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Kinn me arrastró por la mansión hasta llegar a su habitación, era de madrugada y todos estaban dormidos. Y el cambio de turno de los guardaespaldas era en este tiempo. Para mi suerte nadie había visto la escena.

-¡¿Te divierte estar con otros?! - Grito kinn.

-Me lastimas - Chille, el agarre de Kinn se aflojo hasta soltarme

-¿Querías vengarte? De acuerdo - El alfa rió amargamente - Me harto este jueguito de los celos. ¿Querías ser mi omega? ¿Querías que estuviéramos juntos? Muy bien, ganaste ahora verás lo que es ser mi omega, ¡Seras mi maldito omega! - Camino hacia mi, retrocedía a cada paso que él avanzaba hasta que choque con algo y caí al suelo.

-Kinn, ¿Qué vas a hacer? - Pregunte temeroso, Kinn se puso en cuclillas. Retrocedi hasta verme atrapado en una esquina de la habitación.

-Apestas a él - Dijo entre dientes, sus colmillos relucieron.

Kinn me tomó en brazos y me llevó hasta el baño.

-No te muevas - Ordenó dejándome sobre el tocador del baño. Obedecí tembloroso ante su oscura voz.

Abrió la llave dejando correr el agua para que la bañera se llenara, volvió y se paró frente a mí, metiéndose entre mis piernas.

-Solo necesitaba que fueras obediente y te alejaras, no quiero alejarte por ser un hijo de puta, lo único que busco desde que te encontre es protegerte - Acaricio mi mejilla, temblé ante el contacto de su fría mano contra mi piel. Kinn suspiro y se alejó para agregar algunos jabones al agua y crear una buena cantidad de espuma, tocó el agua para asegurarse de que la temperatura estuviera bien.

-Ven aquí bebé - Me ayudo a bajar del tocador para luego comenzar a desvestirme, baje la mirada avergonzado. Kinn quito mi ropa, su mirada se posó en la herida de mi brazo que él mismo había provocado - Date un baño, iré por el botiquín a la enfermería.

No respondí, él dejó un beso sobre mi frente antes de irse. Entre a la bañera, las lágrimas resbalaron por mis ojos y el llanto se volvió incontrolable de un momento a otro.

No pasó mucho tiempo para que Kinn volviera, las puertas fueron abiertas, no alce la mirada sabiendo lo horrible que me veía con los ojos hinchados. Los fuertes brazos de Kinn me sacaron del agua y me envolvió en un albornoz.

Mi cuerpo fue depositado con delicadeza sobre la fría cama, y mi mano fue tomada por él. Sentí el ardor de un ungüento y luego como la herida.

-Serás presentado como mi omega - Dijo Kinn tomando la cobija y cubriendo mi cuerpo con ella - Tendrás guardaespaldas y serás protegido en todo momento, Pete seguirá cuidando de Khun - Finalizó - Porsche solo quería protegerte - Se excuso - Se que no lo parece pero lo unico que queria era protegerte.

-¿Me proteges metiéndote entre las piernas de cualquiera? ¿A quién quieres convencer Kinn? - Por fin encontré mi voz para hablar. El alfa apartó la mirada - Desde que descubrí que era un omega, solo quería encontrar a mi destinado y vivir con Che, formar una familia con mi pareja... algo muy simple, no pedía mucho...

-Pero ahora estás atrapado con un mafioso como pareja. No todos pueden vivir en este mundo, Porsche mis hermanos y yo hemos sido secuestrados al menos dos veces. Mi madre fue asesinada por el propio doctor luego de que diera a luz a Kim. No podemos confiar en nadie, las paredes tienen oídos y las personas un precio. Los mafiosos tenemos una debilidad, y ahora tu eres la mía, te usarán para llegar a mi - Me quedé en silencio, ¿Porque él no podía ser sincero desde el inicio y ahorrarnos el dolor ambos?

-Tu no tuviste opción, pero yo si y tu me la negaste. Intentaste decidir por mi. Y mira a dónde nos lleva eso, tú siendo un maldito psicópata bipolar, y yo siendo débil y recibiendo tratos injustos de tu parte.

La TríadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora