Soltar

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Durante más de quince años, Manuel se había encargado de preparar a Rafa. Le enseño todo cuánto sabía, lo mantuvo apartado del mundo y lo sometió a un intenso entrenamiento fisico y mental. Rafa, aún no era un brujo. Aún le faltaba preparación, pero ya era capaz de saltar el cerco, convocar entidades y manipular energías.Tenía un cuerpo resistente y una mente ágil. Manuel, consideró que ya era tiempo de soltarlo.
─A partir de ahora, estás solo. Deberás acabar el entrenamiento por tu cuenta─Le había dicho.
─¿Que quieres decir?
─Pienso retirarme, irme lejos, vivir el tiempo que me quede, donde nadie me conozca. A mi edad, lo único que quiero, es encontrar algo de paz.
─Pero Manuel, hablás como un anciano, no eres tan viejo.
─Mi alma está cansada, Rafa. Al menos, una vez en la vida, quiero saber lo que se siente ser un humano común y corriente. Creo que, al menos, me he ganado eso. Tienes todos los recursos necesarios para llevar una buena vida aquí.
─No puedes retirarte así como así. Eres el chamán.
─No. No me estoy retirando así como así. Ahora, tu eres el chamán.   Eres mi sucesor─Cuando acabó de hablar, ambos se abrazaron.
Manuel recogió unas cuantas pertenencias y salió de la casa en completo silencio.
Algunos afirmaban que se había ido a Europa, otros, que murió poco después de abandonar aquel lugar. Lo cierto, es que jamás se volvió a saber del chamán Manuel.

ChamánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora