Sedιeɴтα de тι© |JJK| >>+18

~TREINTA Y UNO~

~❣️~

Abrí la puerta un poco sorprendida al verlo agitado, ¿acaso vino corriendo hasta aquí? 

En cuanto nuestros ojos se cruzaron no dudó en entrar y abrazarme de inmediato, al tenerlo entre mis brazos su aroma se disparó de golpe provocando que mi garganta se abriera de una forma desgarradora. ¡Pero qué sed! Sentí la boca seca al sentir su fragancia tan intoxicante en el aire. 

— ¿Q-qué haces aquí Taehyung?— pregunté al estar consciente de lo que provocó y apreté mi mandíbula. 

Por un momento me olvidé de él y solo quería encajar los colmillos en su piel. Oler su sangre tan de pronto, de golpe sin esperarlo me abrió el ansía de manera descomunal. ¿A esto se refería el Conde Namjoon? ¿Ahora pueden controlar su aroma? Fruncí el ceño al preguntarme eso, no creo que sean conscientes de que son capaces de hacerlo.  

— Solo salí corriendo al no creer las palabras de Yoongi, estuve un tiempo caminando por el pueblo pero después de vagar ya no tuve a dónde ir— suspiró al decir aquello y me apretó contra su cuerpo. 

Lo miré al escuchar un poco de tristeza en su voz. Lo abracé de regreso y pensé en decirle lo de su madre. Debo decirle que no está muerta, bueno, no está viva con exactitud pero no sé cómo sacar el tema. 

— Sentí mi cuerpo arder de repente y me dolió el hombro por un momento, pensé que algo había pasado ya que me sentí similar a la vez pasada— me separé de él y lo miré—, por eso vine corriendo. 

Lo miré y fruncí levemente el ceño. ¿Entonces si están vinculados entre ellos? Sentí mi mente revolverse con la información recibida, ¿lo sintió también Jungkook? Me sentí frustrada de en verdad no saber nada. No quiero andar descuidadamente con ellos en ese caso. No cuando los tres tienen sentimientos de por medio, eso hace las cosas más complicadas. 

— Tus compañeros se van a preocupar— le acaricié la cabeza con cariño y bajó la mirada tímido. 

Miré de soslayo por mi ventanal y el cielo estaba por oscurecer, miré de nuevo al pelinegro en mis brazos y me miraba nervioso, como si estuviera haciendo un pequeño berrinche. Suspiró desganado y me volvió a estrujar en sus brazos. 

— Estoy en casa, tú eres mi casa, Daena— me sobresalte de escucharlo decir aquello. 

Sonreí de lado al sentir las palabras ablandar mi corazón, lo abracé por el cuello y solo lo estrujé entre mis brazos también. No me puedo enojar con él por esas cosas, sus palabras me hacen sentir calidez en mi interior. 

— Te recuerdo que te iba a dejar ir una vez que regresaramos del castillos de Drácula— mencionarlo me hizo sentir una opresión en el pecho. 

Y esa era la verdad, era el trato detrás de que fuera mi siervo. Tomar el lugar de Jungkook solo por el evento de Drácula.

— Y yo te dije que no quería que lo hicieras, me quiero quedar contigo— cerré los ojos de escucharlo.

Tengo que comprobar si en verdad el contrato no lo está consumiendo, antes de conocerlo era un orgulloso caballero listo para ir a la batalla enseguida. Se preocupaba por sus compañeros y repudiaba mi especie con fervor, mataba a los vampiros sin dudarlo y ahora ya no quiere estar más en su escuadrón. Aquello me preocupa. 

— Siento mucho lo que dijo Yoongi— mencioné de pronto y se tensó. 

— ¿También te interesa?— preguntó en un murmullo y reí con ganas—. ¿Eh? ¿Por qué te estás riendo? 

Me separé de él al no poder aguantar la risa, no veo a Yoongi con esos ojos, es un chico lindo lo admito pero jamás haría eso. Con un solo caballero a mi alrededor tengo.