Capitulo 2

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Seguí a una prudente distancia a Erin por al menos medio barrio. Después de pasar por diferentes calles y pasos de peatones en los q siempre me retrasaba porque cuando llegaba se ponía rojo, llegamos a un instituto de secundaria bastante grande. Erin entro dentro y ya no supe mas de ella. Según los horarios q habían en la puerta ella terminaba a las 2:05 todas las clases, así q descontando las tres q se había perdido le quedaban otras tres. Mas o menos tardaría aun cuatro horas en salir de allí. Decidí dar una vuelta por ahi cerca y me sorprendió descubrir q la ciudad no había cambiado tanto como me esperaba. Tenia pocos recuerdos de cuando era pequeño pero eran suficientes para saber q en diez años la ciudad era prácticamente igual q la recordaba. Si q es verdad q el trafico había aumentado notablemente, pero era una de las pocas diferencias q había. Recordé las chocolatinas q había comprado y me las saque del bolsillo. Todavía era primavera por lo q por suerte no se derritieron. Al principio note q tenían un sabor desapacible pero poco a poco fue desapareciendo esa sensación por otra de satisfacción. Efectivamente aquello era lo mejor q provaba desde hacia años. Continúe caminando y pase por el lugar en el q sucedió el accidente. Lo recordé todo.
~Flasback~
-Mama voy a salir
-Esta bien hijo, cuidate te queremos
-Yo igual ma
-Ira Mark contigo?
-No, quedamos en vernos en el parque, me voy ya, chau
Salí y cerré la puerta. Mire mi reloj de pulsera. Ya llegaba tarde. Comencé a correr. Llegue a un paso de peatones y vi a una niña pequeña en medio de la carretera. Un coche estaba a punto de atropeyarla y entonces, sin pensármelo un par de veces corrí hacia ella para socorrerla. Cuando volví a abrir los ojos vi mi cuerpo ensangrentado aunque al menos la niña estaba bien. Varios coches empezaron a pitar y sin darme cuenta me sumi en un profundo sueño....
~Fin del flasback~
Desde aquel día mi vida se convertio en un auténtico caos.

Después de esperar un buen rato llegó la hora en la q Erin debería salir del instituto. Me encontraba en la puerta esperando. Entonces la vi. Iba hablando con una chica mas alta q ella con el pelo lacio rubio. Reían de vez en cuando. Vi también a muchos chicos q deberían tener mi edad. Me dio envidia ver lo bien q se lo pasaban, mas q nada por q yo nunca podría hacer aquello. Me escondí para q Erin no me viera ya q si era verdad q solo ella podía verme su amiga la tomaría por loca si la veía hablar sola. Al rato Erin se despidió de la rubia y cada una tomó una dirección: Erin calle arriba y su amiga calle abajo. Seguí a Erin de nuevo a una determinada distancia de separación. Cuando Erin se detuvo ante una casa bastante grande un chico corrió hacia ella y la detuvo antes de q ella metiera las llaves. El chico tenia el pelo negro azabache y los ojos castaños. Era alto y corpulento. Debería tener aproximadamente mi edad. Me acerque con cautela para escuchar de q hablaban.
-Q demonios quieres ahora Evan?
-Erin ya te dije q todo fue un malentendido, no tiene sentido q sigamos separados yo...yo te quiero
-Como puedes decirme eso después de q te viera con mis propios ojos besarte con esa pelirroja? Mira mejor vete, lo nuestro termino, fin de la conversación, q corra el aire- escupió con una increíble fuerza de voluntad Erin.
Esta chica era increíble.
El chico q debía llamarse Evan no se rindió tan fácilmente, con uno de sus brazos rodeo la esbelta cintura de Erin y la atrajo todo lo q pudo a el. Los brazos de Erin fueron a parar al pecho de Evan. El susodicho sonrió satisfecho y se inclino hacia adelante acortando poco a poco la distancia q lo separaba de Erin. Antes de q pudiera darme cuenta me había situado justo donde se encontraba Evan y le pegue una fuerte cachetada en la mejilla haciendo q se separara bruscamente de Erin. No me preguntéis por q hice esa tontería, simplemente pensé q debía hacerlo. Los grandes ojos verdes esmeralda de Erin se encontraron con los mios durante un par de segundos hasta q ella rompió el contacto visual para darle otra cachetada al individuo. Sinceramente no se cual debió dolerle mas.
-Vete! No quiero volver a verte, alejate de mi- dijo Erin señalándole con un dedo el pecho- ahora
Supongo q Evan al no verme pensó q las dos cachetadas se las dio Erin cosa q no era cierta, por suerte Erin no lo notó. Claro, ella podía verme. El chico dio media vuelta y se marcho. Erin suspiro tranquila.
-Gracias- me sonrió
-Denada- le sonreí de vuelta
-Mi padre no esta, quieres pasar?
y eso q mas da? Aunque estuviera no podría verme- pensé
-Claro, por q no?
Sinceramente me sorprendió q le dejara pasar a un extraño a su casa así por q si. Claro q yo no iba a hacerle nada, apenas la conocía.
-Asi q ese era tu novio- Murmuré
-Si- asintió ella- igual no me importa haberme separado de el, hacia tiempo q quería hacerlo pero no tenía el valor suficiente. No es la primera vez q lo veo besándose con otra chica. Es un estúpido. Muchos me avisaron de q me haría daño pero no quise creerlos, yo también fui una estúpida.
-Hey, no digas eso, el estupido es el por engañarte, tu no tienes la culpa, te mereces a alguien mejor la verdad.
-Gracias, sabes? No te conozco de casi nada pero es como si te conociera de toda la vida, a lo q voy es q tengo mucha confianza contigo y no se, eso es bueno no?
-Claro- sonrei- a mi me pasa igual
La puerta de la calle se abrió y entro un hombre de unos cuarenta años de pelo negro y unos ojos tan verdes como los de Erin. Era su padre.
-Erin, cariño con quien hablas?

Diario de un chico invisible (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora