Chamán

Ilusión

─Ahora sí. Ya estás mejor preparado para entender─Dijo Rafa, apenas acabaron de comer.
─Sí. Supongo que el hambre distrae. Pero sigo sin entender cuál es la diferencia entre un sabio y un chamán.
─La principal diferencia─Contestó Rafa─Consiste en que el sabio cree saber y el chamán sabe que no sabe.
─¿Cómo es eso?
─Pues el sabio se contenta con lo que cree saber, se queda con eso, se estanca, se encasilla, deja de avanzar. Se dedica a compartir su supuesta luz con el mundo. Cree que le está haciendo un favor a la humanidad al compartir sus ilusiones, pero sólo la sume más en el sueño, la aleja del despertar.
El chamán es un eterno buscador, va más allá de las ilusiones del sabio. Sabe que no existen las verdades y, por ende, todo conocimiento tiene que ser falso.
─¿Cómo que no existen las verdades?¿Entonces tampoco existen las mentiras?
─La verdad es la mejor de las mentiras, Daniel. Una verdad es una mentira que todavía no pudo ser descubierta.
─¿Significa que tampoco hay realidades?
─Existe lo real y existe lo ideal. Existen como dos mundos separados por un abismo. El hombre común no vive en lo real. No tiene ni la capacidad de conectarse con la realidad, ni la fortaleza necesaria para soportarla. El hombre común, tiende a vivir en lo ideal, en la pura ilusión.
─¿El chamán vive en lo real?
─Claro que no. Ningún nacido de madre, podría llegar a tanto. El chamán vive en el abismo que separa a ambos mundos.