Harry indirectamente y estoy aquí porque sigo creyendo que puedo ayudarte con tu bebé—Comentó ella esbozando una sonrisa

Draco pensó que mujer más testaruda ya que le había dicho que lo mejor es olvidar que él pidió alguna vez ayuda, no obstante, viendo bien Granger no se dará por vencido.

—Y yo te dije que ya no quiero ayuda, creo que fue un episodio de estrés en ir a tu trabajo—Dijo él cansando.

—Está bien tener esos episodios más por lo que estas pasando Malfoy.

—Sea como sea, gracias por la ayuda, pero no la quiero.

Draco sin mirar a los ojos miel de la bruja intentó cerrar la puerta de su casa, sin embargo, el pie de la Gryffindor se colocó al medio impidiendo la finalización de su acción y la miro con los ojos entre cerrados que ella seguía con actitud de salir victoriosa dejando alguna chispa de diversión en el mago.

—¿No te darás por vencida?—Indagó él mirándola aburrido y ella negó con la cabeza, haciendo que el rubio soltara un bufido al cielo—Bien, pasa Granger.

Con una sonrisa victoriosa Hermione entró a la casa de Draco dando una pasada disimulada de la casa que está adornada con un estilo ambiguo como la Mansión Malfoy. Mientras el hombre cerraba la puerta con toda la atención en la bruja, se encontraba al medio del living y le preguntó si quería algo de tomar, pero Hermione se negó.

—Me gustaría saber porque me elegiste a mí en ayudarte y no tus amigas—Habló Hermione con las manos en los bolsillos del abrigo—Me da curiosidad.

El rubio caminó quedando cerca de ella dudando si decir la verdad porque nunca espero pedir ayuda a la mejor amiga de Potter, sin embargo, no perdía nada en contar las cosas como son.

—Pansy y Daphne no sentía que eran unas buenas candidatas de cuidar a Scorpius por diferentes temas entonces cuando te vi en la librería pensé que eras madre entonces debías saber mucho mejor como cuidar a un bebé agregando que eres una sabelotodo.

—No seré madre Malfoy, pero algo les dio a mis amigas tener bebés con rapidez y tuve que ayudar algunas veces—Dijo Hermione recordando esos días de estrés—Además me leí la mayoría de esos libros de recién nacidos.

—Eso suena muy tú, Granger—Comentó burlón Draco relajándose y la castaña estuvo de acuerdo—Pensé que la comadreja y tú se habían casado y que tuvieron muchas comadrejas molestando por el mundo mágico.

Hermione carcajeo negando con la cabeza analizando que se sería un dolor de cabeza en tener a Ron como esposo.

—No con Ron terminamos hace más de cuatro años y ahora él se va casar con una bella mujer que le aguanta todo.

Draco iba tirar otro comentario burlesco a Hermione como hace tiempo no lo hacía, pero el llanto de su bebé volvió a la casa entrando un acto de preocupación del mago y pasó por el lado de la bruja subiendo las escaleras llegando al segundo piso por el otro lado Hermione lo siguió siempre pidiendo permiso a modo de respeto llegando a una gran habitación con tonos verdes suaves, llenos de juguetes y en una esquina se encuentra la cuna del bebé.

—Te ayudo en hacer su leche—Dijo Hermione llegando a donde se encuentra las cosas.

Por mientras el mago agarró a su bebé colocándolo bien en sus brazos viendo que pedía a mares su comida así que clavó su mirada en la bruja que hacía tranquila la leche con magia y se dio cuenta él cuando tiene que hacer los quehaceres de Scorpius entra en un episodio de nervios dificultando su tarea de ser padre. A los segundo Hermione le pasó el biberón, antes reviso que el contenido no estuviera demasiado caliente y Draco le agradeció con los ojos dándole de comer a su pequeño.

Sentía la mirada curiosa de la bruja e intentaba ignorarla, al final se veía que ella quiere ayudar.

—Es muy bello tu hijo, Malfoy—Comentó Hermione dándole una pasada al bebé.

—Estas diciendo que yo también soy bello—Se burló Draco escuchando la risa de la castaña—Porque todos dicen que se parece a mí.

—Si claro, en tus mejores sueños.

Scorpius se quedó por completo dormido en el hombro de su padre ya cuando le dio pequeños golpecitos en la espalda soltando algunos eructos tiernos y suavemente lo dejo en la cuna cubriéndolo con las mantas; Hermione se acercó haciendo sonar sus zapatos de tacos.

—Te aconsejo para que pueda dormir más y tranquilo, le coloques una prenda tuya así sentirá que estás al lado de él, cuidándolo mientras duerme—Hermione le dio el consejo y Draco sin dudar saco un pañuelo de su abrigo dejándolo cerca del bebé sin ser peligroso—Eso siempre ayuda con los hijos de Ginny y Harry.

—Gracias Granger....por el consejo—Dijo Draco haciendo una mueca amable.

—No hay de que. Ahora debo irme tengo trabajo en el ministerio—Anuncio la bruja ya caminando a la puerta y vio que él se iba acercar, pero lo detuvo con gesto de la mano—Tranquilo quédate con tu bebé. Ya conozco la salida.

Y sin esperar un "Adiós" la mujer se fue de la habitación dejando solo a Draco con un bebé durmiendo plácidamente, él espero que la puerta sonará para alejarse de la cuna para colocar su atención en la ventana buscando a Hermione que se fue caminando con las manos en el abrigo por el frío de Londres y alcanzó a ver una sonrisa en el rostro, en si desde la volvió a ver siempre la ve alegre con la vida dándole un poco de envidia.

Suspiró clavando su mirada en el retrato de su difunta esposa donde Astoria lo mira con un gesto de aprobación queriendo decir que Hermione es la indicaba para cuidar al pequeño Scorpius y él también lo creía porque se veía determinación en la Gryffindor, y se veía que sabe del tema de bebés no como él, que es un fracaso.

Con una sonrisa de Astoria supo que unos de estos días buscarían a la castaña para pedir sus consejos y ayuda.

Día de Enero | 𝘥𝘳𝘢𝘮𝘪𝘰𝘯𝘦 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora