𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏𝟒

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• 𝐓/𝐍 •

Los rayos de luz iluminan por toda la habitación, abrí los ojos lentamente y mi cuerpo está inmóvil. Mikey está abrazándome con fuerza, traté de soltarme de su agarre pero lo único que conseguí fue que él albino se despierte.

— Buenos días.— saludó con una sonrisa.— ¿Cómo amaneciste?

— Buen día, Mikey.— saludé.— Muy cómodamente, ¿y tú?

— Jodidamente bien.— confesó.

— ¿Duermes mucho? — pregunté.— Tienes muchas ojeras.

— Usualmente no duermo más de cinco horas.— respondió.

— Si quieres.. Luego te puedo poner mascarillas.

— Eso suena genial.— sonrió.— Cómo en los viejos tiempos.

—Sí.— respondí.— Bajemos, tengo hambre.

— ¿Por qué mejor no te comes esto? — señaló su entrepierna.

— Me la comí toda la noche.— sonreí. Mikey se acercó y me besó.

Me levanté, me senté en la cama, y él albino hizo lo mismo con la intención de ponerse las pantuflas. En aquel momento la puerta se abrió, dejando ver al peli-rosa.

— Lo siento por haber entrado así jefe.— mencionó.— Conseguimos información relevante.— Sanzu me miró de arriba abajo.

— Bajaremos en unos minutos.— su voz es fría.— Retirate.— el peli-rosa hizo una reverencia y se fue.

— ¿Y si mejor dormimos un poco más? — bostezo y se tiró en la cama boca abajo.

— Quisiera poder dormir todo el día.— confesé.— Pero tenemos muchas cosas que hacer.— suspiré. Toqué suavemente su espalda.

— Es lo que nos tocó siendo jefes.— suspiró.— ¿No es así?

— Sí, lamentablemente.— me quejé.— Lo único que quiero ahora mismo, es desfigurar a la rata que anda suelta.

— ¿Cuando te volviste tan sádica? — preguntó curioso.— Antes no eras así. Todo lo contrario.

— Cuándo comencé a ser francotiradora, luego de que me dejaste.— respondí.

— ¿Te convertí en esto?

— Sí.

— Lo siento mucho yo..

— Es tarde para arrepentirse.— respondí.— Nada cambiará lo que soy ahora.

— Me das mucha curiosidad.— confesó.

— Qué bueno.— respondí sarcásticamente.— Levántate.— tiré una almohada en su nuca.

— Mmm.— se quejó y se levantó.— ¿Y si mejor te desnudas para mí?

— No.— respondí sonriente. Se levantó y nos dirigimos al baño.

Saqué mi cepillo, lo encendí, y me empecé a cepillar. Al terminar decidí darme una ducha.

|𝐌𝐈𝐊𝐄𝐘 𝐒𝐀𝐍𝐎 𝐘 𝐓/𝐍| +𝟐𝟏 𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓 𝐎𝐁𝐒𝐄𝐒𝐒𝐈𝐎𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora