🖤Guerra🖤

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Narradora

Ambos permanecían estáticos en medio de la oscuridad, mirándose a los ojos por un largo lapso de tiempo, como si se tratara de una batalla.

El que bajara la mirada, perdía,quien que la desviaba, huía y el que permanecía sin inmutarse, ganaba.

-Tú deberías ser quien conteste eso.

Sentenció con un tono frío, alejándose de su agarre. Él suspiró y se dedicó a verla con la poca claridad aportada por las luces de las velas.

-¿Yo?.

-No te bastó ignorarme durante casi dos meses y ahora apareces de la nada, me besas y crees que me lanzaré a tus brazos.

-Literalmente caíste en mis brazos, me seguiste el beso, como lo esperaba e incluso, si fuera que estás totalmente enojada conmigo, me habrías dado una cachetada o volvías directamente con el imbécil rubio.

-Nunca vas a cambiar, sigues creyéndote la gran cosa.

-En efecto, lo soy, tú y el mundo entero lo saben.

-Aléjate de mi, no hay nada más que hablar.

-Sigue jugando a la parejita en discordia ___, ambos sabemos que a quien quieres a tu lado soy yo.

-Púdrete.

A pasos firmes se alejó de ahí, hasta llegar a su mesa, donde un muy callado Esteban se encontraba analizando qué era lo que ocurrió hace instantes atrás.

-___.

-No quiero hablar sobre lo que pasó.

La iluminación volvió a su estado normal y todos aplaudieron. Michael estaba ahí con una sonrisa tan cálida, contemplando a la protagonista que se dedicaba a ofrecerle un ceño fruncido.

Como acto seguido, se golpeó el pecho unas dos veces y apuntó a alguien en el fondo del restaurante. El de ojos azules se dió media vuelta y observó a quien iba dirigido ese gesto. Oh que gran sorpresa, era él.

Chris Mclean ha regresado.

La noche continuó después con un ambiente incómodo. Si antes Cooper se sentía molesta, ahora lo estaba el triple. Mientras tomaba su vaso con cerveza, sus orbes estaban plantados en el presentador.

Había alguien junto a él, era rubia y usaba un vestido rojo que se notaba, estaba diseñado para mostrar más de lo esperado. Sin embargo, no le podía ver la cara a la maldita, porque estaba de espaldas.

-Estás tomando de más.

-No pedí tu opinión.

Esteban ya tenía una idea del repentino comportamiento de su pareja, además de que la razón principal se encontraba delante de ellos. Por lo bajo gruñó, los planes que tenía podrían sufrir algunas dificultades. Y éstas tenían un nombre completo.

Por el otro lado, en la mesa de en frente. Ese hombre estaba usando un traje negro, camisa blanca, zapatos oscuros. Casi se podría decir que vino a juego con su Ex novia. Qué lindo, algunas cosas nunca pierden su costumbre.

-Sé que no me estás sonriendo a mí, así que podrías dejar de hacerlo.

Fue la queja de su cita, que se estaba impacientando debido a la actitud que éste había tenido desde el momento en el que la recogió de su casa para ir al dichoso restaurante.

-¿Crees que siquiera me importa?.

-Podrias ser más cortés.

-La verdad es que no me interesas, tampoco creo que te deberías sentir mal. Después de todo, estás haciendo esto por dinero y venganza,Anna.

-Nunca me cayó bien esa p*** de ___ Cooper.

-Sé de tu pasado con Federico.

-Ella tiene la culpa.

-¿Desde cuándo es un crimen ser atractivo?. Que ella sea más hermosa que tú, y que todo el mundo la anhele, no es algo por lo que incriminarla.

-Puede ser, no obstante,ahora estás sentado conmigo, pagaste todo un show y no a su lado. Es un punto para mí.

-El único motivo por el cual no estoy con ella, es porque estamos en una guerra. Y tú te volviste participe de esto. Así que sería mejor si colaboras, sino no recibirás tu paga.

-Bien, bien, cielos eres bastante testarudo. Nadie en esta vida podría aguantarte.

-Se están por ir, es momento de que hagas tu trabajo.

-De acuerdo.

Se levantaron de sus asientos y caminaron hasta donde sus rivales. Con una mueca de superioridad, el pelinegro se posicionó delante.

-Tiempo sin cruzarnos, chicos.

-Hola Mclean.

-¿Cómo estás Esteban?.¿Disfrutas de tu libertad?.

-Como no te imaginas. ¿Qué hay de ti?. Veo que te olvidaste bastante rápido de ___.

-Digamos que... siempre me gustaron más las mujeres que no son difíciles como ciertas personas.

La cabeza le estaba matando y él solo se dedicaba a tirarle indirectas demasiado especificas. Su rostro estaba sonrojado por el alcohol y la furia.

-¿Me has extrañado?.

-Hannah, no te veo desde que Federico te humilló y me amenazaste. Ahora entiendo que las personas no cambian, sigues siendo tan patética como en ese entonces. Ah, y te felicito, espero que puedas manejar la carga de ser famosa, ya que siempre fue lo que buscaste.

En ese instante volteó hasta su antiguo amor y se limitó a asentir y pronunciar su nombre. Con ese último gesto, Esteban y ___ abandonaron el lugar sin argumentar nada más.

[...]

-Pensé que ya no te importaba.

-No me inmuta, en lo más mínimo.

-¿Entonces por qué le contestaste así a esa tal Anna?.

-Soy...una persona muy rencorosa,cariño. Si alguna vez tengo la oportunidad de decir algo que no pude, la tomo y lo hago. Además esa z**** merecía desde hace mucho tiempo que le pusieran los puntos.

-No has renunciado completamente al amor que le tienes a ese estúpido, Cooper.

-¿Qué más tengo que hacer para demostrarte lo contrario?.

-No te emborraches por ejemplo, lo hiciste por la rabia al verlo con alguien que no eras tú.

-Tenía ganas de beber algo. No todas mis acciones giran en torno a él,¿Sabes?.

-No sé que vas a hacer, pero si quieres vengarte, entonces debes buscar la manera de eliminarlo de cada rincón de tu mente, incluso de la realidad.

-No deberías preocuparte tanto, vamos a casarnos y estoy segura de que eso le dolerá más que nada.

-¿Es así o te dolerá más a ti?.

Me encantarás hasta el finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora