Estábamos de vuelta. El autobús nos dejó a dos cuadras de mi casa, le dije a Yoongi que no era necesario que me acompañara, quería que fuera a descansar, pero se negó, diciendo que quería caminar, que eso lo ayudaba a despejarse. Sabia que aquello era totalmente falso, Min Yoongi odiaba caminar, incluso muchas veces odiaba tan solo respirar, creía que era algo agotador.
El camino fue silencioso y un poco incómodo para mí, porque no tenía nada que decir, bueno, más bien, no quería decir nada. Me detuve en la cerca cuando llegamos a mi casa, y le sonreí con algo de temor. No estaba lista para escuchar ni responder las dudas, que seguramente tenía. Rogaba que no las sacara a la luz, que las mantuviera guardadas, como lo había hecho durante esos dos días.
—Gracias por acompañarme —me limite a decir, mientras tomaba mi bolso de sus manos— Ve a descansar y no te olvides de cenar.
Y justo cuando estaba abriendo la cerca, mi nombre salió de su boca.
—Hyen... Solo quiero saber una cosa —suspiró y sentí como una corriente eléctrica recorría cada parte de mi cuerpo. Voltee hacia él sin saber cómo fui capaz de hacerlo, y lo miré dándole así toda mi atención.
—¿Qué quieres saber Yoongi? —Pregunté. La angustia se reflejaba en mi voz. Lo vi dudar, sus ojos fueron hacia el cielo y volvió a suspirar.
—Tu... ¿te vas alejar de mí de nuevo?
Mis músculos se relajaron, no era la clase de pregunta que esperaba escuchar. Respiré aliviada y sonreí con incredulidad. ¿de verdad le importaba aquello?
—Yo...
—¿Vas a responder mis llamadas como antes Hyen? —quiere saber, su mirada expectante cae sobre mí.
—Si, yo voy a responder —contesté con sinceridad y me alejé de él para entrar a mi hogar— Hasta mañana Yoongi...
La puerta no alcanzó a cerrarse cuando sentí la pantufla de Jin volar en mi dirección. Apenas rozó mi brazo, algo insignificante, pero lo peor estaba por venir, sus gritos seguían después.
Estaba furioso, su rostro estaba rojo, lo entendía, pues me había ido sin avisar.
—¡Hyen Kim estas castigada! —Avisó mientras apuntaba mi rostro con otra pantufla. ¡Dios estaba histérico!, su pecho subía y bajaba con fuerza, mientras la tía Hann tocaba su frente tratando de tranquilizarlo— ¿me estas escuchando mocosa?
—No puedes castigarme Jin, tengo 21 años —reí y sus ojos se abrieron mas de lo normal. Creo que humo salía de su boca, pero aún así seguía pareciéndome tierno e inofensivo.
—¿Ah no? ¿crees que no puedo? ¿Crees que...
—Esta bien, esta bien... estoy castigada ¿contento? Ya cálmate —pedí y me senté en el sofá. Su expresión se relajó y se sentó en el sillón del frente. Inhaló despacio y luego volvió hablar.
—Y... ¿Cómo te fue? —Preguntó intentando mostrar autoridad. La tía Hann apretó su hombro, y soltó una risa divertida antes de entrar a la cocina. Jin rodó sus ojos, y volvió a concentrarse en mi— ¿Yoongi está bien?
—Si, él esta bien, no te preocupes. Mejor preocúpate por mí, muero de hambre. Dame de comer.
—No habrá postre esta vez —sentenció y caminó hacia la cocina. Yo seguía sus pasos mientras suplicaba su perdón— Y no confió en ti, así que pondré un candado en el refrigerador.
Él sí que era cruel
ESTÁS LEYENDO
My Wish ✅
FanficEso no era lo importante... Lo importante era que yo, estaba jodidamente enamorada de él. Y él, jodidamente enamorado de otra. ⚠️Hetero ⚠️ Cliché ⚠️Romance Portada y banner, regalitos de mi preciosa @sunnie_16 muchas muchas gracias 😻🌹 ¡Sin editar...