Hay un regalo que el viento,
me da con digna puntualidad.
Aquel dichoso regalo bendito,
son las brisas en la austeridad.—La brisa—digo, cuando alza
mi cabello.Hay una interacción que tengo,
muy bella que me da tranquilidad.
Al caminar por mi colina y campo,
es la brisa mi regalo de natalidad.—La brisa—son los susurros del
viento y me dicen un te quiero.Autor: Alejandro Rodríguez.
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Pensamientos de un joven amante (Vol.I)
ПоэзияMi espalda se recostaba en la aspereza de un árbol, en la corteza de un ser gigante que sostiene mi espalda adolorida por el peso cargado de mi propio egoísmo. Como si de alguna manera los dedos de mis manos se convirtieran en flores de campos que s...