Ayşe Hafsa

22 Una Guerra Por El Trono (Parte 1)

El Sultán les había otorgado a sus nietos mayores de quince años la oportunidad de gobernar una provincia en su nombre para que algún día alguno de ellos fuese el sultán del mundo. Süleyman por su parte se le fue consignada Karasihar un pequeño poblado que en un futuro le daría la experiencia necesaria. Ayşe Hafsa no partiría junto a su hijo como dictaba normalmente la tradición otomana si no que en su lugar Hatice hermana del Şehzade fungiria como encargada del harem de su hermano, ella misma escogería a las esclavas para él. Su madre le enseñó todo lo necesario, así que todo estaría bien.

Una madre deseaba acompañar a su hijo, lamentablemente desde lo ocurrido años atrás el mismo Selim le pidió que no lo hiciera, que en su lugar fuera Hatice. Además era una joven hermosa y brillante, muchos de los hombres de estado empezaron a escuchar los relatos de su gran belleza.

— Süleyman — dijo Beyhan Sultan — Es una gran responsabilidad, pero por algo nuestro abuelo Bayezid te la confío hermano.

Él asintió.

Sonrió.

Dirigió su mirada a su madre que lo miraba con orgullo.

— Estaras bien, alteza — dijo Ayşe Hafsa — Beyhan te protegerá, es deber de ella hacerlo.

El Şehzade Selim lo miro con orgullo, su hijo ya era un príncipe guerrero y fuerte. Muchos de los eruditos hablaban solo cosas buenas del Şehzade Süleyman, tanto así que todo esto llegó a oídos del propio sultán.

— Eres mi orgullo Süleyman, agradezco ala tener un hijo como tú — dijo el Şehzade Selim con una sonrisa hacia su hijo.

— Ala te guíe hermano — dijo Hatice Sultán — Lo hará.

Ayşe Hafsa miraba con alegría y amor a sus hijas Beyhan, Hatice y amaba igual a las que no salieron de su vientre como Şahinuhan, Fatma, Hafize y Şehzade. Ala se llevó a su pequeña Kamerşah. Solo el futuro definiria la vida de las princesas, de sus amadas hijas.

Las damas le deseaban una buena llegada a su provincia, por su parte Hatice era la única que estaba triste en tres meses contraria matrimonio con Iskender Paşa por ordenes de su padre Şehzade Selim. Esto como una forma de tener alianzas políticas. Su madre Ayşe Hafsa le dio consejos para ser una buena esposa y apoyar a su padre.

Era algo normal que un padre o hermano casara a sus hijas o hermanas por alianzas políticas, le hizo entender a su hija Hatice que tanto ella como sus hermanas eran herramientas para su padre. Herramientas para el trono de Osman.

Süleyman se monto en su caballo mientras su hermana subía al carruaje junto con una de sus criadas que le haría compañía en la provincia. Una Guerra estaba por empezar. Una guerra por el poder y la corona.

— Hatice no se ve nada feliz — dijo Beyhan Sultán con un semblante de preocupación — Sus ojos demuestran que descontento Fulane.

Fulane Hatun sonrió con suavidad.

— La princesa pronto entenderá su propósito.

                              ***

1510, finales

Ayşe Hafsa recibió la primer carta de su hija Beyhan contándole que al pasar de los meses Süleyman se enamoro de su criada Fulane Hatun quien gracias a la gracia de Ala quedo embarazada y por lo que en un futuro sería abuela tan joven. La mujer lloro de felicidad, su familia estaba creciendo cada vez más. Su primer nieto, estaba tan feliz con esta noticia.

Fulane Hatun era una esclava que fue raptada muy joven y llevada al palacio de Trebson, estuvo al servicio de Beyhan y ahora era la concubina de su hijo Süleyman. Ya es un hombre, pensó.