~VEINTICINCO~

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~❣️~


Jadeé al aire al sentir sus manos subir por mis muslos hasta mis caderas y encajar sus dedos en la piel de mi cintura. Su tacto hacia arder mi piel de manera exquisita.

— Jungkook… — susurré su nombre con gusto y el castaño se sentó en el borde de la cama. 

Pasé mis manos por su pecho hasta subirlas por sus hombros, tomé la tela de su camiseta y comencé a deslizarla lentamente por sus brazos, disfrutando de la caricia en el viaje a deshacerme de ella.

— Eres muy hermosa cuando me miras con esos ojos— sus palabras me hicieron cosquillear el estómago. 

Jungkook no suele ser muy honesto y cuando lo es siempre me pone algo nerviosa.

— ¿Ojos de hambre?— bromeé con él y sonreí victoriosa de verlo desnudo de la parte de arriba. 

Arrojé la camiseta al piso y mordí mi labio inferior al mirar con detenimiento el cuerpo de mi siervo. Ese hermoso color porcelana, una piel suave al tacto y ese olor que desprendía últimamente solo me hacia vibrar de emoción. Quería morderlo por todas partes, desde el cuello, la clavícula, los hombros, las muñecas, el pecho y sobre todo en los labios. Esos labios que pronuncian mi nombre con anhelo.

— De deseo, me deseas igual o incluso más de lo que yo te deseo a ti— llevé una de sus manos a mi mejilla y tragué en seco al sentir su caricia. 

No. No voy a dejar que se ponga romántico. Lo tomé bruscamente de los brazos y lo acosté en la cama, me acerqué a su cuello sin esperar respuesta y rocé mi nariz con su piel. 

Sus brazos de inmediato me rodearon y gemí cerca de su oído. Sonreí al ver que ese sonido le provocó una reacción a su cuerpo.

— No me hagas desearlo más, Daena— murmuró con voz grave y sentí cosquillas en mi vientre. 

Desde aquella noche que fuimos uno mi cuerpo se comporta de diferente manera a él. Me dan cosquillas en algunas partes del cuerpo y siento mi interior inquieto de solo pensar en estar así de cerca.

— Oh, me gustaría hacerte sufrir— mordí débilmente su oreja y mi siervo gimió en respuesta. 

— No provoques algo que no vas a terminar, Daena— aquella frase me dejó ansiosa. 

Lamí con lentitud debajo de su oreja hasta el área de su yugular, los latidos de su corazón eran más fuertes y acelerados. Comencé a besar el área con pequeños besos húmedos y su piel se erizó al instante, me tomó más fuerte de las caderas y jadeé por su tacto. 

— Daena… — sonreí al escucharlo y de inmediato encaje los colmillos en su cuello. 

— Mmph— succione débilmente y sentí mi cuerpo cosquillear al sentir su delicioso sabor pasar por mi boca. 

Los brazos de Jungkook me abrazaron a su cuerpo y apreté mi interior al sentir su miembro duro debajo de mi estómago. 

El líquido caliente estaba jodidamente delicioso, no quería parar pero tampoco me podía dejar llevar, mordí un área vital y tampoco quiero lastimarlo. Lo solté y gemí al aire al sentir aire entrar por mi garganta, sentí cosquillear mi boca y eso se sentía muy bien, demasiado. 

Lamí su herida para cerrarla y busqué sus labios, quería besarlo. Por primera vez era yo la que quería hacerlo. 

Al momento de juntar nuestras bocas sentí mi respiración acelerarse, las manos de mi siervo pasaron de inmediato a mi nuca y las mías detrás de su cabeza. Sus labios sabían muy bien mezclados con el sabor de su sangre en nuestras bocas. 

Sedιeɴтα de тι© |JJK| >>+18 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora