• 𝐓/𝐍 •
Los rayos de luz iluminan por toda la habitación, abrí los ojos lentamente y mi cuerpo está inmóvil. Mikey está abrazándome con fuerza, traté de soltarme de su agarre pero lo único que conseguí fue que él albino se despierte.
— Buenos días.— saludó con una sonrisa.— ¿Cómo amaneciste?
— Buen día, Mikey.— saludé.— Muy cómodamente, ¿y tú?
— Jodidamente bien.— confesó.
— ¿Duermes mucho? — pregunté.— Tienes muchas ojeras.
— Usualmente no duermo más de cinco horas.— respondió.
— Si quieres.. Luego te puedo poner mascarillas.
— Eso suena genial.— sonrió.— Cómo en los viejos tiempos.
—Sí.— respondí.— Bajemos, tengo hambre.
— ¿Por qué mejor no te comes esto? — señaló su entrepierna.
— Me la comí toda la noche.— sonreí. Mikey se acercó y me besó.
Me levanté, me senté en la cama, y él albino hizo lo mismo con la intención de ponerse las pantuflas. En aquel momento la puerta se abrió, dejando ver al peli-rosa.
— Lo siento por haber entrado así jefe.— mencionó.— Conseguimos información relevante.— Sanzu me miró de arriba abajo.
— Bajaremos en unos minutos.— su voz es fría.— Retirate.— el peli-rosa hizo una reverencia y se fue.
— ¿Y si mejor dormimos un poco más? — bostezo y se tiró en la cama boca abajo.
— Quisiera poder dormir todo el día.— confesé.— Pero tenemos muchas cosas que hacer.— suspiré. Toqué suavemente su espalda.
— Es lo que nos tocó siendo jefes.— suspiró.— ¿No es así?
— Sí, lamentablemente.— me quejé.— Lo único que quiero ahora mismo, es desfigurar a la rata que anda suelta.
— ¿Cuando te volviste tan sádica? — preguntó curioso.— Antes no eras así. Todo lo contrario.
— Cuándo comencé a ser francotiradora, luego de que me dejaste.— respondí.
— ¿Te convertí en esto?
— Sí.
— Lo siento mucho yo..
— Es tarde para arrepentirse.— respondí.— Nada cambiará lo que soy ahora.
— Me das mucha curiosidad.— confesó.
— Qué bueno.— respondí sarcásticamente.— Levántate.— tiré una almohada en su nuca.
— Mmm.— se quejó y se levantó.— ¿Y si mejor te desnudas para mí?
— No.— respondí sonriente. Se levantó y nos dirigimos al baño.
Saqué mi cepillo, lo encendí, y me empecé a cepillar. Al terminar decidí darme una ducha.
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|𝐌𝐈𝐊𝐄𝐘 𝐒𝐀𝐍𝐎 𝐘 𝐓/𝐍| +𝟐𝟏 𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓 𝐎𝐁𝐒𝐄𝐒𝐒𝐈𝐎𝐍
Hayran KurguÉl amor traiciona y hiere demasiado. Y es mucho más complejo cuándo tienes que escoger entre vengarte del hombre que te hizo daño o darle una segunda oportunidad. Esta es la historia de T/N Suzuki... Ella deberá escoger entre perdonar al hombre que...