Capitulo 16

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Me encontraba en mi habitación boca arriba mirando el techo como si fuera la cosa mas interesante del mundo entero. Después de que le confesara accidentalmente a Erin que ella era la chica tenía muchas cosas en las que pensar. La principal de ellas era: ¿que demonios iba a hacer ahora? Si antes ya tenia serios problemas sobre que iba a hacer, ahora eran mucho peores. Salí de la habitación cuando escuche voces provenientes del piso de abajo. Baje en silencio las escaleras y, allí, en el comedor me encontré con Erin discutiendo con su padre que sostenía una bolsa de alguna tienda.
-No pienso ponerme eso, y ellos no van a venir. Papa, no tuve un buen día y lo único que me faltaba era esto- resoplo furiosa arrancándole de las manos la bolsa a su padre y dirigiéndose a las escaleras.
Su padre se quedó en silencio. Fui tras Erin y entre a su habitación.
-Quien va a venir?- pregunte interesado
-Evan, su hermano pequeño y su madre, cena familiar de última hora.
-Y que hay en la bolsa?
-La ropa que mi padre quiere que me ponga para esta noche.
-Sabes que estaré ahí, si ese te molesta yo...
-Gracias pero no creo que sea necesario. Vendrán en media hora, necesito prepararme.
-Ah, bueno hasta la cena
Se despidió de mi y salí de su habitación.
Después de un buen rato escuche el timbre. Como Erin todavía no salia de su habitación fui a avisarla.
-Erin, voy a pasar- avise bajando la manivela.
Abrí la puerta y entre a la habitación. Me quede de piedra. Se había puesto un vestido negro de palabra de honor con encaje y le quedaba de muerte. Decir que estaba preciosa era poco, no habían palabras para describir lo que mis ojos estaban viendo. Su pelo ondulado caía alegremente sobre sus hombros.
-Guau!- exclame
-¿No te gusta verdad? Me queda fatal, ya me lo quito, es solo que mi padre quería que yo...
-No, ni se te ocurra quitartelo, estas hermosa
-¿Tu crees?- preguntó duditativa alzando la falda del vestido.
Asenti en silencio.
-Bueno- dije nervioso sin dejar de mirarla- Solo quería decirte que ya han llegado y...dios, ¿puedes ser más guapa?
Sus mejillas adoptaron un rojo intenso y agacho la mirada para mirarse los pies. Seguí su mirada descubriendo así unos tacones tan negros como su vestido. Ya decía yo que la notaba mas alta.
-¡Erin!- grito una voz masculina procediente de las escaleras-Ya han llegado, ¿Estas lista?
-Si! Ya bajo papa
En cuanto dijo eso dejamos de escuchar las pisadas y, a continuación la puerta se abrió.
-Hija...estas increíble- dijo su padre asombrado.
-Esto...gracias, enseguida bajo
-Esta bien
Cuando su padre se fue ella se sentó en la cama.
-No quiero bajar ahí abajo- me confesó
-No estarás sola- dije
-Lo se, pero no quiero ver a Evan
-Pues lo vas a tener difícil
-No me digas- resoplo
-Oye...si te tranquiliza saberlo, respecto a lo que descubriste hoy, debes saber qué no haré nada que tu no quieras.
-A que te refieres?
-Pues...debo enamorarte, lo sabes no?
Ella asintió imperceptiblemente
-No lo haré, no puedo hacerte eso.
Ella se alzó de la cama y se puso en pie.
-Deja que te diga que eso no funcionara, puede que ya sea demasiado tarde.
-¿Como?
No recibí respuesta ella salio de la habitación dejandome perplejo. Por suerte me recompuse rápido y la seguí hasta abajo. Al llegar allí la vi abrazando a un niño pequeño. Debería de tener seis años. Su pelo era negro y sus ojitos marrones. Era el hermano de Evan. En el comedor solo estaban ellos. De repente salió de la cocina Evan con un vaso de refresco que, nada mas ver a Erin se le cayó al suelo rompiéndose en diminutos trocitos. Aquello llamo la atención de Erin y se giro. Evan seguía con su mirada fija en ella sin articular palabra ni moverse. Ya os había dicho yo que Erin estaba como salida de un cuento de hadas. Después de un par de nanosegundos el padre de Erin llego con la madre de Evan tras el.
-Lo siento-se disculpo Evan volviendo a la realidad- se me cayo accidentalmente.
-Erin acompaña a Evan arriba a por otra bebida, aquí abajo no quedan.
Ella asintió y seguida por Evan y, obviamente por mi llegamos arriba.
-¿Y ese vestido?- preguntó Evan mientras Erin sacaba la bebida del refrigerador.
-No es gran cosa, me lo compró mi padre.
-Pues para no ser gran cosa estas preciosa.
Ella dejo de hechar la bebida y miro a Evan que se había acercado algo mas a ella. El acarició su mejilla haciendo que se estremeciese ante tal tacto.
-Chicos,¿bajais ya?- preguntó Gemma desde abajo.
-Si- grito Erin
Evan se aparto de ella maldiciendo algo por lo bajo.
La cena transcurrió con normalidad. A excepción claro, de la intensidad con la que Evan miraba a Erin. Me estaban dando ganas de pegarle un puñetazo allí mismo, y no seria ni la primera ni la última vez. Al finalizar la cena Ismael y Gemma salieron al jardín a tomar algo. Jake, el hermano pequeño de Evan se había quedado dormido en el sofá. En la televisión estaban dando una película. Debí quedarme embobado durante algunos segundos viendo la peli porque, cuando quise darme cuenta ni Evan ni Erin estaban por allí. Escuche voces en la planta de arriba y subí las escaleras. La puerta de la habitación de Erin se encontraba abierta de par en par. Me asome con cautela. Evan estaba sentado en la cama de Erin y le estaba cantando una canción a esta acompañada por una guitarra. La canción era demasiado romántica. Cada vez Erin se acercaba mas a el sin apenas darse cuenta. Cuando la canción acabo Evan susurro dos palabras con las que me quede estupefacto.
-Te quiero
Luego aparto la guitarra a un lado de la cama y acerco el cuerpo de Erin al suyo. La miro a los ojos por largo rato y luego se inclinó hacia delante acortando poco a poco la distancia que los separaba.

Diario de un chico invisible (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora