~VEINTIUNO~

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Abrí mis ojos con pesadez al sentir mi cuerpo comenzar a pesarme, hace mucho que no dormía tan tranquilamente sin que nada más me importara. Centré los ojos en el cuerpo desnudo qué aun abrazaba el mío con esmero y sentí mi cara hervir al recordar lo que sucedió en la tarde. 

Ahora que tengo la mente despejada me doy cuenta del enorme paso qué di con Jungkook, el único paso qué di con Drácula cuando estaba enamorada. 

Comencé a sentirme hiperventilada al pensar lo que sucederá cuando despierte. Sé que no querrá volver a lo de antes y menos cuando hicimos por fin esto. Tener relaciones, cosa que solo los amantes tienen. 

— Debería de salir de aquí— murmuré por lo bajo. 

No quiero estar aquí cuando él despierte, no sabría como reaccionar o qué decir. No sé qué sigue después de esto, los recuerdos que yo tengo son borrosos, Drácula fue más especial conmigo, atento y muy cariñoso. No estoy lista para ser así con Jungkook. No de golpe. 

— Daena… — me tensé al escuchar qué murmuró mi nombre entre sueños. 

Siento que hice algo muy malo. Yo aún no puedo decir que amo a mi siervo, no quiero repetir lo que hizo Jin conmigo, no quiero tener esa vida para ambos. Que él se obsesione conmigo a tal grado y yo de amarlo sin control hasta llegar a convertirlo. 

Cómo pude y con lentitud logré zafarme del abrazo de su cuerpo, qué a pesar de que dormimos sin sábanas qué nos taparan su cuerpo estaba caliente. Tomé mi bata y salí con el cuerpo ardiendo cubriéndolo enseguida, me sorprendí de ver a Taehyung afuera de mi habitación. 

No lo esperaba, pensé que se tardaría más en volver. Sentí un pequeño paro cardíaco al verlo tan pronto y más aún fuera de mi habitación.

— Oh, Tae… — mencioné nerviosa de que me viera salir. 

Cerré de inmediato la puerta detrás de mí. Sí ve lo que hice con Jungkook estoy segura de que me lanzaría a un pozo de preguntas y más por su confesión antes de que se fuera del castillo. 

— Me sentí extraño— mencionó calmado y me miró a los ojos—, comencé a sentirme ansioso de cierta manera y por alguna razón quería venir a tu lado— me sorprendí de que sonara tan honesto—. Me dio miedo abrir tu puerta. 

— Oh… — no supe qué decir en realidad. 

No tengo referencias a vampiros qué tengan a más de un siervo a su disposición. Todos los que conozco solo tienen uno. 

— Pensé que mi sentir se debía a que estaba lejos de ti— se acercó un poco a mi y retrocedí en respuesta—, pero el cuerpo me comenzó a arder más en cuanto más me aproximaba. 

Me tensé al sentir la puerta detrás de mi espalda, pensé que tenía más camino. Tragué saliva al escuchar su acelerada respiración. 

— Cuando comencé acercarme al castillo sentí mi cuerpo entero comenzar arder, sentía un calor sofocante y me sentía como cuando te alimentas de mi— subió ambos brazos a la altura de mi cabeza, recargando sus manos a cada lado de ella sobre la puerta, dejándome acorralada. 

Mi corazón se aceleró al sentirlo aproximarse a mi cuerpo, sin dejar de mirarlo fijo a los ojos, no sabía qué le sucedía y no quería hacer un movimiento en falso. 

— ¿Ya estás mejor?

Me sentí tonta de preguntar eso. 

El pelinegro frunció las cejas débilmente y me miró a los labios. 

Sedιeɴтα de тι© |JJK| >>+18 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora