Ayşe Hafsa

9 Motín

Trebson 1497

El año en que nació su pequeño Şehzade Süleyman y Hatice fueron tan difíciles para Ayşe Hafsa Kadin, vivió tanto dolor y pena. Además le tocó ver como Ayşe Gülşah Hatun se había deprimido por un aborto que tuvo.

Para bien o para mal, la joven había vuelto a los aposentos del Şehzade Selim y volvió a quedar embarazada nuevamente. Lo que era una oportunidad para ser su rival.

Ayşe Hafsa cargaba en sus propios brazos a su pequeña Beyhan, la niña había nacido en medio de una guerra por lo que su padre Selim no estuvo a lado de ella para el nombramiento y fue el propio sultán quien tuvo el honor aquella ocasión.

— Tu hija es tan hermosa como tú — recordó las palabras del propio sultán — mi hijo eligió una buena esposa.

Llegó ante la presencia de Gülbahar, la Naip Harem. La señora estaba delante de ella con una sonrisa porque en poco tiempo Ayşe Gülşah también daría a luz.

— Allah que hermosa estás hoy Ayşe Hafsa — dijo la Naip Harem — Oh y traes contigo a la hermosa Beyhan.

Şehzade Süleyman y Hatice iban junto a sus nodrizas por lo que Gülbahar también se dió cuenta de la presencia de sus otros nietos.

— Pero que hermosos niños — dijo Gülbahar — tan hermosos como sus padres.

Ayşe Hafsa asintió.

— Gracias señora — dijo — ¿Podemos comer con usted?

La mujer asintió.

— Será un gusto comer junto a mi familia, hace mucho que mi hijo Su Alteza partió a la capital y me he sentido muy sola. Tu presencia y mis nietos me dan alegría — dijo la Naip Harem.

— Süleyman y Hatice me hacen tan feliz, y Beyhan fue otro hermoso regalo de Allah en estos días — dijo Ayşe Hafsa Kadin.

— Claro que lo fue — dijo Gülbahar — ojalá tengamos otro şehzade en el palacio, le hace falta un hermanito al príncipe.

         
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Ayşe Gülşah estaba en sus aposentos descansando, desde que tuvo el aborto y la muerte de su pequeña Hüma, todo se había nublado en su camino. Pero el Şehzade Selim no la apartó de su lado, lo que le permitió volver a quedar embarazada.

Odiaba con todo su ser a Ayşe Hafsa, no podía soportar que en este tiempo fuera la sombra de la princesa. Se preguntaba también el porque Su Alteza la había preferido a ella.

— ¿Se encuentra bien Hatun? — pregunto una de sus criadas, Fidan era su nombre.

Gülşah sentia náuseas y mareos, solo esperaba que ya naciera su bebé. Rogaba a Allah que fuese un fuerte y valiente şehzade para que un día su estatus cambiará.

— Me siento bien, solo que los malestares no me dejan en paz — dijo.

— La Kadin está comiendo junto a la Naip Harem, tiene su favor — dijo Fidan Hatun.

— Solo quiero que esté bebé nazca bien — dijo la joven.

— ¿Le daremos el berbraje a la esposa del şehzade? — inquirió Fidan con el líquido en sus manos — para que quede infértil.

— No — ordenó — ese se lo daremos a las demás jóvenes, por ejemplo Hümasha Hatun.

Hümasha Hatun era gözde del Şehzade Selim y madre de Gevherhan, la princesa nació poco tiempo después de Süleyman y Hatice.

— Primero iremos por la más débil — dijo Fidan — ¿Cierto Hatun?

Gülşah asintió.

— No dejaré que nadie sea feliz — dijo.