Día de Enero | 𝘥𝘳𝘢𝘮𝘪𝘰𝘯𝘦

19. centauros

N/A: Hola! Hace mucho tiempo no me he parecido por aquí. Desde Enero de este año y claramente hay excusas como por ejemplo, me cambie de carrera y universidad (fue una decisión difícil) pero tampoco voy dejar de lado de que tampoco tenía motivaciones en escribir. Amo el Dramione pero estaba metida en otros ship (quería leer y leer) siskskssk que me quitaron las ganas.

Sin embargo, volví para subir este capítulo. Lo tengo escrito desde hace un mes atrás pero no me había dado el tiempo de subirlo.

Deseo terminar lo más pronto este fic, porque adoro esta pareja y quiero acabar este lindo fic.

Así que espero que puedan disfrutar el capitulo y espero vernos pronto.

Besos💋

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Hermione en su etapa de adolescencia nunca experimentó su sexualidad, siempre fue muy reservada con ese tema precisamente ya que le daba vergüenza. Al pasar con los años, con la relación de Ron y sus amoríos de veranos y ya estando soltera se abrió más en conocer y experimentar en el ámbito sexual. Ahora era una mujer sin miedo de mostrar su sexualidad, al pasar con los años encontró seguridad y amor propio. Que alguna vez, una Hermione no tuvo.

Y ahora en ver a uno de los muchachos más guapos que estuvo en Hogwarts, en su cama, desnudo y con sus brazos enrollados en su cintura. Podía decir y confirmar que se amaba ella misma porque nunca habría pensado que Draco Malfoy se fijaría en ella ya que no se habría creído que él subiera fijado en ella excepto paras las burlas o una broma. Y ahora sabe que es una mujer increíble que puede conquistar sin miedo.

El hombre se removió al momento de que Hermione levantó un poco el brazo para ver la hora en su reloj. Ya era hora de ponerse de pie y volver al trabajo. Por lo que despertó a Draco con un beso en sus labios ya que era lunes y cada uno debía hacer sus respectivos trabajos. En su victoria, aparecieron esos ojos grises que le gustan.

—Hay que ir a trabajar—Le dijo ella, dándole otro beso corto—Y debes pasar a la casa de tus padres para ir a ver a Scorpius.

—¿Qué hora es?—indagó Draco y masajeo sus ojos con las palmas de las manos.

—Son las ocho de la mañana.

Chasqueo la lengua y sus brazos se enrollaron más en el cuerpo de Hermione, cosa que soltó una risita.

—Por mi me quedaría en esta cama contigo todo el día—comentó Draco contra el cuello de la bruja—Odio ser adulto.

La bruja sacó los brazos del mago y se salió de la cama, seguía desnuda. Se puso su bata con los ojos de Draco puesto en su espalda.

—Yo también me quedaría aquí pero tengo que ir a Hogwarts precisamente al bosque prohibido.

Draco la escuchó mientras se colocaba su ropa interior y arrugó las cejas, curioso.

—¿Por qué vas para allá?

—Con Luna iremos a hablar con los centauros—respondió y abrió la puerta de su baño—Y las predicciones que están diciendo sobre la vuelta de los mortifagos.