Sedιeɴтα de тι© |JJK| >>+18

~VEINTISEIS~

~❣️~

— D-deberías irte, Taehyung— me alejé un poco de él y sintiéndome nerviosa de que el rubio llegará en cualquier momento. 

— ¿Por qué? ¿No tienes sed? ¿No me quieres beber?— tragué saliva al escucharlo.

Evité su mirada al sentir mi rostro arder, sé muy bien que tengo a Jungkook en el castillo pero el sabor de Taehyung me hace salivar la boca. 

— ¿La chupasangre que está aquí es tu amiga?— lo miré de nuevo de escucharlo mencionar a Lisa. 

Elevó una ceja con interés al ver que captó mi atención y sonrió de lado. 

— Ten cuidado con Jimin, no soporto en verdad compartirte más de lo que ya lo hago— se puso de pie y se fue por el pasillo contrario al que se había ido Jimin. 

Suspiré profundamente al ya no escuchar los latidos de su corazón, no sé en qué momento me metí en esto. Lo único que conocía eran las paredes de mi castillo y solo tenía a Jungkook. Quién diría que el mundo exterior era tan abrasador. 

— Perdón, no sabía dónde estaba el azúcar— regresé la mirada a los pasillos y visualicé a Jimin con una bandeja y un juego de té sobre ella.

— Tranquilo, perdí mi tiempo visualizando las flores— mentí al verlas en mi panorama de vista. 

Sonreí de lado al tener a Jimin a mi lado, dejó la bandeja en la mesa y me puso una taza de té junto con su platito delante mía. 

Que bonito juego. Era blanco con varios colores púrpuras y unos tulipanes adornando la taza. 

— Solo tengo té negro, lo consume más Yoongi que yo, así que estoy acostumbrado más al café, perdona si no es de tu gusto— el rubio río nervioso al servirme el líquido caliente y reí entre dientes. 

— Oh tranquilo, puedo beber lo que sea— sentí un pinchazo en mi pecho al decir aquello. 

Miré el líquido en mi taza y sonreí al sentir el aroma acariciar mi nariz. Que delicioso. 

— Tengo azúcar y miel— Jimin puso otros dos recipientes delante mío. 

Tomé mi cucharita y me serví dos cucharadas de miel. Jimin hizo lo mismo que yo y miró su taza con nerviosismo. 

Se nota que nunca ha tomado el té y siendo sincera yo tampoco. Tomé la taza en mis manos y la llevé con cuidado a mi boca, probé un poco y me supo un poco amargo pero a la vez delicioso. 

— ¿Yoongi toma esto diario?— miré a Jimin quien tenía una mueca y la taza en sus manos. 

Reí con ganas de que fuera tan honesto y dejé la taza de té en la mesa. 

— ¿Acostumbras tomar el café dulce o amargo?— pregunté mirándolo y sus mejillas se ruborizaron un poco. 

— D-dulce… —murmuró en voz baja y tomé su utensilio para servir dos cucharadas más de azúcar en su taza. 

— Prueba— sonreí amable y el rubio no dudó en llevar la taza a su boca. 

Me miró directo a los ojos mientras bebía su té, sonrió al separarse de la taza. 

— Está mejor, gracias— y bebió de nuevo. 

Reí de nuevo al ver que solo daba tragos largos, ahora estoy segurísima de que no bebe té. 

— ¿Por qué tomaste de mi té si a ti no te gusta?— me sobresalte al escuchar la voz de Yoongi a mis espaldas.

Giré la mirada al chico parado al lado de un pilar de la construcción del jardín. Se sorprendió al verme y solo le sonreí amable.