Puedo jurar solemnemente
que ante mi vista las mujeres,
son una puerta de vida y las
que conceden los sentires.Argumento con convicción,
que una mujer únicamente
pueden brindar protección,
dentro de su bendito vientre.Puedo asegurar también
que la vagina de una mujer,
es una compleja rosa con polen
y este es un primaveral pasaje.Bendito sea aquel hombre,
que de una mujer se inspire,
y más santo aún aquel
que a una mujer admire.Autor: Alejandro Rodríguez.
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Pensamientos de un joven amante (Vol.I)
PoésieMi espalda se recostaba en la aspereza de un árbol, en la corteza de un ser gigante que sostiene mi espalda adolorida por el peso cargado de mi propio egoísmo. Como si de alguna manera los dedos de mis manos se convirtieran en flores de campos que s...