Sedιeɴтα de тι© |JJK| >>+18

~DIECISEIS~

~🧛🏻‍♂️~

POV JUNGKOOK

Abrí los ojos con pesadez pero los cerré de nuevo al ver un brillo destellante sobre mi muñeca. 

Me sorprendí de ver que se rompió una cadena sobre esta. ¿Tenía una orden? 

Me levanté de golpe al verme en mi habitación, traté de mantener mi equilibrio y de recordar que demonios paso antes de quedarme dormido. 

Salí a paso apresurado de mi habitación, ¿donde esta Daena?

— ¿Joven Jeon?— miré a la señorita Alejandra. 

Me miraba sorprendida, como si no esperase verme despierto por los pasillos. 

— ¿D-dónde está Daena?— pregunté en cuanto estuve cerca de ella. 

Lo último que recuerdo bien fue que la besé, pero porque se iba a ir con ese idiota que acogió. 

De inmediato sentí mi interior arder y quise golpearlo. Antes yo era el único que la complacía, que la acompañaba para todos lados y la que me contaba todo. 

— S-salió un momento— contestó y sus mejillas se ruborizaron. 

Sé por Yeonjun que la mucama de Daena tiene un gusto por mi pero sinceramente no me importa. La única que me interesa es mi ama.

— ¿Cuánto tiempo llevo durmiendo?— pregunté pues no tenían un reloj en mi habitación. 

— Son las 05:15 de la mañana— contestó de inmediato y suspiré. 

Llevó mucho tiempo durmiendo, me tomé de la sien y traté de buscar qué hacer. Ya no puedo alcanzarla, nunca supe dónde se ubicaba el castillo de Drácula y tampoco le gustaba tocar el tema. 

— D-debería de regresar a su habitación— pareció tímida de decirme aquello. 

Gruñí por dentro ante sus palabras.

— Voy a esperar a Daena en su habitación— dije ignorando sus palabras y caminé de inmediato a su habitación. 

Cerré la puerta en cuanto estuve dentro y recé para que nadie viniera a molestarme. 

Nada ganó con molestarme. Al contrario, me aproveché de la noticia pero no de una buena manera, debí esperar a que acabará de informarme para poder pedir algo mejor que un beso. Aunque no me arrepiento.

Me acosté de nuevo y aspiré las sábanas de Daena, si alguien me viera diría que estoy loco. Y sinceramente lo estoy, estoy muy enamorado de ella y nadie entiende cómo me siento, ser su siervo me hace estar siempre deseoso. Hace que mi sentir se intensifique más de lo normal.

Quiero que ella siempre esté acariciandome y beba de mi, me siento extasiado de solo pensarlo y ahora la veo como una mujer. 

Ahora con la edad que tengo ya tengo otro tipo de pensamientos acerca de nosotros, no quiero verla rodeada de alguien más, me hierve el cuerpo solo de pensarlo.

— ¿Por qué tuvo que llegar ese idiota?— pregunté al aire y cerré de nuevo los ojos. 

Lo malo es que el chico no está tan mal y eso me enoja aún más, algo exótico y nuevo por el castillo como no va a llamar su atención. 

¿Ahora es su siervo? Golpeé la almohada con desesperación e imágenes de ellos dos aparecieron en mi mente. 

En cuanto llegué me voy a cobrar ese atrevimiento de su parte. Yo siempre he estado a su lado, desde que me acogió y me cuido, quise agradecerle de la misma manera así que le pedí que me convirtiera en su siervo. Ser su alimento y su satisfacción.