IX

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Celos


El sol entraba por la ventana,el amanecer se hacía presente y ambos se habían quedado dormidos sin preocupaciones,olvidándose de todos.

Paso una mano por el rostro del castaño,admirando sus largas pestañas,su finos labios tan besables que sentia no se cansaría de probar,su fina nariz ,sus mejillas,esas que besaba cada que el ojimiel estaba enojado y terminaban en la cama riendo como locos.

—Se que soy bello pero no me mires tanto—se burló Edmund.

Caspian soltó una pequeña risa,pasó sus nudillos por la mejilla llena de pecas del castaño.

—Eres hermoso—le susurró.

Un sonrojo apareció en más mejillas del ojimiel que sin aguantarse las ganas poso su mano en el hombro del pelinegro y se alzó poniendo sus labios sobre los de Caspian dandole un beso suave,lento,demostrando cuán fuertes eran sus sentimientos.

Se separaron con la respiración un poco agitada.

Segundos después Caspian abrió sus ojos y se río nerviosamente.

—Edmund.

—Dime—le respondió mientras el castaño mientras comenzaba a repartir ligeros besos el camino de lunares que tenía Caspian desde la mandíbula hasta el cuello.

—Anoche fue...simplemente...yo-

—¿Te estas arrepintiendo?—le interrumpió Edmund mientras comenzaba a besar las clavículas del chico.

—¡Por supuesto que no!,déjame terminar,anoche fue increíblemente mágico.

Edmund río mientras dejaba un rápido beso en la mejilla del pelinegro y bajaba a su cuello de nuevo.

—Me dejarias ser tu novio—dijo soltando de golpe—solo hasta que en un futuro sea tu esposo.

Los besos de Edmund sezaron,parando realmente cualquier tipo de toque y aún enredado entre las sábanas se elevó de nuevo mirando fijamente a Caspian que se mordía el labio nervioso por la respuesta del ojimiel.

—¡Por suspuesto que quiero que seas mi novio!—le grito mientras se lanzaba besando sus labios de nuevo.

Rodaron entre la cama riendo hasta que oyeron un pitido de carro fuera.

Edmund le dio un último beso en los labios a Caspian,y se puso de pie enredado en una de las sábanas y abrió la cortina un poco asomando la cabeza.

—No es cierto—susurró.

Caspian confundido se puso de pie completamente desnudo poniendo su cabeza sobre la del castaño.

El carro no estaba frente a la casa de Caspian si no la de Edmund.

—¿Quien es cielo?.

—¡Es Cristián!—grito riendo mientras se metía corriendo al baño—¿Vienes a ducharte?.

Caspian asomó la cabeza un poco por la ventana viendo a un chico alto,con tez blanca y lentes oscuros bajar de una limusina negra,venía vestido con un smokin muy elegante color negro.

|| Mi Perfecto Desastre || Casmund☆✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora