Capítulo 3

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— Ayse siéntate con nosotras — Şemsişah hatun invitó a la mujer de ojos verdes.

— Ya no soy Ayse, su Majestad me ha dado un nuevo nombre, ahora soy Mahziba — dijo con el orgullo brillando en su rostro.

Fijé mi vista en la tasa de té frente a mi, sintiendo como algo en mi interior duele, pero el lado bueno es que ya no compartiremos nombre. Entre que tengamos el mismo nombre y que Murad se tomara el tiempo de darle uno nuevo, me molesta más el haber sido llamadas por el mismo nombre. Solo puede haber una Ayse en este lugar.

— Toma asiento Mahziba hatun — Şemsişah dijo con molestia.

— Lindo collar — Şemsperi Sultan cambio de tema.

Curiosa miré a la mujer quien en su cuello lleva un hermoso collar con una Gema verde en el centro, no estoy celosa, no hay motivos ¿cierto? Rasque la parte trasera de mi cabeza para alejar el malestar.

— Fue un presente de su majestad — la mujer explicó con una sonrisa en su rostro.

— Encantador — Şemsişah dijo con una sonrisa en cara, que mujer tan falsa.

— No estés celosa, su majestad hace eso con todas — comenté indiferente.

— Creo que nadie pidió tu opinión Ayse — sus ojos me observaron con severidad.

Rodé los ojos con irritación, me puse de pie y sin hacer reverencia salí del harem.

— ¿A dónde crees que vas? — poniendo la mejor sonrisa en mi rostro miré al agha.

— Con nuestro Sultán, Haci agha — el hombre asintió analizandome.

— Esta bien — el eunuco me dedicó una mirada cómplice.

Atravesé el camino dorado con pasos rápidos, me detuve frente a los aposentos del Sultán.

— Díganle a su majestad que su concubina Ayse desea verle —

Cuando uno de los aghas entró a los aposentos a informar de mi llegada aproveché para acomodar mi vestido y cabello.

— Adelante —

Con la vista fija en el suelo entré en los aposentos e hice una reverencia.

— Su majestad, escuché las buenas nuevas — el hombre me observó con interés desde su asiento en el escritorio.

— Iluminame — Murad dejo la pluma en el tintero para luego recostarse del espaldar del asiento.

Desvíe mi mirada un momento, el hombre se veía realmente bien en esa posición, pestañeo dos veces para alejar los pensamientos impuros de mi mente.

— Mahziba — ante la mención de ese nombre Murad alzó una ceja — Pensé que disfrutaba el hecho de acostarse con alguien que llevaba mi nombre — comenté.

La risa de Murad me hizo mirarle interrogante, el hombre se puso de pie y caminó hacia mi.

— ¿Estás celosa? — sus labios tenían una sonrisa de lado y sus ojos burlones me analizaban.

— Como puedo estar celosa cuando usted me dijo que quiere que sea la madre de sus hijos — hablé con orgullo — Supongo que no tengo rivales — aquello era una vil mentira pero pensar por un momento que soy o seré la única ayuda a mi frágil corazón a subsistir.

— Eres tan divertida — una de sus manos se colocó en mi mejilla y sin pensarlo me vi buscando el calor de su toque — Solo hay y habrá una Ayse en mi corazón — la expresión seria en su rostro me hizo sonreír.

La Haseki // Ayşe Sultan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora