13 Muerte

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1505, finales

Los años habían pasado tan rápido y en un suspiro. Ayşe Hafsa era una mujer fuerte y dominante en el harem de Trebson junto a su suegra la regente de aquel lugar. Los últimos años habían sido de tranquilidad y felicidad para la mujer y su familia, hasta ahora. Ayşe Hafsa recibió una carta por parte de su cuñada la hija del sultán comentándole que Bayezid ll comenzaba a desconfiar del príncipe Selim.

Hafsa estaba más que preocupada por la vida del príncipe, sabía que Selim era un hombre inteligente y sabio. Pero además podría llegar a ser en ocasiones muy impetuoso. Por lo que decidió hablar con Selim acerca de mejorar la relación con su padre.

— Alteza — dijo haciendo una reverencia — Estos años han sido los mejores a su lado.

Süleyman era una gran bendición en su vida así como sus demás hijos, Hatice su pequeña princesa a quien tanto amaba, Beyhan y la pequeña Fatma. Los demás hijos del príncipe Selim destacaban, Gevherhan, Hafize, Şah y los que estaban en camino.

— Lo mismo digo mi Ayşe Hafsa — dijo Selim con una sonrisa dibujada en su rostro.

— ¿Que piensa de lo que su hermana le ha informado? — pregunto Hafsa cambiando de tema.

— Mis hermanos han jugado una guerra sucia en la cabeza de mi padre, siempre intentando difamar mi nombre — explicó Selim — Gracias Allah tengo una hermosa hermana y una gran esposa, no se que haría sin ustedes.

— Lo mejor es que vaya a la capital y le explique a su padre todo lo que ha pasado Selim. No podemos dejar que Ahmed y su madre se aprovechen del silencio de usted — dijo Ayşe Hafsa.

— Si creo que es lo mejor — dijo Selim con una chispa de alegría.

— En estos años se han aprovechado de que usted no es conflictivo Selim. Si Allah lo permite usted será el sultán algún día y nos deshace remos de los enemigos, de nuestros enemigos — dijo la mujer con una sonrisa.

Haci Ağa interrumpió aquella velada entre Selim y su esposa. Desde hace unos días su madre Gülbahar estaba enferma y no se había podido levantar de la cama, por lo que Selim pidió que médicos de la región vinieran a curar aquella enfermedad que había debilitado a su madre.

El sultán también estaba enterado de la enfermedad de la que una vez fue su amada concubina en Amasya, por lo que había decidido mandar presentes y médicos a Trebson. Selim estaba agradecido con el apoyo que recibía de su padre últimamente.

— Şehzade Selim — dijo haciendo una reverencia.

El príncipe le permitió hablar.

— Su madre ha empeorado y pide que esté usted presente ante ella — dijo Haçi Ağa.

Selim junto a Ayşe Hafsa acudieron a los aposentos de la Naip Harem, la dama del harem de Trebson estaba recostada en su cama con los ojos medios cerrados y la temperatura alta en el cuerpo. Ya no había fuerzas ni energía para poder levantarse de aquella cama.

— Selim, hijo — sonrió con tristeza — Has llegado antes de la guerra.

— Debo estar contigo querida madre — dijo Selim — Allah te va devolver la salud y te levantarás de esta cama.

Gülbahar rió.

Desde que se convirtió en gözde de su Bayezid ll y luego dio a luz a su hijo Selim se prometio a si misma ser una gran madre, llevarlo al trono y apoyar a su hijo en todo, sin embargo hoy la vida le quitaba la oportunidad de ver a Selim en el trono, de compartir la dicha y los frutos que algún día vendrían en camino.

Ayşe Hafsa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora