19 El Inicio De La Guerra (Primera Parte)

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1505, finales

Ayşe Hafsa estaba triste, su corazón apagado y su brillo opacado por las lágrimas derramadas, sentía mucha pena y dolor por los últimos acontecimientos, su única lucha era ver un día a su hijo en el trono. La discusión con Selim no había terminado nada bien, esta vez tendría que ser más fuerte que nunca.

Desde su llegada al Imperio Otomano, su boda con Selim y todo lo sucedido en el pasado aprendió que si no era lo suficientemente fuerte los enemigos y las intrigas de la corte la derrocarian.

— ¿Estas dormida?

Esa voz.

Áspera y seria.

Su mirada perdida en medio de la habitación con los ojos llenos de culpa.

— Te he fallado de mil maneras.

Ella levantó su mirada, Selim estaba parado frente a Ayşe Hafsa con una mirada sin rumbo. De alguna manera y con la información que su hermano Şehinşah le brindó supo la verdad.

Ayşe Hafsa jamás lo engaño, su hermano Alemşah tampoco y todo fue solo una intriga más de las paredes del paredes del palacio.

— Deseo descansar alteza — dijo Ayşe Hafsa evadiendo la mirada del Şehzade Selim — Es mejor que se retire y descanse, mañana podremos hablar.

— No quiero perderte — le dijo el Şehzade Selim.

Ayşe Hafsa rio.

Su risa fue algo sarcástica y con un humor ácido.

— ¿Podría usted perderme, alteza? — inquirio — Jamás.

Él sonrió.

Creía que ya lo había perdonado.

— Usted no podría perderme porque estamos casados, soy su propiedad y no hay nadie que pueda separarme de usted. No soy una mujer libre, soy una mujer destinada a estar amarrada a usted — dijo con sinceridad Ayşe Hafsa — A diferencia de sus hermanas, y de las mujeres de la ciudad yo no tengo más derechos.
Aun y cuando usted muera, mi trabajo no habrá terminado, seguiré siendo su esposa. Ese es mi destino, hace años que lo acepte, y si me tiene un poco de consideración retirese por favor.

Las palabras de Ayşe Hafsa fueron una daga en el corazón del príncipe, supo en esos momentos que sería muy difícil recibir un perdón sincero de ella, hoy más que nunca sus palabras lo dañaron.

En los ojos de Ayşe Hafsa no existía aquella joven a la que conoció años atrás, esta mujer que estaba delante de él era una nueva versión, sin las inseguridades de la que una vez fue princesa de Crimea.

— Perdón entonces — dijo sin poder mirarla esta vez a los ojos, y tomando la invitación que ella le hacía de retirarse.

                          ***

Hüsnüşah se reunió con su hijo y algunos hombres para iniciar el ataque en el palacio. Tenían la oportunidad perfecta, la cuartada maravillosa para de hacerse por fin de sus enemigos, sin saber siquiera que había otro enemigo oculto buscando esa oportunidad igual de atacar.

Şehinşah jamás dejo sus intenciones por el trono y el poder, había echo alianzas con personas peligrosas para obtener lo que tanto añoraba. Sus ojos se llenaron de maldad, con el objetivo en mente: el trono.

— Todos pensaran que Ahmed lo orquesto y la guerra iniciará — dijo el Şehzade Şehinşah .

Algunos no estaban de acuerdo con esto, atacar el palacio del mismísimo sultán era muy peligroso porque en caso de que se diera cuenta iría contra ellos.

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