La Tríada

Introducción

-¿Dónde está mi hermano?! - Grité al beta frente a mi, ese hombre al que tanto mi hermano como yo habíamos llamado tío.

Mi hermano Porschay había desaparecido, cuando fui a buscarlo a la escuela sus amigos me dijeron que nunca había llegado; pero yo lo había visto salir de casa, yo mismo lo había encaminado a la escuela. Pero él había insistido en que podía ir solo y que no me preocupara tanto que fuera a mi instituto, ahora estas eran las consecuencias.

Y solo el hombre frente a mí sabía el paradero de mi hermano, ¿Como lo sabía? Porque repentinamente después de meses sin tener dinero, aparecía con un fajo de dinero, que él aseguraba había ganado apostando. ¡Mentira, era mentira! Nadie podía ganar tanto dinero en tan poco tiempo, al menos no las personas de clase media como nosotros.

-Porsche calmate, seguro el pequeño Che solo fue a la casa de algun amigo - Alego mi mayor.

-¡No es asi! Porchay no tiene muchos amigos, y los conozco a todos. Ellos dijeron que nunca llegó a la escuela, ¿ Ahora tú apareces con dinero? ¿Dónde vendiste a mi hermano? - Las lágrimas amenazaban con escapar de mis ojos, mi hermano era todo lo que me quedaba en la vida, después de la muerte de mis padres, Porschay y yo habíamos quedado solos; bajo la supuesta protección de mi tío.

-Porsche, tu hermano es omega. Sabes lo que pasa con los omegas hombres, alguien pudo haber lastimado al pequeño pero no fui yo, si hubiera sido yo. Porque esperar hasta ahora para hacerlo, ¿Mm? Pude venderlo hace mucho tiempo si hubiera querido.

-No, no, no. Esperaste hasta ahora porque a los traficantes se les hace más difícil la trata de niños pequeños y bebés, pero sabes que con adolescentes les facilita las cosas. Hacen pasar la desaparición de los jóvenes como una simple rabieta y fuga de casa, pero Che no es así.

-Tal vez encontró a un alfa y...

-¡Mi hermano no me abandonaría! Tú solo esperastes hasta que él se presentara como un omega para ganar más dinero. A mi no me vendistes porque soy un beta - Eso era un secreto que solo mi hermano y yo sabíamos, mi naturaleza omega era casi inexistente, empezando por mi complexión; yo no tenía el cuerpo delicado como otros omegas, ni un rostro suave como muchos otros. Mi rostro era definido y marcado, mi aroma había sido algo difícil de ocultar, eso era lo único que podía delatarme, un dulce aroma de vainilla mezclado con café, tan suave pero atrayente que lo mejor era ocultarlo - ¿Donde esta mi pequeño? - Las lágrimas por fin escaparon de mis ojos, no hice intento de limpiarlas, mi voz tembló y trague el nudo en mi garganta.

Los ojos del beta se abrieron en asombro, nunca se me veía llorar. Desde la muerte de mis padres nunca había llorado por nada más, pero Che era mi responsabilidad, mi pequeño hermano al que me habían arrebatado y no sabia donde estaba o si estaba bien.

-Si te lo digo podrían matarme - Un suspiro cansado escapó de los labios de mi tio.

-Solo dime donde esta, no diré tu nombre, solo quiero a mi hermano de vuelta - Rogué, los ojos del beta no pudieron verme a la cara, corrí fuera de la casa en cuanto el me dijo a donde tenía que ir para encontrar al pequeño Che.

-Ve al puerto, ahí hay un bar. Solo pueden entrar los que participan en subastas o si será subastado.

-Pues me venderé si hace falta.

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¡Nueva historia! Y ni siquiera termino las otras XD

Tenía en mente esta historia desde que la soñé pero nunca encontré personajes que me gustaran, hasta que el KinnPorsche apareció y son PERFECTOS para esta historia.

Bienvenidos a La Triada~

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