20. fracaso

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El ruido de las hojas volando es algo típico de este lugar precisamente en el ministerio. Draco observa en silencio como su amigo trabaja en los correos importantes en busca de alguna pista más de los mortifagos. Ya queda poco para irse a Escocia y entrar a esa casa tétrica que construyó Voldemort. Recuerda que el mago dio pocos detalles de ella, simplemente por tener privacidad y algunos mortifagos tenían el privilegio de saber la ubicación exacta. Teorías entre sus cercanos creen que Snape sabía y que Voldemort tenía un gusto por la compañía de Bellatrix ahí en esa mansión. Eran los más cercanos al señor Oscuro.

Pero volviendo a lo principal, Theodore está ahí concentrando leyendo las solicitudes que pidió para observar de dónde provenían y descubrir si alguna es falsa. Lo que lleva ahí Draco, no ha pasado nada, ningún drama. Se cruzó de brazos, pensando en qué momento se le ocurrió ser auror. Pudo haber seguido el camino de su padre de mantener la riqueza de los Malfoy a través de las reliquias pero no, deseaba ser más que eso. Y no pensó en más que en ser un auror; un trabajo que respira con la incertidumbre de salir ileso de alguna herida o muerte. Sin embargo, Draco es feliz con su profesión.

—No, no hay nada—Concluyó Theo, soltó un suspiro cansado—Tendremos que esperar hasta mañana.

—Bien, gracias por la ayuda—Habló Draco.

Eran las últimas cartas del día, se acabó la jornada de trabajo y es momento de irse. Theo cada día está revisando y gracias a él pudieron llegar a Escocia. Los mortifagos se equivocaron y no pudieron ocultar. Draco con esta información se la lleva Potter para que esté al tanto sobre la correspondencia en Inglaterra.

Su amigo se levantó de la silla y se dio un estirón. Draco por su lado está apoyado en el escritorio con los brazos cruzados ya desea irse.

—¿Harás algo hoy?—Preguntó Theo.

Era viernes, una noche para ir a fiestas o juntarse con personas. Ya había pasado una semana desde la boda de Weasley y esa noche disfrutó la compañía de Granger y las cosas con la bruja, iban muy bien. Draco, se sentía a gusto con la cercanía que va teniendo y espera seguir conociéndose más. Además que por la parte sexual, han congeniado tan perfectamente que hace tiempo no había experimentado esa chispa de no querer parar nunca. Nunca se imaginó que amaba tener sexo con Hermione Granger.

—Si, hoy tengo una cita con Granger.

—¿La sigues nombrando por su apellido?—Preguntó divertido el castaño.

Asintió con obviedad.

—Ya es una costumbre.

Soltó una risita Theo y salieron los dos de la oficina, ya se ve poca gente en el ministerio. Los viernes la mayoría hace sus trabajos rápido para marcharse temprano solo que Draco con Theo no pueden por las razones de los asquerosos que no pueden superar y avanzar en la vida. Los odia.

—¿Me vas a invitar a unos tragos?—Le pregunto burlón.

—Si, hace tiempo no salimos los tres—Hizo un puchero, Theo—Aunque creo que tampoco Blaise me iba aceptar la salida.

—¿Por qué? No trabaja—dijo Draco. Su amigo solo vive de la herencia.

—Porque está en modo conquista—Contestó Theo y rodeó los ojos.

—Algo había escuchado. Pansy no se la está haciendo fácil.

—Es entendible, después de todas las malas relaciones que tuvo—Comentó Theo llegando al primer piso del ministerio—Pero espero que puedan llegar a algo más.

El rubio soltó una sonrisa suave estando de acuerdo. Pansy, su mejor amiga. No ha pasado por una buena experiencia en el amor, su última relación estuvo casada con un mago ruso y las cosas pintaban bien hasta que al final todo fue un fracaso. El tipo estúpido le pegaba y la manipulaba. Todavía recuerda cuando llegaron de imprevisto a la casa de ella porque los tres sentían que algo andaba mal. Vieron como el tipejo le pegaba. Draco ese día no se pudo contener y los golpes hacia ese estúpido agregando a Theo con Blaise, casi se fueron detenidos por el estado grave que dejaron al ruso. Draco, no le importaba, él solo velaba por la seguridad de Pansy.

Día de Enero | 𝘥𝘳𝘢𝘮𝘪𝘰𝘯𝘦 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora