Sedιeɴтα de тι© |JJK| >>+18

~CATORCE~

~❣️~

Me dediqué a mirarlo, ha cambiado mucho, su actitud del primer día que nos conocimos no se comparaba a la que tiene hoy día, en verdad espero que no esté confundido con sus sentimientos, no quiero que el contrato mandé más sobre su propia voluntad.

Pasó una vez con Jungkook y me vi a obligada a romper el contrato, no quise volver a hacerlo mi siervo pero insisto tanto que lo hice mío otra vez. No quiero que eso pasé con Taehyung pero solo lo hice mio temporalmente.

Me puse de pie y traté de sacarme aquellas malas ideas de la mente, Taehyung es más fuerte, sé que lo es, quiero creerlo. Me acerqué a mi librero y sonreí al ver todos los libros que tenía, Drácula siempre me traía uno nuevo cada semana, todo iba tan bien hasta el día en que me convirtió y a pesar de los años aún sigo sin saber porqué me hizo esto. 

Seguí caminando alrededor de mi habitación y me acerqué a lo que antes era mi armario, me preguntó si la ropa que conserva Drácula aún me queda. Sonreí de lado al ver que todo estaba en bolsas, supongo que es para que no le entré el polvo.

Me acerqué a una bolsa al azar y tomé la prenda, estaba algo pesada, seguro era un vestido, la regresé y traté de buscar otra cosa, no quiero esforzarme tanto en probarmelo, saqué otro y sonreí al sentir que pesaba menos, lo saqué de la bolsa y me quedé atónita, era el camisón con el que siempre tenía intimidad con Jin. Lo miré detalladamente y sentí que mi estómago comenzaba a revolverse. ¿Así que aún lo conserva? También era mi favorito, seda blanca y sumamente suave, siempre quedaba bien con esas noches, a Drácula le gustaba llenarlo de mi sangre, según él eso me hacía ver más deseosa, tragué en seco al pensar aquello.

Curiosamente pienso lo mismos cunado Jungkook tiene alguna prenda blanca. Fruncí el ceño de ver que nos parecemos. No debería porque estar recordando momentos con él pero me es inevitable en esta habitación.

Llevé el vestido conmigo, lo dejé sobre el espejo y dejé caer el camisón que traía puesto, sentí una brisa helada pasarme por el cuerpo y me apresure a colocarme el camisón blanco. Sentí cosquillas al rozarme la tela por la piel, me lo acomodé bien y me miré con timidez en el espejo, me sorprendí al verlo puesto en mí, era la misma de aquella vez, no había envejecido nada sin embargo la prenda se me veía diferente. 

— ¿Te dio curiosidad?— me sobresalte al oír esa voz. 

Busqué rápido a mi alrededor y divisé a Drácula sentado en el pequeño sillón que había adentro del armario. Tragué en seco al verlo de brazos cruzados, tan silencioso como siempre. 

—  La diferencia es que te ves con ojos de vampiro, antes eras humana, eras más inocente y ahora eres más… — se detuvo a pensar y me sonrió—, seductora, sexy, eres un depredador. Tienes los ojos de un cazador.

Bajé la mirada al escuchar aquello, regresé la vista al espejo y fruncí el ceño, sus palabras tenían razón, antes no veía lo malo de las cosas y ni siquiera pensaba en sacarle provecho a nada. De apariencia no habré cambiado nada pero de mentalidad si, suspiré rendida y puse la guardia en alto. 

No entiendo porque Drácula está aquí. 

— ¿A-aún conservas todo?— pregunté nerviosa ya que él silencio me incomodaba. 

— Perfectamente, siempre creí que regresarías a mi en cuanto te escapaste— dijo mirándome fijo. 

Escapé porque él quería convertirme en él mismo, otro vampiro desconsiderado y orgulloso de su especie, despiadado y siempre con sed. Agradezco haberme fugado aquella vez, no sería quien soy y no habría conocido jamás a mi gente. En especial a Jungkook.