Ayşe Hafsa

6 El Harén

Palacio de Trebisonda a inicios de 1493

Ayşe Hafsa y el Şehzade Selim llegaron al palacio junto a la madre del príncipe y la media hermana de él. Aynişah Sultán bajo del carruaje con una sonrisa en su rostro, añoraba aquel lugar ya que era bonito y cómodo. Por otro lado Hafsa sintió el aroma fresco del lugar y se alegró al sentir que era muy agradable.

Los sirvientes llegaron ante la presencia del Şehzade Selim para ayudar a bajar las telas y los regalos que les habían dado desde Su Majestad y algunos de los invitados que estuvieron en la ceremonia real.

— No es tan grande como lo es Topkapi, pero es hermoso — dijo Ayşe Hafsa.

Cuando las puertas fueron abiertas fue el momento de presentar a la esposa del Şehzade Selim. Selim y Ayşe Hafsa entraron tomados de la mano como era la tradición, la joven sintió muchos nervios.

— ¡Atención abran paso al Şehzade Selim y su esposa legal la honorable Baş Ayşe Hafsa Kadin! — anunció el agha.

Todas las mujeres del harén formaron una fila, hicieron reverencia cuando estuvieron en presencia del príncipe y de su consorte principal.

— Su Alteza — dijo Ayşe Gülşah Hatun.

La joven mantenía la cabeza agachada, su vientre ya se encontraba en un estado muy avanzado lo que reflejaba el estado avanzado de su embarazo.

— Nuestro hijo ya creció mucho — dijo — le daré un şehzade digno de usted.

— Me alegra que estés bien — dijo sin mirarla a los ojos — ella es Ayşe Hafsa, mi esposa legal.

Miró con recelo hacia Hafsa quien le sonrió.

— Que Allah bendiga tu embarazo Hatun — dijo Hafsa — que nazca sano y fuerte.

La Hatun solo asintió y dijo un bajo: amén.

Aynişah Sultán se acercó a la joven gözde, la felicito por su embarazo y le deseó buenos deseos.

— Él es el Kızlar Agha — le dijo Selim a su amada esposa — Cualquier cosa él te puede ayudar, estará a tu servicio también. Su nombre es Hacı.

Le fue presentado a los sirvientes más importantes del palacio. Ayşe Hafsa les sonreía a todos, sin embargo sabía que desde que la gözde de su esposo la vio no la tolero.

— A todos ustedes les voy a decir, quien le falte el respeto a mi esposa la Baş Kadin, me lo estará faltando a mi — dijo el Şehzade Selim.

Todos asintieron.

— Creo que iré a descansar Su Alteza — dijo Ayşe Hafsa — estos días han sido muy cansados para ambos.

El Şehzade Selim le permitió marcharse a sus aposentos seguida por sus criadas Esra Hatun y algunos sirvientes que cargaban sus pertenencias.

— Yo también iré a descansar hermano — dijo Aynişah Sultán seguida por sus sirvientes.

Gülbahar Hanım se acercó a la gözde de Selim, la joven embarazada temía recibir un regaño o insulto por parte de la madre del príncipe quien sólo la miró de arriba hacia abajo.

— Su Alteza planea ir a la guerra con el sultán — le contó a la gözde de su hijo —tienes la oportunidad perfecta para deshacerte de ella y quedar mal ante él o solo ignorar el hecho de que te desplazaron.

Asintió.

Acato la orden de Gülbahar, no podía darse el lujo de pelear con la esposa de Su Alteza. Aquella mujer tenía más poder ahora que cualquier otro en el palacio.