My Wish ✅

Capitulo 26

Sus oscuros ojos estudiaban detenidamente mi rostro, como si quisiera saber si todo esto se trataba de una broma. Mis dedos tocaron sus mejillas al notar lo perturbado que estaba, y besé su frente pidiéndole a través del silencio que por favor no me rechazara. 

Por medio de mi mirada él pareció escuchar el grito de amor que mi alma daba, y accedió a sus suplicas tomando mis caderas con firmeza acercándome más a él. Su mirada bajó hasta mi boca y sus dedos delinearon con suavidad mi labio inferior. 

No sé exactamente en qué momento pasó, solo se, que vi su rostro muy cerca del mío y luego sentí su boca envolver la mía de una manera lenta, provocando un estallido de emociones en mi interior. Me acoplé a sus movimientos sintiendo a plenitud su dulce y embriagante sabor. Sus manos se clavaron con fuerza en mi cintura, ordenándome que me subiera a su regazo. Sus pequeños y dulces labios comenzaron a exigirme un poco más. No me negué, su lengua pidió acceso y concedí. Y en seguida comenzó a explorar cada rincón. 

Sus labios abandonaron los míos, buscando un poco de aire, y me miró. Una mirada, que me conmovió, pero que me resultaba muy difícil entender. Sin apartar los ojos de mí, levantó mi blusa al mismo tiempo que sus dedos rozaban mis costillas. Dejó un cálido beso sobre mi hombro desnudo y sin esperármelo, sus manos tomaron mis piernas para acomodarme y retenerme junto a él, mientras se levantaba de la silla. Mis piernas se envolvieron con fuerza contra su cintura, y un nuevo beso nació. 

Sentí el colchón bajo mi espalda y la ausencia de su cuerpo junto al mío. Lo vi de pie frente a la cama quitándose la remera y mi corazón comenzó a palpitar con más, y más fuerza. Se acercó despacio, mirándome con deseo, algo que no creía posible, y aprisionó mi cuerpo contra el suyo. 

Su boca se unió nuevamente a la mía, mientras sus dedos rozaban mis brazos. Sus labios bajaron de manera sorpresiva hacia mi cuello, y un pequeño gemido se escapó de mi garganta. Sentí su sonrisa sobre mi piel. 

La calidez de su aliento se instaló en mi clavícula y mi cuerpo tembló debajo del suyo, sin permiso. Puso su boca caliente sobre mi abdomen, y mi espalda se arqueo de manera inconsciente rogando por más. Vi luego, mi pantalón tirado en el suelo de la habitación, y sentí como sus manos exploraban mi cuerpo con ternura y lentitud. 

—Eres hermosa Hyen —susurró cerca de mi oído y sus labios atraparon mi cuello de nuevo, succionando y mordiendo con suavidad. Dejó un pequeño beso en mi clavícula, concentrándose luego en mis pechos. Despacio los apretó, por encima de la traslucida tela, y sentí su lengua delinear mis pezones. Jadee casi al borde de la locura y con un poco de dificultad, su nombre salió de mis labios. 

—Min Yoo-ngi... 

Me sostuvo entre sus brazos durante unos segundos, y con un rápido movimiento, mi sostén desapareció. Me crucé de brazos, al sentir mi desnudes, pero él me beso haciéndome saber que todo estaba bien. 

Hizo un recorrido de besos sobre mis piernas y finalmente llego a mis bragas. Se detuvo en seco, logrando que mi respiración se acelere, y junté mis piernas cuando sentí como sus dedos jugaban con mi elástico. Despacio la tela comenzó a abandonar mi cuerpo y su mano tocó solo un poco mi intimidad, haciéndome temblar nuevamente. 

Se separó de mí, mirando mi cuerpo completamente desnudo, y se quitó la ropa faltante antes de apagar la luz. Se acercó de nuevo a la cama y se posiciono delante de mí, tomó mis rodillas para abrir mis piernas después de ponerse un condón, y besó mi frente con dulzura dándome seguridad antes de empujarse con suavidad en mi interior. 

—Te amo Hyen —dijo uniendo nuestras manos, y una lagrima rodó por mi mejilla, al ser consciente de que aquello no era verdad.