20 El Inicio De La Guerra (Segunda Parte)

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1505, finales

Ayşe Hafsa se encontraba amarrada de pies y cabeza, solo veía la obscuridad a su alrededor y... a lo lejos una mujer de cabello negro largo y delgada hablando con alguien más.
El lugar estaba horrible, suciedad y cosas tiradas por todos lados. Intento soltarse, de una y otra manera pero entre más fuerza hacia más fuerte se volvían las sogas.

— Cumpliste tu parte del trato — escuchó decir a la mujer — Matala.

La orden fue clara, y un inmenso miedo comenzó a recorrer todo su cuerpo. Su cuerpo comenzó a temblar por la adrenalina, el miedo y un terrible sentimiento se apoderaron de ella.

— Sueltenme — suplicaba Ayşe Hafsa — Les daré todo lo que quieran, pero déjenme ir. Soy la esposa del Şehzade Selim.

Una risa burlona empezó a escucharse.

Era él.

Hola Hafsa — dijo aquel hombre a quien conocía a la perfección — Yo no quería que esto terminara así querida, pero tu sola presencia pone en juego mi futuro, te haré pagar la osadía de no querer estar a mi lado. Yo te ofrecí una vida diferente, te negaste a eso. Prefieres estar con un hombre que no te ama. Eres una porquería de mujer en todo caso, el palacio en estos esta a mi merced.

Tembló.

Era Şehinşah.

El príncipe que se enamoro de ella, tiempo atrás ambos tuvieron un encuentro casual entre las paredes del palacio, Şehinşah le ofreció a Ayşe Hafsa huir lejos de todos, pero ella se negó pues le dijo que amaba a Selim con toda su alma.

Eso hizo que el Şehzade Şehinşah comenzará a operar debajo de las sombras contra su familia, contra Selim, todo lo que había ocurrido fue un invento de él. Şehinşah fue quien envió las cartas falsas, fue quien levantó gente, esa misma gente que estaba derrumbando el palacio.

— Piense en Mukrime Hatun y sus hijos şehzade — le dijo Ayşe Hafsa — Si me libera el sultán le perdonará la vida, no haga esto más difícil.

Él sonrió con malicia.

— Morirás — dijo Şehinşah — Si no eres mía, no serás de Selim, de nadie.

La locura se apoderó del Şehzade Şehinşah, tomo a Ayşe Hafsa quien entre gritos le suplicaba que la soltara. Vio por un momento a la mujer de cabello negro, y descubrió que era ella: Ayşe Hatun.

— Tú, fuiste todo este tiempo — dijo Ayşe Hafsa.

— Morirás — sonrió Ayşe Hatun.

— Ella si me hizo caso a tiempo — dijo el Şehzade Şehinşah — Cuando tú decidiste evadirme, encontré a esta hermosa mujer. Muy inteligente y brillante.

— Yo seré alguien importante cuando el príncipe mate a todos, nadie se pondrá en nuestro camino.

Hafsa comprendió que el Şehzade Şehinşah estaba enfermo, pero no solo de poder, si no también de envidia pues quería tener todo lo que Selim tenía.

                                ***

El Şehzade Selim y sus hermanos luchaban uno a uno contra los rebeldes que habían ingresado al palacio. Ahmed estaba al frente protegiendo que ninguno de ellos logrará entrar a la bóveda, el lugar donde estaba resguardado el harem del sultán. Selim por su parte ejecutaba uno a uno a los rebeldes que pretendían asesinarlos, Alemşah y Mahmud lo apoyaban hombro a hombro, el único que había desaparecido en medio de la batalla fue Şehinşah.

Bayezid era protegido con honor por sus hijos y algunos de sus nietos mayores incluyendo a Süleyman que se aventutaban a protegerlo por ser la cabeza del imperio.

Ayşe Hafsa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora